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Destino: España recorre el norte de Cataluña con ocho intrépidos extranjeros

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Destino: España - Cataluña III

En Cataluña nada es imposible y mucho menos si contamos con siete intrépidos extranjeros que nos enseñan esa nueva tierra a la que aman.

Fabrizio construye y toca clavicémbalos. Dos holandeses levantan con sus propias manos una casa rural. Dana salió de su país con pasaporte falso y ahora mira al mar en el pueblo de Dalí. En la Seu hay una colombiana que a veces cambia el ritmo caribeño por la sardana y en Besalú un colombiano que a ratos cambia el pincel por las cebollas y las lechugas.

Entre Cadaqués y el Parque Nacional de Aigues-Tortes, están la judería de Girona, los volcanes de la Garrotxa, el puente de Besalú, los bosques de la Cerdanya y los bravos ríos del pirineo. Destino España recorre el norte de Cataluña.

Extranjeros en Cataluña

Matthew cambió las playas de Nueva Zelanda por la histórica ciudad de Girona. Regenta un restaurante en pleno casco antiguo y es nuestro guía por una zona que, después de 10 años, ya ha hecho suya.

Liliana vive muy cerca de la Seu de Urgell. Ha sido guía turística de la zona, habla perfectamente el catalán y baila sardana. Viajó desde Colombia para conocer la cultura europea y se ha quedado con la catalana.

Dana salió de Praga cuando todavía era comunista con un pasaporte falso. 26 años después para Dana eso es sólo una pesadilla que recuerda mirando al mar en su casa de cadaqués.

Nuestro cuarto extranjero es Duván, un artista colombiano que ha vivido en grandes ciudades de todo el mundo. Quizás por eso ahora tiene su casa en Besalú, un pueblecito medieval lleno de artistas. Duván es pintor, escultor y hortelano.

El padre de Ji encontró trabajo en Olot y Ji tuvo que dejar China para emprender una vida nueva en Cataluña. En siete años no sólo se ha integrado perfectamente sino que ha conseguido ser estudiante de Medicina.

Fabricio es un italiano que tiene una profesión poco común; se ha instalado en Barcelona en un taller para fabricar clavicémbalos. Lleva sólo un año aquí así que todavía no hay nada que no le guste de la ciudad que recorremos desde la Barceloneta hasta el parque Güell.

Bernard y Marlou saben muy bien qué significa eso de cambiar radicalmente de vida. Vienen de Holanda, una tierra llana, y ahora viven a mil metros de altura en pleno Pirineo. Trabajan cada día para construir con sus propias manos la que será su casa rural.