Enlaces accesibilidad

Pepa Bueno: "España a las 8 era un contenedor de noticias maravilloso"

Por

Creo que mi primer contacto con la actualidad, con las noticias, con lo que pasa en el mundo vino a través de la radio.

Sin embargo, pertenezco a la generación de la tele, el primer televisor que llegó a mi casa, vino justo después de nacer yo.... La pantalla forma parte de mi vida desde que tengo uso de razón.

Pero en mi primera infancia la tele no emitía por la mañana, y después costó hacerse el hábito. Mi madre ponía la radio en cuanto se levantaba. Recuerdo perfectamente aquel "run run" de noticias a primera hora, antes de irnos al cole. Siempre RNE. Y se me quedó la costumbre.

Me enganché pronto a aquella cabecera que me recordaba cada mañana que estábamos en España a las seis, a las siete y a las ocho. Durante mucho tiempo, como un mundo mágico que llegaba por al aire para contarme historias, que no siempre entendía o me interesaban.

Pero cuando empecé a estudiar periodismo, aquella cantinela matinal se convirtió en la sintonía de mi vida.

"La radio pública entró en mi vida para no salir"

Y aunque yo siempre pensé que trabajaría en un periódico, mis primeras prácticas y mi primer contrato de trabajo, estudiando todavía la carrera de Periodismo en Madrid, fue en la radio, primero en Radiocadena, después Radio Nacional. Y la radio pública entró en mi vida para no salir.

Recuerdo muchos nombres propios que me decían aquello de España a las seis, a las siete y a las ocho: Antonio Casado, Luis de Benito... pero por aquello de que yo era una joven periodista que quería comerse el mundo, recuerdo especialmente a Merçé Remolí. No estuvo mucho tiempo, pero era una mujer al mando de una nave donde siempre había escuchado a hombres.

Y las Españas, como llamábamos a ese contenedor maravilloso de noticias, entrevistas, reflexiones, apuntes, de política, cultura o economía, se convirtieron en un modelo para mí.

Más tarde, llegó el momento en el que yo misma "entraba" para informar en las Españas, desde Plasencia, Zaragoza o Madrid.

Y ahora, cuando la televisión ocupa todo mi tiempo, las señales horarias y el arranque de las Españas, siguen siendo mi despertador favorito.