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Informe Semanal o la verdad bien dicha

  • Texto escrito con motivo del 30 aniversario del programa

Por
Baltasar Magro. Director del programa de 1988 a 1989 y 1996 a 2004
Baltasar Magro. Director del programa de 1988 a 1989 y 1996 a 2004

Hace cinco años, por estas fechas, reflexioné sobre el futuro de Informe Semanal y dije que era necesario que el programa ofreciera una propuesta propia porque los informativos diarios nos comían el terreno. El viejo Informe no podía construirse ya como un resumen de la semana porque cada vez teníamos menos que ofrecer los sábados ante una oferta, en medios y ocupación, que nos iba reduciendo los argumentos.

De haber sabido que, poco tiempo después, nuestro espacio iba a coincidir en su totalidad con la transmisión del partido de Liga de los sábados, habría sido incluso más prudente. También señalé que no podíamos dormirnos en los laureles de la historia, de ese feliz recorrido que nos ha hecho protagonistas durante tres décadas en la elaboración de reportajes con un alto nivel.

Lo increíble es que el programa resiste todos las embestidas, buena muestra de ello es que en la temporada pasada obtuvo como media casi dos millones y medio de telespectadores y cerca de un veinte por ciento de share. No son esas cifras las que me preocupan. Lo más importante es construir relatos de la actualidad siguiendo esa máxima de "la verdad bien dicha". Es decir, contar las cosas con un estilo peculiar; hacer periodismo plural, información audiovisual que nos diferencie claramente de otros medios de comunicación, con un enfoque y calidad indiscutible.

Hay dos factores que explican el éxito del programa y que no deben ser pasados por alto en este aniversario, casi galáctico para este tiempo errátil del mercado de la televisión. Informe Semanal ha llegado hasta aquí porque cuenta con un equipo de profesionales excelentes, de lo mejor de la "Casa" me atrevería a decir. Gentes que aman su programa, trabajan con denuedo (y me consta que por vicisitudes empresariales no reciben la compensación debida), y tienen un oficio que está por encima de la media. Con ellos es fácil lograr productos distintos y de condición excelente.

El otro factor es tozudo: hay una audiencia que aprecia la calidad, que desmiente a muchos gurús de este negocio empeñados en competir por abajo cuando existe un público capaz de apoyar programas como el nuestro. A los hechos me remito y la historia afortunada de Informe Semanal.