Enlaces accesibilidad

Las confesiones de Jorge Lorenzo: sacrificios, miedos y una vida nueva

  • A sus 34 años, confiesa que no echa de menos la presión ni la peligrosidad de las carreras, aunque sí la sensación de ganar
  • Admite que llegó a temer por su vida y que si un día es padre intentará evitar que sus hijos se dediquen a las motos
  • Está aprendiendo a disfrutar de la vida después de una infancia y juventud marcadas por el deporte de élite
Jorge Lorenzo en 'Las tres Puertas'
Lorena Montón

El expiloto de MotoGP Jorge Lorenzo es el último invitado del segundo programa de orge Lorenzo‘Las tres Puertas’ donde también han participado la cantante mexicana Gloria Trevi, la actriz e influencer Paula Echevarría, el escrito y Premio Nobel Mario Vargas Llosa y la psicóloga Laura Rojas Marcos. A sus 34 años, el ganador de cinco mundiales disfruta de la vida ahora que está alejado de la presión de la competición, y aunque confiesa que echa de menos la sensación de ganar y que sigue siendo muy competitivo, se siente agradecido de haber llegado a donde está sano y salvo.

Una vida de sacrificios para llegar a ser campeón

Jorge Lorenzo comenzó en este deporte por su padre: “Yo empecé con 3 años con una moto que me hizo mi padre. Fue su sueño frustrado. Era piloto amateur y mecánico a la vez. En sus ratos libres cogió cuatro hierros dos ruedas y un motor y fabricó la moto. Empecé con 3 años, mi primera carrera con 3 años y a los 15 ya era profesional. Estuve desde los 15 hasta los 32, 18 años, de profesional”.

Unos años en los que, evidentemente, solo podía estar concentrado en esa actividad. “Viajé por todo el mundo pero turismo muy poco. Era de hotel a circuito”, recuerda. Y es que el camino hasta lo más alto ha sido duro: “Yo echo de menos lo mejor, la sensación de ganar y de probar algunas piezas que te van mejor y mejoras tus décimas. Pero lo peor no echo nada de menos, la presión continua con los sponsors, con tu equipo, de hacerlo bien… Lo peor para mí son las lesiones y el peligro, es un deporte super peligroso. Y luego el sacrifico. Doble entreno cada día de 7 horas, dieta continua con pechuga de pollo, ensalada, verdura...”.

Miedo a la pista

Jorge Lorenzo lleva tres años retirado, una decisión que comunicó en noviembre de 2019: “Tuve una lesión de espalda, me aplasté dos vértebras y ahí me cambió la mentalidad. Dije ‘si salgo de esta…’ Cuando iba dando vueltas por la gravilla ya sabía que algo iba mal en la espalda. ‘Si salgo de esta y no me ha pasado nada importante lo dejo’”. También confiesa que sintió miedo: “He tenido algunos momentos de miedo siempre por caídas importantes con la Moto GP. En 2008 una vez y en 2019”.

Jorge Lorenzo admite que temió por su vida: “En 2008 me caí durante 4 o 5 carreras, seguido. En una de ellas me di 4 o 5 golpe en la espalda, perdí el conocimiento, no me acordaba de esa media hora de la caída. El doctor del hospital de Barcelona me hacía contar 20 segundos de una historia y no podía, no me acordaba. Ahí cogí miedo”.

El expiloto recuerda un momento de su carrera, el único, en que su padre le dijo que lo dejaran. “Con 14-15 años me rompí clavícula y muñeca, estaba convulsionando en el hospital, mi padre me vio tan mal que me dijo ‘hijo, dejemos esta mierda’ y yo apreté los dientes y dije ‘no, papá, hay que seguir’. No obstante, reconoce que si tiene un hijo que se quiere dedicar a los mismo que él, intentará “evitarlo con todas mis fuerzas porque sé lo peligroso que es, casi nunca somos conscientes de lo que estamos haciendo”. De hecho, Lorenzo explica que “mi madre no podía ver las carreras de ninguna manera, se encerraba en el baño o en la terraza y no veía la televisión”. En cambio, ahora “en casa están contentos y tranquilos de que saben que no me va a pasar nada, al menos con la moto”.

Fama de antipático

Mientras estuvo en activo, Jorge Lorenzo se ganó fama de antipático y de chulo, algo que admite fue una estrategia, sobre todo al principio, para disimular su timidez. “He sido muy tímido de pequeño, todavía lo sigo siendo en cierta forma. Pero yo he evolucionado mucho, soy muy curioso, me gusta leer, aprender de los demás y a través de los libros. No tengo nada que ver como cuando tenía 15 años”.

¿Por qué daba esa impresión, entonces? “Por mi fisionomía, porque cuando río, como ahora que estoy feliz, soy muy solar de fisionomía de cara pero cuando estoy concentrado en el circuito parezco muy serio pero en realidad no lo estoy tanto, pero mi fisionomía lo parece”, comenta. Los comentarios negativos también le afectaban aunque siempre con mesura: “A todo el mundo el afecta lo que piensen los demás, a algunos más y a otros menos. Al final aprendes a que te afecte poco, tienes que entender las críticas con razón y las críticas con envidia”.

Su enemistad con Valentino Rossi era otro de los temas que definían la figura de este corredor. “Cuando me preguntaban por Valentino Rossi decía cuanto más lejos estábamos, mejor nos llevábamos. Cuando éramos compañeros de equipo en Yamaha nos hablábamos porque no nos quedaba otra, pero si podíamos evitarnos, nos evitábamos. Cuando él se fue a Ducatti, nos llevábamos mejor. Cuando él estaba en Yamaha y yo me fui a Ducatti más tarde, nos volvimos a llevar bien. Y ahora nos llevamos muy bien porque los dos estamos retirados. Nos invitó a su rancho, que tiene un rancho espectacular, a una carrera que hace cada año, la carrera de los campeones que la llaman, y recibí por WhatsApp su invitación y me sorprendió mucho”, explica con una sonrisa en la cara.

Vida nueva desde su retirada

Jorge Lorenzo vive retirado desde hace 3 años y está encantado. “Tengo todo el tiempo del mundo, soy un gran afortunado en tenerlo. Somos un 1% de la población que no tenemos que trabajar para vivir. Tuve mucha suerte”, admite. “Estoy descubriendo y disfrutando muchísimo. Me levanto sin despertador, eso es buenísimo·, añade.

No solo está descubriendo el mundo sino cosas sobre sí mismo: “Me apasiona viajar y hacer turismo de verdad, me apasiona la economía, el saber invertir… El año que viene tengo algunos proyectos para igual correr en coches, que el gusanillo de la competición seguramente lo mataré por ahí”.

Jorge Lorenzo admite sin dudas que “cada vez creo que, personalmente, he ido a mejor. Me empiezan a salir las canas, las arrugas, físicamente seguramente iré a peor pero en cuanto a madurez, tranquilidad y serenidad, yo creo que voy a mejor”.