Enlaces accesibilidad

La cultura tras la pandemia: del boom de los conciertos a la caída de las salas de cine

  • El Anuario SGAE 2025 de las artes escénicas, musicales y audiovisuales refleja las tendencias de consumo
Imagen de un concierto en el Movistar Arena de Madrid.
Imagen de un concierto en el Movistar Arena de Madrid. EFE/ Fernando Villar
ESTEBAN RAMÓN

Crecimiento de la música popular, lenta recuperación de las artes escénicas, y preocupación por las salas de cine. El Anuario SGAE 2025 de las artes escénicas, musicales y audiovisuales, presentado este viernes, revela los datos de 2024 y completa ya un largo estudio longitudinal de 25 ediciones en las que se pueden sacar conclusiones de las tendencias de consumo cultural de este siglo en España, el impacto de la crisis de 2008, y sobre todo, un panorama de vencedores y vencidos tras la pandemia.

“El impacto de la pandemia de covid ha provocado un miedo capas sociales de mayor edad y también un mayor atrevimiento en la juventud”, resume el presidente de la Fundación Sgae, Juan José Solana. “El miedo se ve en la escasa asistencia a espectáculos como teatro, sobre todo, y el cine. Y el atrevimiento provoca más afluencia a espectáculos musicales y de entretenimiento en general. Es algo como parecido a lo que ocurrió tras la II Guerra Mundial: olvidarse a base de mucho entretenimiento”.

El boom se llama conciertos de música popular, que sobrepasaron la línea de recuperación prepandémica y continúan creciendo. Lo refleja el anuario en la evolución de la actividad: en 2024 hubo un 32% más de conciertos que 2019, lo que tiene su correlación en el número de asistentes y, sobre todo, en la recaudación.

“Eso, sin contar los macrofestivales, que han crecido por su parte un 21% desde 2019”, detalla el director general de la Fundación Sgae, Rubén del Castillo. “Se ha disparado la recaudación, más allá de la inflación: el público de concierto está ahora dispuesto a pagar más dinero, las entradas se agotan en minutos, y los promotores pueden traer a grandes artistas”, analiza disipando cualquier consideración de burbuja. “Llevamos siete años hablando de burbuja”.

De hecho, agregando la recaudación de los macrofestivales a los conciertos, la recaudación está a punto de doblar las cifras de 2019. “Los conciertos viven uno de los momentos más importantes de los últimos 40 años. Además, es algo muy diversificado en todas las capas sociales. Se ha incorporado como una de los principales gastos de la juventud”, dice Del Castillo.

En cuanto a la música grabada, el momento también es dulce y los ingresos derivados principalmente de las suscripciones a plataformas de streaming continúan creciendo y todavía no han tocado techo.

La asistencia a salas de cine, la cruz de 2024

A la recuperación de los espectáculos en vivo tras la pandemia, al cine en salas se le sumó el auge de las plataformas. El resultado es que la recaudación en salas ha caído en 2024. “El problema no es que haya caído un 2,2% lo preocupante es el cambio de tendencia: desde 2020 se estaba recuperando año a año y ha parado”. La recaudación de 2024 fue todavía un 20% menor respecto a 2019 y, si la tendencia no se revierte, las salas tendrán que adaptarse a esa nueva normalidad.

Las artes escénicas, que no sufren como el cine esa competencia doméstica, prácticamente han vuelto a la actividad de 2019 en cuanto a número de espectáculos

Pero hasta ahí las buenas noticias, porque si hablamos de espectadores la brecha se amplía: en 2019 eran 14.143.000 y, en 2015, 10.388.000, si bien la tendencia desde la pandemia es de crecimiento, la velocidad parece que se aminora. “Nuestra sospecha es que el público de mayor edad ha tenido miedo”. Respecto a 2008 la brecha es abismal: entonces eran 19.548.000 espectadores, prácticamente el doble de 2014, los que asistían a espectáculos de arte escénicas.