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"Como dos gotas de agua", vidas de gemelos en 'En Familia'

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En familia - Como dos gotas de agua

¿Qué supone tener un hermano o una hermana que es prácticamente igual? ¿Los hemanos gemelos viven vidas paralelas? ¿Tener un doble puede generar frustración?

Esta semana En Familia les propone un recorrido por la vida de cuatro parejas de hermanos gemelos, cuatro historias con las que recorremos las diferentes etapas de la vida, desde la infancia a la vejez pasando por la madurez.

Aprendiendo a compartir

¿Qué haces cuando de repente te vienen dos niñas gemelas sin esperarlo? Después del susto inicial Lourdes y Daniel decidieron afrontar este reto con entusiasmo y cambiaron toda su vida. Sus niñas, Celia y Valentina, les han marcado hasta tal punto que han creado una línea de ropa y complementos exclusiva para gemelos.

No tan iguales

Berta y Vicky rompen con el tópico de las vidas gemelas. Tienen 20 años y estudian en la Universidad Blanquerna de Barcelona. Una estudia Nutrición y Dietética y la otra Magisterio. Viven en Barcelona con sus padres y son totalmente independientes la una de la otra.

En el aspecto físico, Berta no se distingue de su hermana y asegura que para diferenciarlas hay que conocerlas muy bien. Ser como dos gotas de agua no les ha causado ninguna frustración, todo lo contrario, les divierte tener a su doble en casa.

Los inseparables

Ismael e Iván son dos gemelos gays canarios de 29 años que llevan cantando desde los 10. Los dos componen temas sobre todo relacionados con sus vivencias y la relación entre ellos.

En la actualidad hacen un espectáculo en el restaurante de su padre, en el que cantan y hacen monólogos cómicos. Ismael también trabaja en el restaurante del padre durante el día e Iván realiza un modulo de animación sociocultural. Aseguran que tienen una relación muy especial y no conciben la vida sin estar juntos.

Vidas paralelas

José y Salvador son hermanos gemelos. Tienen 76 años y viven en Caudete (Albacete). Llevan toda la vida juntos; han trabajado en la misma empresa y han vivido en la misma casa hasta que se casaron. Ahora les separan 300 metros.

Sus mujeres se llaman las dos Rosario y trabajan en la misma residencia de ancianos. Llevan vidas paralelas. Quedan todos los días para desayunar, pasear o ir a la compra. Discuten mucho, se pelean, pero en el fondo no pueden vivir el uno sin el otro, aunque les cueste reconocerlo.