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"La chiquita piconera", de Julio Romero de Torres

  • Para muchos, el cuadro es un retrato icónico como una 'Mona Lisa latina'
  • Nos acercamos al pintor más famoso de Córdoba
  • Julio Romero de Torres pintó a las mujeres de su tiempo con un realismo desafiante y sin prejuicios

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La mitad invisible - La chiquita piconera

En este capítulo nos sumergimos en el mundo del pintor cordobés Julio Romero de Torres para escudriñar en uno de sus cuadros más famosos, el retrato de La Chiquita Piconera, de 1930. Fue la última obra que pintó antes de morir este pintor figurativo con nombre de copla y, para muchos, es un retrato icónico como Mona Lisa latina.

La impresionante mirada de

La impresionante mirada de "La chiquita piconera" tve

Clara Peñalver, también de origen cordobés, se acerca al pintor más famoso de la ciudad, donde hoy en día se sigue conservando y potenciando la huella de Julio Romero de Torres. Especialmente en el casco viejo, donde está la casa natal de la familia Romero de Torres, una saga de artistas hoy extinta pero que legó su patrimonio a la ciudad.

En la famosa Plaza del Potro está el Museo Julio Romero de Torres, con sus mejores obras pero con La chiquita piconera en un lugar de honor. Descubriremos detalles de quién fue y que pasó con la modelo del cuadro, la influencia del flamenco o la huella estilística en un popular escultor cordobés, José Manuel Belmonte.

Montada en su moto, Clara Peñalver también viaja por la vecina sierra cordobesa hasta un pequeño pueblo, Piconcillo, donde saludar a su familia, antiguos piconeros. Con ellos y con el cronista oficial de Córdoba podremos entender cuán importante fue la piconería para la supervivencia de tantas generaciones antes de la electricidad.

Julio Romero de Torres pintó a las mujeres de su tiempo con un realismo desafiante y sin prejuicios

Julio Romero de Torres pintó a las mujeres de su tiempo con un realismo desafiante y sin prejuicios tve

Córdoba es una mezcla perfecta de historia, porque está llena de cultura y armonía. Artistas como Julio Romero de Torres también la han hecho más bella con su mirada y con retratos como de La chiquita piconera. Pintó a las mujeres de su tiempo con un realismo desafiante y sin prejuicios. Y esa mitad invisible es uno de sus mejores logros artísticos y humanos.