No desperdicies la piel de la fruta, estos son sus secretos
- La pulpa de la fruta esconde grandes sabores, ¿Y su piel?
- Reaprovechar la piel de la fruta puede ser una gran receta contra el desperdicio
¿Con piel o sin piel? Esta es la pregunta que uno se hace al comer una determinada fruta. A pesar de la consolidada costumbre de pelar todas las frutas antes de comerlas, es necesario recordar los beneficios que la propia piel de la fruta puede aportar a nuestro metabolismo.
Vamos a descubrirlo con Koldo Arrastia, reportero de Aquí la Tierra, que nos lleva hasta Bilbao en el restaurante Aitaren.
Vitaminas y fibra: algunos de sus beneficios
En primer lugar, comer fruta con piel asegura un mayor aporte de vitaminas, fibra y minerales, esenciales para el cuidado y mantenimiento del organismo y, en particular, del tracto intestinal. Frutas como los kiwis y las peras son ricas en un tipo particular de fibra, llamada fibra insoluble, un verdadero aliado para nuestro tránsito intestinal.
Afortunadamente, hay varios tipos de fruta que nunca se nos ocurriría pelar. Pensemos, por ejemplo, en frutas del bosque como las fresas, frambuesas, arándanos y moras, ricas en antioxidantes, útiles para ralentizar el envejecimiento de nuestras células, prevenir enfermedades cardiovasculares y mantener un sistema inmunitario sano.
Plato con piel de fruta y fruta en polvo
Las cáscaras: fuentes multivitamínicas
Existen infinidad de frutas en nuestro planeta, entre ellas algunas de las que nunca nos comeríamos la cáscara, a pesar de que en otras partes del mundo se consumen a diario. La piel del plátano se consume habitualmente en países orientales, como la India, pues aporta a quienes la comen más potasio y magnesio, así como las vitaminas B6 y B12.
Otro ejemplo de cáscara que no se consume habitualmente, salvo confitada, es la piel de la naranja. Las propiedades beneficiosas que contiene la piel de naranja son diversas. Entre otras, actúa contra la inflamación, combate la acidez estomacal y posee beneficios antialergénicos.
Aunque pueda parecer difícil de comer tal cual, y es comprensible, con la piel de naranja se pueden preparar excelentes infusiones, enriqueciéndolas con especias como la canela o el clavo. ¡También se pueden preparar estas infusiones con la piel del limón!
Bandeja de fruta confitada
Un mundo de posibilidades culinarias
Son muchas las recetas que se pueden preparar con la cáscaras de las frutas. La cáscara de mango deshidratada puede servir como aperitivo, con la cáscara de melón podemos preparar un rico chutney y mezclar la cáscara de manzana con especias para crear un polvo que puede dar sabor a las recetas.
Poner en práctica este hábito, además de beneficiar a nuestro organismo, es útil para reducir el desperdicio de alimentos. Cada vez que pelamos una fruta, conseguimos un recurso que nunca debe desperdiciarse.