Exposición de Pep Guerrero en el Castillo de Santa Catalina de Cádiz
Convertir en arte cualquier objeto cotidiano sólo depende de la imaginación y el talento de un artista. Es lo que plantea el mallorquín Pep Guerrero en su exposición Harpep's Bazar que se puede ver en la capital gaditana hasta el 19 de noviembre.
Pep Guerrero ha convertido una de las salas del gaditano Castillo de Santa Catalina en un fascinante almacén de objetos reciclados.
En este mundo globalizado en el que las grandes marcas y el mercantilismo lo dominan casi todo, Guerrero se toma la revancha haciendo que sea el arte el que invada los objetos más comunes. El colorista y deslumbrante estilo pop de Pep se propaga como una benigna epidemia artística a los soportes más inesperados. Desde un par de zapatos a un televisor, de los juegos infantiles a un ajedrez gigante, cualquier objeto es susceptible de convertirse en obra de arte.
Guerrero fulmina los siempre difusos límites entre el gran arte y la cultura popular, entre la obra y el producto. Combina los clásicos intemporales con las modas más efímeras. Plantea juegos visuales en torno al buen y al mal gusto. Y hasta le da una vuelta de tuerca a su propio planteamiento pintando una vulgar mesa y colgándola de la pared como si fuera un cuadro.