Reabren el caso Sergio Requena, el joven con síndrome de Down que falleció en un campamento en Valencia
- Sergio Requena falleció en junio del año pasado tras ausentarse del campamento sin supervisión de sus monitores, a quienes se investiga por homicidio imprudente
- Tenía 25 años y un 77% de discapacidad
La Audiencia Provincial de Valencia ha reabierto el caso de Sergio Requena, que falleció el año pasado en los alrededores de un campamento para jóvenes con discapacidad. El foco está puesto en seis monitoras (cuatro voluntarias y dos trabajadoras) a las que se investigará por negligencia y posible homicidio imprudente.
La familia pidió el recurso el pasado mes de marzo. Los responsables del cuidado de Sergio no se dieron cuenta de su desaparición hasta 5 horas después del suceso, y tardaron otras 2 horas en alertar a las autoridades. A la espera de la autopsia definitiva, una autopsia provisional apunta hacia un infarto como causa de la muerte, que pudo ser causado por las altas temperaturas, el calor, o el miedo experimentado al encontrarse sólo y lejos del grupo. Su hermana, Jessica Requena, ha declarado en La mañana: "si hubiesen actuado unas horas antes, Sergio no habría andado tantos kilómetros como andó y aún estaría aquí."
Dudas sobre la versión del campamento, que no asume responsabilidad
En una carta que publicó el pasado marzo, Jessica expresaba ira, impotencia e incluso culpa, y le indignaba no haber recibido ni siquiera una disculpa de la asociación Asindown, responsable de lo sucedido. "Recibí alguna llamada del gerente porque querían hacerle un homenaje", ha explicado en el programa, "pero de disculpas nada. Mis padres tampoco han recibido ninguna."
Aún más importante, Jessica denuncia que les engañaron: cuando se abrió el caso, los monitores decían que Sergio había desaparecido a las 7, después de una actividad en la tirolina. Pero, cuando la abogada pidió los vídeos de seguridad, comprobaron que la actividad finalizó a las 5 y media. Por tanto, el campamento tardó una hora y media más de lo declarado en acusar la ausencia del joven que, con una discapacidad declarada del 77%, se encontraba bajo su cuidado.
Sergio compartía campamento con otros 80 chicos con síndrome de Down que quizá pudieron avisar o notar su ausencia con anterioridad, pero tampoco se les ha tomado declaración. Pero son completamente capaces: "Igual que cualquier otra persona pueden decir si lo vieron o no o si lo echaron de menos", explica Jessica. De hecho, "fueron ellos quienes a la hora de la cena se dieron cuenta de que no estaba y avisaron a los monitores." La familia duda si los monitores dicen la verdad, o si tal vez sus compañeros avisaron antes y no fueron escuchados.
Reapertura del caso
La abogada de la familia, Virginia Masiá, ha explicado en el programa en qué consistirá el nuevo proceso judicial. "A partir de septiembre, el juez instructor acordará las diligencias de investigación que ya solicitamos y fueron denegadas en su momento", explica, refiriéndose al testimonio de los compañeros de Sergio, a quienes finalmente tomarán declaración. "También se tomará declaración en calidad de testigo a las responsables del camping, para determinar cuándo se avisó a las fuerzas del orden para que se iniciase la búsqueda".
Al forense se han pedido pruebas para determinar qué grado de incapacidad volitiva y cognitiva tenía Sergio en esos momentos, para tratar de dilucidar si él era capaz de entender las órdenes de sus monitores.
Por homicidio imprudente, los encargados de la vigilancia y el seguimiento del fallecido podrían enfrentarse a una pena de 1 a 4 años de prisión. "Es una pena bastante grave", aclaraba la abogada, "porque el hecho lo merece. Hablamos de gente a cargo de personas con síndrome de Dawn. Sergío tenía catalogada una discapacidad del 77%."
Jessica está muy emocionada y considera la reapertura del caso como un paso importante para la familia: "Pensábamos que el proceso se iba a parar, y no queremos que se pare. Esto no puede quedar así, y no sólo por Sergio, sino porque ahí hubo muchas irresponsabilidades y negligencias. Hay que hacer cambios y hay que buscar responsabilidades."
Con ese objetivo trabaja Victoria Masiá: "Seguiremos luchando por dirimir la responsabilidad de todas esas personas. Lo que no queremos es que vuelva a ocurrir."
