Diego Olmos: "'Nosferatu' me aterrorizó como ninguna otra película lo ha hecho en mi vida'
- El dibujante adapta al cómic la versión original de F.W. Murnau, de 1922
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Nosferatu (F.W. Murnau, 1922) es una de las obras maestras del cine y una de las películas de terror más influyentes de la historia. Fue una versión no autorizada de la novela Drácula, de Bram Stoker, y la viuda del escritor irlandés consiguió que se prohibiera y que se ordenase la destrucción de todas las copias. Afortunadamente se salvaron algunas. Además, durante el rodaje corrió la leyenda de que el protagonista (que nunca se quitaba el maquillaje), era un vampiro de verdad. Un clásico rodeado de leyendas que redefinió el mito vampírico, que sigue de actualidad (como demuestra la reciente adaptación de Robert Eggers de 2024), y que el dibujante Diego Olmos (Batman en Barcelona) acaba de adaptar al cómic Nosferatu. una sinfonía del horror (Planeta Cómic).
"Soy muy fan del cine expresionista alemán -nos explica Diego-. De hecho, uno de mis primeros trabajos, cuando decidí dedicarme al cómic, fue una adaptación de El gabinete del doctor Caligari (Robert Wiene, 1920), que realicé en 1999. Y mi plan original era completar una trilogía con El Golem (Paul Wegener, Carl Boese, 1920). Aunque cuando descubrí El estudiante de Praga (Henrik Galeen, 1926) también me fascinó, porque es una historia muy loca y muy interesante visualmente. Así que todavía no me he decidido, pero algún día completaré la trilogía con una de esas dos".
Página de 'Nosferatu. Una sinfonía del horror'
En cuanto a lo que aportó Nosferatu al mito de los vampiros, Diego nos comenta: "Creo que ese cine expresionista alemán, junto con las vanguardias rusas y alguna cosa más fueron los que marcaron lo que es el cine, la manera de estructurar las películas y de construir una historia que ya no parecía una obra de teatro grabada. Y en cuanto a nivel temático, soy muy fan del terror y Nosferatu es una película fundacional al 100%. La novela de Stoker puso las bases de los vampiros en la literatura, pero Nosferatu lo hizo para los medios audiovisuales".
"Lo de chupar la sangre a la gente para alimentarse ya lo teníamos en la novela de Drácula -añade Diego-, pero lo de que la luz del sol es mortal para los vampiros es una innovación de la película de Nosferatu. Además, creo que la mayor aportación de Nosferatu es haber creado uno de los monstruos más icónicos de la historia, al nivel únicamente de Alien, Frankenstein y alguno más. Todo el mundo reconoce al vampiro de Nosferatu aunque no haya visto ninguna de sus películas".
Página de 'Nosferatu. Una sinfonía del horror'
"He querido añadir el tema de la lucha de clases"
Sobre sus aportaciones a la historia, Diego Olmos nos comenta: "Una de las ventajas de jugar con el cine mudo, y que ya me pasó con Caligari, es que hay muy poco diálogo (en los intertítulos). Y gracias a eso he podido añadir un tema que se tocaba poco, quizás por su origen decimonónico, en el libro de Drácula: la lucha de clases. Mi protagonista es un conde perteneciente a una nobleza vetusta y medieval, enfrentado a gente moderna, entre comillas, del Siglo XIX, como son los dos protagonistas, ese matrimonio humilde formado por Hutter y Ellen. Él trabaja en una oficina, se acaban de casar y supongo que están pensando en tener hijos, que es lo que se hacía en la época. Y ese matrimonio humilde se enfrentará al conde, en una época en que la nobleza y las monarquías empiezan a ir de capa caída. Me pareció importante enfocarlo por ahí, sobre todo porque no se ha hecho en ninguna otra adaptación que yo haya visto".
En el cómic, Diego Olmos usa el género epistolar en homenaje a la novela de Stoker: "Si, es un homenaje a ese libro que, al final, es el origen del mito del vampiro. También he introducido alguna frase del libro, como cuando Hutter llega al castillo del conde Orlok y este le dice: "¡Entre por propia voluntad y deje aquí parte de la alegría que lleve consigo!" Ese diálogo no aparece en Nosferatu".
Página de 'Nosferatu. Una sinfonía del horror'
"Aparte de dibujar el cómic, lo que me ha llevado más tiempo -añade el guionista y dibujante-, ha sido reestructurar la narración para adaptarla a lo que yo quería hacer. Si te fijas, las escenas son las mismas, pero están intercambiadas. Muchas de ellas ocurren antes o después de como pasan en la película. La estructura del cine de los años 20 era bastante caótica y yo he intentado ordenarlo de una manera más literaria, como si fuera una novela. Que tuviera un poquito más de sentido, como por bloques. Al final son cinco capítulos y cada uno tiene una temática".
"Y luego -concluye- como no tengo música ni sonido, he intentado que los diálogos fueran un poco más poéticos, más góticos, más del romanticismo. Y eso creo que es un plus respecto a las películas, ya que non mudas o tienen muy poco diálogo. Yo no tenía esa música maravillosa, pero lo he sustituido por esa poesía de los diálogos".
Página de 'Nosferatu. Una sinfonía del horror'
"Ha sido muy fácil dar vida a Orlok"
No es mismo hacer una ilustración que dar vida a un personaje de cómic, por eso preguntamos a Diego si le ha resultado complicado hacerse con el personaje de Orlok. "En este caso ha sido muy fácil. Hice el primer dibujo y todo me salió rodado y de forma muy natural. Con Ellen me pasó lo mismo, porque me encantan esos vestidos y esos peinados decimonónicos y disfruté mucho dibujándola. Aunque confieso que mi visión de Ellen era Isabel Adjani en la versión de Herzog (1979), esa mujer muy bella, pero que siempre está lángida, como muy triste. Además, cuando Isabel hizo la película debía tener unos 25 años y yo quería que el personaje fuera más joven, como de 19 o 20, así que la rejuvenecí un poco, le puse una cara más de adolescente.
"Con Hutter fue un poco más complicado porque tiene un físico muy neutro y un pelo un poco extraño y me costó un poco adaptarme -añade el dibujante-. Tampoco me basé en el actor porque el que hacía de Hutter tenía una cara más redonda, más de la Alemania de la época, mientras que yo lo he hecho más guapo".
Pero hay un personaje que sí es igual que el de la película: "Knock, el patrón de Hutter. He querido conservar su aspecto porque me encanta y me da mucho juego. Ya en la película el hombre parecía una caricatura, no parecía de verdad sino que lo habían dibujado. No sé si estaba muy maquillado pero su look me encanta".
Página de 'Nosferatu. Una sinfonía del horror'
"En el Expresionismo Alemán, la base de todo es la atmósfera"
Destacar la atmósfera del cómic, que Diego describe con estas palabras: "En el Expresionismo Alemán, la base de todo es la atmósfera. Es esa plasmación en el espacio de las emociones de los personajes. O sea, una cosa va asociada a la otra. En esas películas vemos como las emociones de los personajes, transmiten o se empapan del entorno. Y al revés: el entorno los empapa a ellos. Es una fusión muy interesante".
Visualmente el expresionismo se caracteriza por ese contraste entre luces y sombras y lo cierto es que nos podemos imaginar este cómic así. "Originalmente era en blanco y negro con grises -nos confiesa Diego-, pero como he pasado tanto tiempo con él lo fui rehaciendo. Un día, que llevaba tiempo sin tocarlo, volví a ver la película y me di cuenta que que las copias que existen tienen dos tonos, ocres para las escenas diurnas y azules para las nocturnas. Y pensé voy a probar. Y me funcionó genial. Y encima, usando colores, podía añadir el rojo, que es lo que más echaba en falta, al hacerlo en blanco y negro, ese rojo de la sangre con el que podía hacer destacar ciertos elementos. No abuso de ese efecto, pero intento meterlo en momentos clave y creo que funciona genial".
Página de 'Nosferatu. Una sinfonía del horror'
"La versión de Herzog me aterrorizó"
Ya que Diego ha mencionado la adaptación de Werner Herzog: Nosferatu, Vampiro de la noche (1979), le preguntamos que le parece, al igual que la reciente adaptación de Robert Eggers, de 2024. "Soy muy fan del Nosferatu de Herzog porque es la primera versión que vi de niño y me aterrorizó como ninguna otra película lo ha hecho en mi vida. Yo creo que es un poco el germen de querer hacer este cómic. La vi por casualidad, porque mi abuelo nos llevaba cada semana a las películas de reestreno, con ocho o nueve años, y se le ocurrió llevarnos a esta que es bastante terrorífica hasta para un adulto. Y me impactó muchísimo".
"En cuanto a la versión de Robert Eggers -añade el dibujante-, es un director que me encanta, pero creo que es lo peor que ha rodado. No puedo decir que sea una mala película, porque rueda muy bien, con muy buen gusto... pero la veo muy extraña. Tanto la versión de Murnau como la de Herzog van muy al grano, tienen muy claro lo que quieren contar, mientras que la de Eggers empieza a dar vueltas sobre sí mima y no sabes muy bien lo que quiere contar. Al menos esa es la sensación que yo tuve. Me dejó muy frío".
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Una estupenda documentación
Destacar también la documentación que Diego maneja para el cómic. "Me he tenido que documentar bastante, la verdad -nos confiesa-. El barco que sale no es exactamente igual a de la película. Bueno, en cada película es diferente. Pero es un modelo real de la época que era de descarga y cuyo diseño me gustó, ya que era fácil de dibujar. No se me da muy bien dibujar barcos y cosas de estas, así que pensé en algo que fuera reconocible, que fuera sencillo y que pudiera funcionar".
"Otro ejemplo de eso -añade-, es la pistola que usa Huller al final del cómic. Es una pistola de la época pero tuve que buscar un arma que tuviera más de un disparo, porque estaban empezando a aparecer en esa época. Y encontré justo el modelo que usa y que no está en ninguna de las películas. Lo que hace con esa pistola también es como una pequeña victoria, dentro de tanta tragedia".
Por cierto que, mientras dibujaba, Diego Olmos nos comenta que escuchaba: "La banda sonora del Nosferatu de Herzog, que es de Popol Vuh, y también música clásica que me trasladase un poco a ese mundo decimonónico, como Wagner y cosas así, aunque soy consciente de que es anterior. Pero lo importante es que esa música me permitiese meterme en esa época, porque hay una cosa que me molesta de las series de ahora, que es que están en la roma clásica y la música parece sacada de Manhattan en el Siglo XXI. Si haces eso creo que pierde la magia del cine de época".
En cuanto a sus proyectos, Diego Olmos nos avanza: "Tengo un cómic acabado y estoy preparando otros cuatro, aunque a algunos les doy más prioridad que a otros. Tengo cuatro acumulados porque en estos últimos años me he centrado mucho en la ilustración. Y ahora estoy centrado en un proyecto sobre el Japón feudal".
No os perdáis este fabuloso cómic que homenajea a una de las películas más importantes de la historia del cine".
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