Los Veintisiete acuerdan recortar un 90% las emisiones de CO2 en 2040, pero con muchas flexibilidades
- La ministra Aagesen celebra un acuerdo con "liderazgo español", aunque hay concesiones a capitales reticentes como Roma
- El pacto permite a la UE llevar a la cumbre del clima de Brasil su plan climático actualizado
Tras una negociación maratoniana, de casi 24 horas y que ha terminado ya bien entrada la madrugada, los países de la Unión Europea han llegado este miércoles a un acuerdo para reducir sus emisiones de CO₂ en un 90% para 2040 respecto a 1990.
Mantener este objetivo, en pleno cuestionamiento de la agenda verde de la UE, era la línea roja de países como España. Sin embargo, ante las reticencias de otras capitales como Roma, se han introducido medidas que conceden mayor flexibilidad a los Estados miembros, tal y como han acordado los ministros de Medio Ambiente de los Veintisiete en Bruselas.
El pacto se ha alcanzado por mayoría cualificada y con los votos en contra de Eslovaquia, Hungría y Polonia. Permitirá que la UE pueda presentar su plan climático actualizado de cara a la inminente cumbre del clima, la COP30, que comenzará el próximo lunes en la ciudad brasileña de Belém.
Concesiones para la industria europea
El bloque comunitario, que ya debería haber entregado a la ONU sus planes climáticos actualizados diez años después del Acuerdo de París de 2015, ha sido incapaz de adoptar una cifra concreta para 2035 y se queda en el rango entre el 66,25 % y el 72,5 % de CO₂ respecto a 1990.
El texto definitivo tendrá que negociarse aún con el Parlamento Europeo, algo que esperan que ocurra antes de que acabe el año. Si finalmente la Eurocámara da su visto bueno, el objetivo pasará a recogerse en la ley europea de clima y será legalmente vinculante.
Entre las concesiones acordadas, se establece por ejemplo que un 5% de esa reducción se va a poder externalizar, financiando proyectos verdes en terceros países. Además, en una revisión posterior Bruselas podría dar luz verde para proporcionar un 5% adicional de esta externalización. Eran reclamaciones de algunos países críticos con el objetivo global acordado con el fin de proteger la competitividad de la industria europea.
Un acuerdo con "liderazgo español"
La vicepresidenta tercera y ministra española de Transición Ecológica, Sara Aagese, ha celebrado el acuerdo tanto del rango acordado para 2035 como el de 2040 como un mensaje "muy positivo". Es un "gran avance", ha afirmado desde Bruselas. Se ha acordado "gracias al liderazgo de España" junto con un grupo de países con "posicionamiento afín" -Suecia, Países Bajos, Alemania, Finlandia-, además de la presidencia de turno de la UE, que este semestre ostenta Dinamarca.
"Hemos logrado lo que siempre España defendió, aprobar un recorte del 90% en las emisiones para 2040 y que este objetivo tuviera una vinculación con las orientaciones que nos marca la ciencia climática", ha resaltado. Además, se ha hecho con una "amplia mayoría" de países a favor, 21, lo cual refuerza la posición de la UE, lo que "refuerza la posición de la UE en la COP30".
"Mi valoración clara es que se trata de un compromiso muy bueno y sólido, y lo mejor que podíamos lograr colectivamente", ha señalado el ministro danés de Clima, Lars Aagaard, quien ha estado al frente de las negociaciones. En una rueda de prensa posterior a la reunión, Aagaard ha recordado que los países que han votado a favor suponen el 80% de la población de la UE.
Un mandato "excepcionalmente fuerte" para negociar en la COP
Se trata de un mandato "excepcionalmente fuerte" de cara a la COP, que permitirá a la UE "exigir más" a otros actores durante las negociaciones en la cumbre, tal y como ha explicado en rueda de prensa este miércoles tras la reunión de los ministros de Medio Ambiente el comisario europeo de Clima.
En un contexto de retroceso de las políticas verdes a nivel global, liderado por el negacionismo climático del presidente estadounidense, Donald Trump, este objetivo de la UE "no tiene parangón" con la excepción del plan de reducción de emisiones de Reino Unido, que recortará un 81% el CO₂ para 2035.
"El objetivo acordado hoy envía una señal clara a los agentes económicos europeos: la descarbonización es el camino a seguir", ha apuntado por su parte Connie Hedegaard, excomisaria europea de Acción Climática y presidenta de la Fundación KR.
Otras organizaciones son más críticas. El think tank energético Fundación Renovables ve "intolerable" un acuerdo que "supone aumentar los créditos internacionales para compensar emisiones de la UE a costa de países del Sur Global". Además representa "una concesión directa para el lobby fósil, ya que se habla por primera vez de usar combustibles sintéticos más allá de 2030 como herramienta de descarbonización, siendo la electrificación la única opción real".