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Un hombre atrincherado durante más de 35 horas en una vivienda en Agost se suicida con una escopeta

  • El joven se encontraba rodeado por un amplio dispositivo de seguridad de la Guardia Civil
  • Pese a la tensa situación, no ha habido otros heridos ni se han producido enfrentamientos con los agentes
Imagen recurso de la Guardia Civil
Imagen recurso de la Guardia Civil GUARDIA CIVIL
RTVE.es

Un hombre de 25 años se ha suicidado con una escopeta tras estar atrincherado durante más de 35 horas en su domicilio de la localidad alicantina de Agost. Pese a la tensa situación, no ha habido otros heridos ni se han producido enfrentamientos con los agentes. Alrededor de las 12:45 horas de este jueves, los agentes han escuchado un disparo en el interior de la vivienda. De inmediato han accedido al domicilio, donde han hallado el cuerpo sin vida del joven. Los familiares del fallecido, que desde la madrugada han estado participando en la negociación para que se entregara, gritaban: "¡Un médico, un médico!".

El fallecido estaba atrincherado desde la madrugada del martes al miércoles, y se encontraba rodeado por un amplio dispositivo de seguridad de la Guardia Civil, sin que hubiese rehenes ni heridos.

El alcalde de la localidad, Juanjo Castelló, visiblemente afectado por el desenlace final, ha deseado a la familia "lo mejor en nombre de todo el pueblo" y ha pedido a los medios de comunicación "tranquilidad" para ayudar a los allegados del fallecido "a que pase un poco todo esto".

El alcalde también confiaba en que las negociaciones de las últimas 36 horas hubieran dado otro resultado, "pero en este caso no ha sido así". Numerosos vecinos han acudido a las inmediaciones del domicilio y no han podido ocultar su consternación por este trágico final.

El atrincherado contaba con varias escopetas que había en la vivienda, ya que se trata de una familia con tradición de caza. Se encontraba encerrado en una de las habitaciones del domicilio familiar y durante horas, psicólogos, negociadores y guardias civiles intentaron, sin éxito, que depusiera su actitud. También lo hicieron sus padres, su hermano y otros familiares.

Los alrededores del domicilio, en la calle Fermín Sánchez, se había cortado al tránsito a la espera de que "con paciencia", según fuentes policiales consultadas por EFE, el hombre desistiera y entregase las armas.