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El uso de fertilizantes agrarios amenaza los humedales de Extremadura

Extremadura es rica en humedales. La mayoría, aquí, embalses y ríos vinculados a un uso agrario, y precisamente el uso de fertilizantes amenaza con contaminar las aguas. Nos acercamos a la situación de estos espacios en la región, en el Día Mundial de los Humedales.

AMENAZA HUMEDALES
Rubén Caballero

Numerosas carpas muertas en la orilla del embalse de Salor, en Cáceres. No es difícil encontrarlas. Fallecen por la falta de oxigeno, según nos cuenta el delegado de la Sociedad Española de Ornitología, SEO BirdLife, en Extremadura. Marcelino Cardalliaguet nos cuenta que los fertilizantes agrarios que acaban en las aguas de los embalses producen una explosión de algas, que cubren toda la superficie acuática, eliminan el oxigeno y producen esta moralidad.

Ahora, las algas sobreviven todo el año, como consecuencia de que, cada vez, son menores los ciclos de frío anual.  "El cambio climático está agravando muchos de estos problemas, los está alargando en el tiempo", asegura Cardalliaguet.

Otra pista de ese cambio climático, nos cuenta, es la aparición de gansos del Nilo en este embalse, que se están adpatando a nuestras condiciones climáticas con inviernos escasos. En el caso de la flora, resulta muy reveladora la adaptación de especies invasoras, como la zolla del Almonte o el camalote del Guadiana.

"Los pescadores se están quedando sin pences, los amantes de las aves, sin pájaros... Pronto notaremos más pérdidas. Ahora mismo, la gente de Mérida se ha quedado sin río. Son cosas que antes no pasaban", añade el responsable extremeño de SEO BirdLife.

Extremadura sigue siendo un gran refugio invernal para las aves, el tercero más importe de España, según la SEO, tras el Delta del Ebro y Doñana.