La mutilación genital, una manifestación cruel de violencia de género
Un millar de mujeres, que viven en Canarias, están riesgo de sufrir mutilación genital. Una práctica habitual en países como Senegal, Nigeria, Mali y Gambia. Solo en la provincia de Las Palmas, los tribunales han dictado ya tres sentencias condenatorias por llevar a cabo esta práctica.
La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias pondrá en marcha en los próximos días una campaña informativa sobre la mutilación genital femenina a través de una serie de carteles que se colocarán en los centros y servicios sanitarios que conforman la Red del Servicio Canario de la Salud. Con esta iniciativa se busca concienciar a la población sobre los efectos negativos que esta práctica tiene en la salud de las niñas y mujeres que la sufren.
La mutilación genital femenina es una práctica especialmente dañina para la salud física, psicológica, sexual y reproductiva de las mujeres y las niñas, y supone un brutal ataque a los derechos humanos individuales y colectivos y una manifestación especialmente cruel de la violencia de género, es decir, aquella que sufren las mujeres y las niñas por el mero hecho de serlo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mutilación genital femenina comprende todos los procedimientos que de forma intencionada y por motivos no médicos, alteran o lesionan los órganos genitales femeninos. En Canarias habría 1.000 mujeres en riesgo, de las cuales 721 estarían residiendo en la provincia de Las Palmas.
En Las Palmas se han dictado cinco sentencias por mutiliaciones genitales de las que tres fueron condenatorias, pero cabe resaltar que nunca se aplicó agravante de parentesco, ni se solicitó la inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, ni se pidió indemnización para las niñas afectadas y ni se aplicó el artículo 22.4 de agravante por discriminación de género. En todos estos casos sentenciados las niñas afectadas eran menores de nueve años.