Albania, educación sobre el terreno
Hemos venido hasta Albania, para conocer algunos de los proyectos educativos de la iglesia católica con los más pobres apoyados por la fundación de la Santa Sede AIN, Ayuda a la Iglesia Necesitada. La presencia de cristianos en la mitad sur de Albania es mínima. En una extensión como la de Asturias y Cantabria juntas, apenas hay 5.000 católicos atendidos por doce sacerdotes. En esta gran región la Iglesia promueve el desarrollo del pueblo haciendo hincapié en la recuperación de los valores fundamentales de la persona. Unos valores que se han ido perdiendo después de 500 años de dominación turca y más de 40 bajo un férreo régimen comunista que acabó en 1991.
Cristina
Cristina es una madrileña inquieta, de Lavapiés, que lleva ocho años trabajando en el sur de Albania. Es psicopedagoga. En España trabajaba como educadora en un centro de menores de la Comunidad de Madrid. Su historia es la de una mujer que no ha parado de buscar su lugar en el mundo. Cristina participaba en la parroquia del Cristo del Olivar que los dominicos llevan en su barrio, cerca de Antón Martín. Hizo una experiencia con las dominicas. Probó en otra parroquia con un grupo de laicos comprometidos y participó en una experiencia de vida comunitaria en Vallecas. Hasta que se encontró en Getafe con los Josefinos de Murialdo. Hoy vive en una comunidad mixta junto a dos sacerdotes josefinos, un joven en formación y otra laica consagrada como ella. Está entregada al trabajo con los niños y jóvenes más desfavorecidos en el centro educativo que dirigen los Josefinos de Murialdo en Fier, al sur del país.
Gitanos
Nadie sabe con certeza cuantos gitanos viven en Albania. Las asociaciones romaníes del país calculan que son entre 100.000 y 140.000. De todos ellos sólo siete han podido acceder a la universidad. El resto se ve obligado a abandonar los estudios ante la falta de medios económicos. El alto índice de paro entre la población gitana les empuja fuera del sistema escolar. La prioridad es comer. El colectivo gitano albanés está preocupado porque la estrategia gubernamental elaborada en 2003, que pretendía ayudar a esta etnia y asegurarle vivienda, empleo y educación, se quedó en papel mojado. Los gitanos albaneses insisten en que el Gobierno debe emprender reformas reales contra su discriminación, si quieren que el país entre en la Unión Europea.
Çerrik
Ayuda a la Iglesia Necesitada está apoyando los proyectos pastorales y sociales que las minorías católicas desarrollan en todo el país. A las afueras de la pequeña localidad de Çerrik está el Centro Balona que, traducido del albanés, significa “cometa”. El proyecto está casi recién estrenado. Comenzó su andadura en septiembre de 2014 con ayuda de Cáritas Alemania. Al frente de esta iniciativa está sor Camila, una Hija de la Caridad italiana que lleva 22 años en Albania y es la directora de Cáritas para la mitad sur del país. El “Centro Cometa” acoge a 65 niños de entre 6 y 15 años en riesgo de exclusión social. La mayoría son de etnia gitana y todos proceden de familias pobres. El trabajo con las familias es el menos vistoso y el más eficaz. La educadora social visita las casas de los chicos para comprobar la situación familiar. Aquí empieza el trabajo. Les ofrecen la posibilidad de que sus hijos estudien y coman aquí. También que participen en las actividades extraescolares de cerámica y guitarra. Una vez al mes los padres vienen al Centro Cometa. Aquí se les da información sobre sus hijos y tratan algún tema relacionado con la higiene, la escuela y, sobre todo, la integración y la convivencia.
Salesianos
Los salesianos llegaron a Tirana en 1991, tan pronto como cayó el régimen comunista, y construyeron el Centro Social Don Bosco en la periferia, en un lugar en vías de desarrollo. Hoy, debido a la expansión de la capital albanesa, están muy cerca del centro. El trabajo de los salesianos es una verdadera experiencia de comunión. Los religiosos no hacen distinción por razones religiosas. Es un centro abierto a cualquiera que quiera participar en sus actividades, ya sean espirituales, deportivas o educativas. En un país donde la convivencia entre musulmanes y cristianos es muy pacífica, los salesianos evitan hacer proselitismo. El Centro Social don Bosco está atendido por los salesianos desde el año 1994. Es un lugar abierto al barrio y, especialmente, a los que menos tienen. El trabajo con la población de etnia gitana ocupa un lugar preferente en la pastoral educativa y social de estos religiosos. Alrededor de 1.200 niños y jóvenes participan en las actividades del oratorio y el centro juvenil Don Bosco. Las edades de los chicos van desde los seis hasta los 22 años. La mayoría son musulmanes. Los cristianos -sumando ortodoxos, protestantes y católicos- representan apenas un 35 por ciento del total. El oratorio es gratuito para todos los niños y jóvenes. Los salesianos cuentan con ayuda de su congregación para continuar con esta actividad. Los animadores salesianos se encargan de hacer realidad el lema que se lee en todas las camisetas: “La educación es un asunto del corazón”.
Excluidos
Lo que sí que cuidan es la atención a los más necesitados, en especial a los jóvenes conflictivos de los barrios marginales. Cada año salen a su encuentro para ofrecerles cursos profesionales. El objetivo es que encuentren un trabajo digno y salgan de la marginalidad. En Tirana existen aproximadamente 70 colegios públicos y 40 privados-concertados. Tres de ellos son católicos. El Centro don Bosco funciona desde el año 1994. Actualmente tienen alrededor de 800 alumnos repartidos entre la educación primaria, secundaria, bachillerato, formación profesional y cursos pre-laborales. Más del 40 por ciento de los chicos y chicas que estudian en el colegio no pagan nada. El sistema de becas cubre casi a la mitad de las familias que traen a sus hijos aquí. El coste medio de un alumno ronda los 60 euros al mes. Los jóvenes que participan en los talleres pre-laborales lo hacen gratuitamente. Todos tienen más de dieciocho años. Lo más difícil es convencerles para que vengan todas las tardes durante uno o dos años.
Terrenos
La presencia salesiana en Tirana se remonta a 1991. Después del régimen comunista de Enver Hoxha (Joya) el estado albanés estrena su democracia. Por aquel entonces, hace casi 25 años, el gobierno mostró al nuncio apostólico su interés en que la Iglesia Católica abriese un centro cultural y educativo. Un espacio donde los chicos pudiesen optar a un futuro mejor. Y llegaron los salesianos. A lo largo de más de 20 años han levantado un sólido complejo educativo y pastoral en las cinco hectáreas de terreno que les donó el estado albanés. Sin embargo, los propietarios a los que el régimen comunista expropió los terrenos en 1946 han reclamado ante los juzgados su devolución. Y el juez les ha dado la razón. Los salesianos han quedado completamente desvalidos