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"Dos partes de mí", cuarta entrega discográfica de Antonio Rey

Empezó a tocar en México,  de la mano de su padre el cantaor y guitarrista Tony Rey. Tenía diez o doce años. Ahora, Antonio Rey es una de las grandes realidades de la guitarra flamenca de nuestros días... Madrileño afincado desde hace años en Jerez, acaba de lanzar su cuarto trabajo discográfico "Dos partes de mí"

Antonio Rey
Enrique Santiago

Dice que es un loco más de la guitarra y del flamenco. Que vive por y para ello… Lo que él no sabe es cómo se lo agradecemos. Toques como el suyo son patrimonio de la humanidad… Pero el camino hasta llegar aquí –él lo sabe muy bien- no ha sido fácil… "La guitarra flamenca es muy complicada, confiesa Antonio Rey. Con ella, a solas, he pasado momentos muy duros, y de querer tirar la toalla… ¡Dios mío! ¿qué me pasa? Si cuantas más horas te echo peor te portas conmigo... Esto cómo es. Es un amor-odio como dice el maestro y casi todos los guitarristas".

Toca, dice, según le pilla el cuerpo... Tan purista, como innovador, su acercamiento a lo jondo está entreverado por las músicas del mundo… “Es difícil quedarte solamente con una música, asegura. Entonces, en el disco, he querido plasmar esto: he tocado por bulerías, he tocado por soleá, he dedicado un tema al maestro Riqueni, luego he tocado bolero, he tocado balada, he tocado bulerías con aires africanos y jazzeros con el maestro Richard Bonna y una rumba flamenca, otra rumba más tirando al pop…”

Contundente y preciso y tan espectacular como flamenco: un toque de los que llegan… Ahora vuelve con "Dos partes de mí", su cuarta entrega discográfica... Y lo hace con temas como "Ídolo", dedicado a su admirado Vicente Amigo… “En este caso un zapateado, y por un tono que él toca mucho: el tono de taranto. Un zapateado porque él siempre ha hecho varios temas con este ritmo, por eso se lo quise dedicar a él… Está lleno de melodías, de corazón… Ahí hay mucho corazón”

Mucho corazón y muchas cositas buenas dedicadas a ellos, sus maestros… Un horizonte que Antonio Rey acaricia con la punta de sus dedos…