Un real concierto
Durante su visita a Gran Canaria los monarcas no quisieron perderse el concierto ofrecido por los niños y padres que forman parte del Proyecto Barrios Orquestados, una potente herramienta de integración social y formación artística en distintos barrios de la capital de la isla.
Los Reyes de España se desplazaron a El Batán durante su visita a Gran Canaria para asistir al concierto ofrecido por los niños y jóvenes de entre seis y 16 años que integran el proyecto Barrios Orquestados. Su director, José Brito, agradeció a los Reyes su presencia y "el compromiso de la Corona con la cultura", y les explicó que esta iniciativa de "intervención social" bebe del "altruismo y la generosidad".
Esta iniciativa, la de Barrios Orquestados, se ha revelado como una potente herrramienta de inregración social y de formación artística en los distintos barrios que ha encontrado acomodo, además de llevar el trabajo con los jóvenes músicos y familiares a los grandes espacios escénicos de la capital grancanaria,
Desde primera fila, Felipe VI y doña Letizia disfrutaron de los acordes de la canción congoleña Banaha, cantada por los niños y niñas que aún no han dado el salto a un instrumento. El Rey de España se giró al público ante la cerrada ovación que tributó a los intérpretes y el director una grada abarrotada con alrededor de 700 personas, familiares de los pequeños.
Ya con las decenas de violines y chelos en ristre, los músicos atacaron un heterogéneo repertorio que navegó desde el Billie Jean de Michael Jackson, hasta la canción popular chilena La reina del Tamarugal pasando por La marcha turca de Las ruinas de Atenas, de Beethoven. Esta última incluyó una letra creada por el propio Brito en homenaje a "los muchos hermanos del planeta que se ven obligados" a dejar sus hogares y buscar su futuro en otro lugar.
Finalizado el concierto, los monarcas departieron con los músicos durante más de un cuarto de hora, saludando en persona a una buena parte de ellos. Completada la agenda, reservaron tiempo también para acercarse a los dos centenares de ciudadanos que aguardaron su salida para poder estrecharles la mano.