El doctor que guardó la momia de su hija en el salón de casa y el podcast que cuenta su historia
- La historia del Doctor Velasco y su hija Conchita inspira el podcast La colección del doctor Velasco
- Dirigido y presentado por Lourdes Castro, los cuatro episodios están disponibles en RNE Audio
Hay quienes guardan un retrato, una foto o alguna pertenencia para recordar a quienes ya no están y, luego, está el doctor Velasco. Un hombre reconocido como uno de los médicos más prestigiosos del siglo XIX que, sin embargo, pasará a la historia por guardar la momia de su hija en el salón de su casa. Esta es la macabra historia, ocurrida en el Madrid del siglo XIX, que ha inspirado el podcast de RNE Audio, La colección del doctor Velasco.
En ocasiones, la realidad supera a la ficción. A lo largo de cuatro episodios, dirigidos y presentados por la periodista Lourdes Castro, nos adentramos en uno de los relatos más desconocidos y misteriosos de la medicina en nuestro país. El protagonista es, Pedro González Velasco, uno de los más prestigiosos cirujanos en la España de finales de 1800.
'La colección del Doctor Velasco', en RNE Audio RTVE
Su extraña pasión: diseccionó 8.000 cadáveres
Procedente de una familia humilde, hijo de pastores segovianos, tuvo la suerte de ser acogido en Madrid por una familia de aristócratas que sufragaron sus estudios de Anatomía. Llegó a convertirse en catedrático de operaciones en la Facultad de Medicina de Madrid y doctor en el Hospital Clínico San Carlos, mientras desarrollaba su gran pasión: la conservación de cadáveres para la enseñanza. Se dice que llegó a diseccionar más de 8.000 cuerpos. De su futura colección él mismo describió: "Una sorprendente colección de huesos humanos, [...] deformidades, lesiones anatómicas, [...] una completísima y numerosa reunión de cráneos, entre los que se encuentran varios de criminales, idiotas y monomaniacos".
Museo Antropológico del Doctor Velasco en el siglo XIX
La leyenda negra y la muerte de su hija Conchita
La gran brecha en su biografía estuvo marcada por la muerte de su hija Conchita. Con tan solo 15 años, su única hija moría a causa de una fiebre tifoidea. Aquello le sumió en una profunda depresión, durante años se culpó por haber sabido curarla. Desesperado e incapaz de asumir los hechos, Velasco pidió permiso para embalsamar personalmente a su hija. Cuentan que en su obsesión, Velasco cubrió las paredes de su casa con retratos de Conchita.
Once años después, en 1875, Alfonso XII inauguraba el Museo Anatómico de Velasco y, en su delirio obsesivo, quiso exponer allí el cuerpo momificado de su hija. La ruina económica y emocional marcaron los últimos años de vida del doctor: sumido en el recuerdo de la pérdida de su hija y aquejado de una grave enfermedad pulmonar, fallecía el día 21 de octubre de 1882. "El cuerpo permaneció expuesto en el salón grande del museo durante los dos días siguientes; al final, ¡el propio doctor formó parte de la exposición!", escribió su biógrafo.
A pesar de que su deseo era que sus restos mortales descansaran, junto a los de su mujer e hija, en el propio museo, años después su viuda, Engracia Pérez, que nunca aprobó la conducta de Velasco, decidió el traslado del cuerpo de Conchita de nuevo al panteón familiar de la Sacramental de San Isidro, donde actualmente descansan padre, madre e hija.
Tumbas del doctor Velasco y su familia en el Cementerio Sacramental de San Isidro, en Madrid.
La casa del Doctor Velasco, un museo que ahora puede visitarse
A lo largo de su vida, viajes e investigaciones, el doctor Velasco fue amasando una vasta colección etnológica que albergaba en su casa, una mansión que pudo permitirse gracias a su gran fortuna como médico y que mandó construir a su amigo y reputado arquitecto el Marqués de Cubas. Una bella construcción neoclásica que, además de servirle como residencia, emplearía como museo personal.
Cráneos, un orinal de Carlos III, pájaros disecados… Tras la muerte de Velasco, nadie sabía muy bien qué hacer con su colección. Algunos objetos son destruidos, mientras que otros se reparten entre museos y facultades de todo el país. Entre sus pertenencias, la momia más misteriosa de todas. Durante décadas permaneció mal etiquetada dentro de un arcón, dando origen a una tétrica leyenda que ensombreció aún más la memoria de Velasco. En la actualidad, se ha convertido en el Museo Nacional de Antropología, situado en el corazón de Madrid, frente a la estación de Atocha. ¡Comienza a escuchar el podcast aquí!
La colección del doctor Velasco