Miró, Calder o Tàpies, en Tenerife
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En 1960, una veintena de alumnos de arquitectura de Barcelona, entre ellos cuatro canarios, solicitaron a los artistas más relevantes de la época un dibujo para costear un viaje de fin de carrera por Europa. Ese sueño conmovió a muchos de aquellos grandes nombres, como Miró, Tàpies, Calder o Guinovart. Hoy esa colección se exhibe en la capital tinerfeña. Aquellos jóvenes pensaban subastar los dibujos, pero la colección jamás se desmembró. La compró el Colegio de Arquitectos de Barcelona por 500 mil pesetas y hoy se valora en 750 mil euros.
Vicente Saavedra, uno de aquellos alumnos y comisario de la muestra, destaca la generosidad de los 140 artistas, que no mandaron "un dibujito para pasar del paso, sino una obra que en esencia es lo que ellos hacían en su arte, pero resumido en una hoja de papel".
Esta muestra es una radiografía de todo lo que se hacía en esos años: desde el Expresionismo al Informalismo. Joyas, guardadas 55 años, que permanecerán hasta el 17 de abril en el Colegio de Arquitectos de Santa Cruz de Tenerife.
