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Sin Severo Ochoa no tendríamos vacuna del COVID-19

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La científica María Blasco presenta a Severo Ochoa

La 1 sigue buscando El mejor de la historia entre los candidatos preseleccionados por la audiencia. Una votación popular seleccionó 50 personajes relevantes que provienen de diferentes disciplinas. Artistas, comunicadores, monarcas, políticos, deportistas... y también científicos. Severo Ochoa y Ramón y Cajal son, quizás, los candidatos que menos conocemos íntimamente, pues la ciencia no siempre está al alcance de cualquiera.

El programa busca recuperar su legado y mantener viva la noción de sus aportaciones, aprovechando esta oportunidad para acercar al público a la conversación científica. Este viernes 1 de marzo, Severo Ochoa será uno de los candidatos del ranking. La científica María Blasco, bióloga molecular y directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) se ha tomado la molestia de acercarnos a su figura y explicarnos en qué consistieron las contribuciones de este médico y científico.

Originario de Luarca (Asturias), Severo Ochoa fue galardonado en 1959 con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina (junto al estadounidense Arthur Kornberg), convirtiéndose en el segundo (y hasta el momento, en el último) español en conseguir este reconocimiento.

P: ¿Por qué Severo Ochoa es uno de los personajes más relevantes de la historia?

R: Sin duda, Severo Ochoa es una de las personalidades más importantes de la historia de este país, por sus descubrimientos pioneros en los inicios de la biología molecular, que no se dedica a otra cosa que a entender a nivel molecular la vida: cómo funciona la vida.

Severo Ochoa hizo muchos descubrimientos importantes, entre los que es importante destacar que fue capaz de sintetizar una molécula de RNA por primera vez, descubriendo una enzima que era esencial para ello. Esto es lo que le valió recibir, junto con Arthur Kohnberg, el Premio Nobel de Medicina. También hizo un descubrimiento muy importante, que fue configurar el llamado código genético, una revolución con un impacto importantísimo en la medicina y que tiene muchísimo futuro todavía, cuyas posibilidades se están expandiendo con la aplicación de la inteligencia artificial.

P: ¿Cuál es el legado de Severo Ochoa?

R: Su legado es, obviamente, internacional. Es un legado absoluto para la ciencia. Este incluye el uso de moléculas de RNA para generar vacunas, algo que se ha aplicado, por ejemplo, en las vacunas del COVID-19, pero también en tratamientos para enfermedades degenerativas o el cáncer. También el uso de proteínas recombinantes, como la insulina, tiene que ver con su legado; la secuenciación del genoma humano, el entender el cáncer a nivel molecular...

Sus descubrimientos han estado en el origen, en los primeros pasos hacia comprender cómo funciona la vida, cómo a partir de una molécula de DNA se produce una molécula mensajera, que es el RNA, y a partir de ahí las proteínas, que son los bloques que generan la vida. Su legado es importantísimo.

P: ¿Por qué se fue Severo Ochoa a Estados Unidos?

R: En su época, y también más adelante, el sitio de destino de los científicos que querían hacer biología molecular era Estados Unidos. Yo misma, y muchos colegas, nos hemos formado allí. Creo que eso cambió en los años 90, cuando empezaron a aparecer centros de investigación que estaban al mismo nivel. Ahora, hay muchos centros que tienen la acreditación Severo Ochoa, precisamente, o la María de Maeztu, que son muy competitivos. Ha habido una gran revolución en nuestro país, que realmente es un país de ciencia y compite a nivel científico en el campo de la biología molecular.

P: ¿Fue importante el Premio Nobel para impulsar la ciencia en España?

El Premio Nobel es un reconocimiento muy importante, y el que haya dos científicos de origen español que lo tienen también lo es. Pero lo importante es que haya más Premios Nobeles, que de nuestro país salgan los futuros es algo fundamental, porque querrá decir que se está haciendo ciencia de frontera, ciencia pionera, que es la ciencia realmente relevante.