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Ramón Jáuregui: "Estoy en el final. Lo sé"

  • El eurodiputado Ramón Jáuregui nos cita en el Parque del Retiro
  • Nos descubre a pinceladas su vida personal y repasa su dilatada vida política
RNE-España Directo

Viernes 9 de abril de 2010. Parque del Retiro. Hemos quedado para tomar el aperitivo con Ramón Jaúregui, eurodiputado socialista.

Llega unos minutos tarde. Sigue trabajando con intensidad aunque sabe que está de retirada.

Está orgulloso de lo que ha hecho y siente que podría hacer mucho más. Es consciente de que no tendrá otra oportunidad, al menos en política.

Algunos recuerdos amargos

El que fuera un joven activo tanto en la UGT como en el PSOE, siente que "ya no tiene sueños ni aspiraciones". Lo que tiene son muchos recuerdos. Algunos muy amargos.

Su etapa en Euskadi, en los años más duros y sanguinarios de ETA, poco o nada tienen que ver con la vida que ofrece Estrasburgo. Allí lleva una vida más relajada.

Sigue leyendo mucho, como siempre, tal vez más que antes. Nos recomienda 'Vidas rotas' de Florencio Domínguez, Rogelio Alonso y Marcos García Rey, porque a las víctimas hay que seguir recordándolas.

Él tiene vivos en su memoria sus rostros, sus voces y los últimos viajes, cuando en los aviones del Ejército acompañaba a los féretros a las localidades de origen de los asesinados.

También las capillas ardientes y los funerales. Ese dolor que produce la muerte no se olvida.

Una juventud sacrificada

Habla de todo esto con la serenidad que aportan los años y la experiencia.

Es una persona equilibrada y aunque confiesa que es capaz de desconectar con facilidad, "que no le cuesta cortar", lo cierto es que en su vida ha habido muchas renuncias.

Siente nostalgia por una juventud que vivió de forma demasiado sacrificada pero sobretodo, le gustaría poder pasear por el casco viejo de su ciudad natal, San Sebastián, ciudad de la que fue orgulloso alcalde, e incluso poder vivir allí tras su jubilación. No sabe si podrá. Circunstancias obligan.

Terminamos el vermú y las aceitunas y nos despedimos hasta la próxima. Salimos caminando del Parque del Retiro, hace un día radiante.

Si él llegaba excusando su demora, ahora somos nosotros los que le pedimos disculpas por haberle robado el pequeño placer de recibir a su esposa en la estación.