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Objetivo Igualdad

Divorciarse se ha convertido en sinónimo de libertad

  • La mayoría de las demandantes de divorcio son mujeres
  • El 50% de los casados a día de hoy ven posible una separación
  • 'Divorcio: cómo ha cambiado el cuento' en Objetivo Igualdad, domingo a las 16h en Canal 24 horas

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Tarta, celebración del divorcio
Tarta, celebración del divorcio

Los datos lo indican: cada vez los españoles nos divorciamos menos. También nos casamos menos. Desde el último estudio del Instituto Nacional de Estadística en 2022, todas las cifras referentes a los enlaces y nulidades han descendido y esto se debe a muchos factores: un cambio en la mentalidad, el descenso de la renta per cápita o un enfoque distinto de las relaciones estables. 

En el año 2022, dos años después de la primera alarma social por la pandemia del Covid-19, se produjeron 84.551 disoluciones matrimoniales (divorcios, separaciones y nulidades). En 2023 descendieron un 3%. El aislamiento social hizo que un gran número de parejas tomara una decisión respecto a sus relaciones, tanto para dar el paso y casarse como para romper la unión. 

Beatriz Troyano, terapeuta de parejas, atiende a personas de distintas edades que plantean problemas en sus relaciones. El enfoque cambia según la generación y la visión que se tiene sobre la ayuda psicológica profesional en los conflictos sentimentales: “Se está normalizado mucho en personas menores de 35, 40 años… Para ellas es una herramienta más, que puede servir para la búsqueda de empleo, la mejora de la autoestima o enfocada a la propia pareja”, explica Beatriz Troyano. Para las parejas más mayores de 40, en cambio, la terapia es un último recurso. Acuden a ella “un poco top secret… por vergüenza y miedo al fracaso". 

¿Quién se casa hoy en día? 

Los divorcios han ido perdiendo peso social, las bodas también lo han hecho. El modelo familiar y de pareja tradicional ha dejado de ser en muchos casos el núcleo de la sociedad y es ahora un elemento más dentro de la organización social, igual de importante que la actividad laboral o la vida social.

Los que deciden formalizar estas relaciones a nivel legal, además lo suelen hacer por la vía civil, dejando un número cada vez más bajo de matrimonios eclesiásticos (solo supusieron el 19,4% en el año 2021)

Los ritmos de vida cada vez más acelerados y las escasas posibilidades económicas reducen las opciones para dar este paso y formalizar una relación o ser padres. La edad media de los contrayentes fue en 2022 de casi 38 años, siete más respecto a 2001. La media española es de 16,5 años casados. “Esto es efímero, cualquier relación que se tenga ahora tiene su caducidad en el tiempo", explica Beatriz Troyano. 

Mujeres y divorciadas

En las rupturas, aunque poco a poco la sociedad deja de estigmatizarlo, las más señaladas han sido las mujeres. Las divorciadas se han considerado socialmente fracasadas por no haber cumplido con el papel que se les atribuía en una sociedad patriarcal. Paz Torres se divorció hace 16 años, sin informar a su entorno hasta que dio el paso. "Recién divorciada te ves fuera de lugar, como si se acabara la vida ahí y no se acaba la vida ahí", afirma. A pesar de recibir comentarios negativos sobre su estado civil, también ha sentido un apoyo que la ha hecho sentirse “libre, completamente y dueña de mi persona".

Patricia Redondo es madre de dos hijos y divorciada. Como muchas mujeres en esta situación, el duelo emocional y el estigma social ha estado presente en su vida. Esto le ayudó a fundar una comunidad que ayuda a las mujeres en este momento de sus vidas: “Vi que había una necesidad de encontrar en un único sitio todas aquellas cosas que necesitas para poder empoderarte en esta nueva etapa y yo no lo encontré".  

Beatriz Troyano y Patricia Rendondo, para el programa Objetivo Igualdad

Beatriz Troyano y Patricia Rendondo, para el programa Objetivo Igualdad

Avances en el divorcio 

Antes de la aprobación de la ley de divorcio en 1981, España acumulaba 3 millones de matrimonios rotos, pero solo era legal la separación. Rosa Villada era una de esas mujeres separadas antes de que llegara la ley que la convertiría en la primera mujer divorciada de Albacete. “En aquel momento, que fueras una mujer divorciada era motivo de señalamiento", comenta la que entonces era periodista en La Tribuna del Albacete. Rosa Villada se convirtió en un ejemplo para otras mujeres que solicitaron este mismo derecho tiempo después, aunque su caso es inusual, ya que se trataba de una mujer trabajadora y con un requisito único: obtener la patria potestad de su hijo solo para ella. Hoy, ese caso es más habitual, en parte porque la mujer “se ha empoderado y eso lo he visto porque a nivel económico ya no hay una dependencia”, dice Beatriz Troyano 

Rosa Villada, para el programa Objetivo Igualdad

Rosa Villada, para el programa Objetivo Igualdad

Acto de liberación 

"Fue una losa que me quité de encima, pocas veces he sentido ese placer", cuenta Paz Torres con alivio. Afirma que, como muchas mujeres divorciadas, se ha sentido juzgada como madre por no estar al 100%, incluso cuando le corresponde al padre encargarse del hijo.  

En la mayoría de casos son las mujeres las solicitantes de las demandas de divorcio. La causa suele ser una mayor expectativa de la relación matrimonial, infidelidad o desgaste. Aunque este paso no lo dan rápidamente. "La mujer suele abrir todos los frentes posibles, suele ver todas las opciones… pero al final, cuando se toma una decisión, se toma", explica Troyano. 

Tras un proceso de divorcio, es habitual escuchar la frase "ha rehecho su vida" para referirse a una mujer divorciada que se empareja de nuevo. Pero, tanto para Patricia Redondo, como para muchas mujeres que han pasado este duelo, lo primero rehacer la vida con una misma: "creo que es importante antes de plantearte eso (tener una nueva pareja), el pasar una fase contigo misma", recalca.