La Encamisá de Navalvillar de Pela: "Al que no diga viva que se le seque la barriga"
Al grito de "viva San Antón" y la respuesta de "y quien no diga viva que se le seque la barriga", miles de vecinos de Navalvillar de Pela, de emigrantes y de seguidores de pueblos vecinos, han vuelto a festejar en una de las noches más frías del año, el 16 de enero, a su patrón. Los jinetes engaladados con pañuelos multicolores y sus caballos con vistosas mantas también, son los protagonistas de 'La Encamisá'.
Fiesta de Interés Turístico Regional, la Encamisá de Navalvillar de Pela honra a San Antón con sus jinetes e infantería, llenando la plaza del Ayuntamiento, para escuchar el pregón del mayordomo, que se renueva cada año. Tres "vivas" a San Antón y un repique de campanas dan inicio al acto principal de la celebración: tres horas de paseo o trote a caballo y burro entre las hoguerras encendidas por las calles del pueblo, con los vecinos convidándose con vino y biñuelos, el dulce típico de esta fiesta.
La leyenda dice que el pueblo peleño engaño a un ejército moro con los puntiagudos gorros y hogueras, para hacerle creer que era le superaban en número. Lo cierto es que, ahora, en las noches más frías del año, las candelas que se colocan en cruces de calles y plazoletas se agradecen mucho.