Enlaces accesibilidad

El Bon Iver más electrónico se vacía en el Primavera Sound

  • Justin Vernon y su banda ha presentado en directo su último trabajo
  • El de Wisconsin ha alternado temas más electrónicos con otros clásicos

Por
El Bon Iver más electrónico se vacía en el Primavera Sound
Vista general del festival Primavera Sound el jueves 1 de junio de 2017.

22,10, 715, 33, 29, 666... Cualquiera que eche un vistazo a la lista de canciones que Bon Iver ha interpretado en el escenario principal del Primavera Sound puede pensar que esta noche se jugaba para bingo.

Pero lo que se jugaba era la comunión de la banda liderada por Justin Vernon con su público tras un último álbum, 22, A Million, una obra para algunos rupturista, para otros evolutiva, pero en cualquier caso diferente a las que han convertido al cantante de Wisconsin en uno de los artistas más valorados del panorama musical independiente.

Había ganas tras la cancelación de su gira europea "por razones personales" de ver a Bon Iver defender en directo su último trabajo.

Diecisiete temas en una hora y media de concierto que ha viajado desde los sampleados más bestias en "10 dEAThREasT" hasta el solo en acústico de "Skinny Love" que ha cerrado el concierto, pasando por clásicos como "Perth", "Holocene" o "Creature fear" remozados para la ocasión con un tono marcadamente electrónico.

A lo largo de este viaje musical, que es el de la propia banda, Justin Vernon se ha entregado, ya fuese jugando al límite con su voz, tocando la guitarra o arrodillado en el suelo manipulando los controles de la mesa electrónica.

Podría pensarse que la música de Bon Iver, introspectiva -a veces melancólica y otras veces torturada-, no está hecha para el entorno masivo y a cielo abierto de un festival como el Primavera Sound. La suya es una obra para pasar un buen invierno y no para arroparse en el verano que ya se avecina.

Y, sin embargo, este jueves por la noche, la numerología de la banda estadounidense ha convocado la magia, logrando crear un ambiente especial y recogido, aunque, eso sí, lo ha hecho cuando, en la segunda mitad del espectáculo, ha interpretado temas de sus dos primeros trabajos. Entre el público de Bon Iver se han visto lágrimas furtivas y no tanto, abrazos, caderas suavemente danzarinas, sonrisas bobas colgadas en el recuerdo, palmas batiendo y cabezas sacudiéndose con mayor o menor intensidad...

Justin Vernon ha cerrado el concierto y se ha despedido dando las gracias con las dos manos unidas sobre su cabeza, en un gesto que tiene algo de ceremonia y un poco de petición de perdón. Se ha escapado hacia el backstage y sus seguidores se preguntan cuándo volverán a verlo, si es que eso vuelve a ocurrir.