Boicot a los deberes escolares
Este fin de semana arranca la campaña contra los deberes. La CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos) anima a las familias a no hacer las tareas escolares durante los fines de semana de noviembre. Una campaña para denunciar el exceso de tareas que sus hijos se llevan a casa.
Tareas sí, tareas no. Es el debate abierto por los padres. La Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumno propone a las familias no hacer tareas de fin de semana en noviembre. Consideran que son excesivos y no dan resultados.
España es el segundo país europeo, después de Italia, que más horas dedica a las tareas. Seis horas y media semanales frente a las tres de Finlandia. También es de los países con más horas lectivas al año. 1061 horas en el caso de secundaria. Sin embargo, ni el informe PISA ni los estudios de la OCDE reflejan un buen rendimiento escolar en nuestro país.
No hay estudios concluyentes sobre la influencia de los deberes en el rendimiento escolar. Según Amador Guarro, catedrático de Didáctica de la Universidad de La Laguna, los resultados de los estudios se reparten casi en el mismo porcentaje entre los que dicen que son positivos, los que consideran que no sirven para nada y los que aseguran que incluso son perniciosos para el aprendizaje. En su opinión, el debate sobre los deberes es sólo una parte del problema que tiene la enseñanza en España.
Para Amador, las tareas que rechazan los padres se basan en un método obsoleto de aprendizaje que considera que se aprende repitiendo en casa lo enseñado en clase. Según el experto, en muchas ocasiones las tareas ni siquiera son supervisadas por los docentes. Propone tareas individualizadas y más activas. Algo que para nada propicia la última reforma educativa, la Lomce, con unos curriculum decimonónicos.
Aunque la CEAPA aclara que no es un pulso al profesorado, lo cierto es que ellos no han recibido bien la campaña. Se quejan de que carga toda la responsabilidad en los docentes. Desde el STEC (Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Canarias) exigen respeto y rechazan la campaña porque cuestiona "gratuítamente" su profesonalidad y alienta conflictos innecesarios en los centros.
En lo que todos coinciden es en que el debate sobre qué y cómo se enseña es un debate muy necesario.