Raphael: "No me voy nunca, me iré el día que me tenga que ir por narices"
- El cantante ofrece en TVE su primera entrevista tras su problema de salud
- Raphael se siente "muy bien" y, en estos cuatro meses, ha echado de menos los escenarios
Raphael ha estado cuatro meses fuera de los focos y de los escenarios, un tiempo que al cantante de Linares se le ha hecho largo. En su primera entrevista a TVE, tras su problema de salud, confiesa: "Yo echo mucho de menos el escenario siempre, a mí me hace falta".
"Yo no me voy a ir nunca, me iré el día que me tenga que ir por narices", asegura rotundo al periodista Carlos del Amor, y añade que echa mucho de menos cantar porque "es mi forma de vida, mi familia y mi carrera es una cosa que va junto todo".
Preguntado por cómo afrontó el linfoma cerebral, apunta que "ante algo así no hay que huir, hay que colaborar" y afirma que "no es que sea muy valiente, es que no hay otro camino".
Entrega en cuerpo y alma
"Yo me entrego en cuerpo y alma", resume como filosofía vital para precisar que los médicos no tenían que pedirle permiso. Admite que tenía "un miedo muy medido", incluso habla de "terror", pero "si hay que hacerlo se hace".
Hace suya una expresión mexicana, se considera "muy aventado, echado pa alante como dicen en México", aunque matiza que este revés de salud ha sido el mayor "golpetazo" porque no es algo que viera venir como con el trasplante de hígado que tuvo meses para mentalizarse.
Recuerda el momento del accidente cerebrovascular, en la grabación de un programa especial de La Revuelta: "Cuando me estaba dando no pensaba que fuera algo tan grave. Quería decir una cosa, pero decía otra, al momento de traducirlo en palabras. No era dueño de la situación, es una sensación fatal".
Piel dura
Agradece el cariño de la gente, de su familia, de los médicos y de las enfermeras: "Son maravillosas todas, se sorprenden al verme, pero ya está, no van más allá y están muy preocupadas porque yo me ponga bueno".
Se considera alguien de "piel dura", acostumbrado a los problemas, al que trataron en el hospital "igual que a todo el mundo" y le gustaba que le dijeran que "iba a salir de esta porque yo me cuido mucho". Apunta que tiene el cuerpo bien acostumbrado y "acepta todo enseguida. Todo me hace efecto enseguida y eso es una suerte también".
Raphael se define como "una persona con mucha disciplina. No sería artista de otra manera. Soy una persona muy aplicada y muy obediente con las cosas. Soy así".
Un miniconcierto... de más de dos horas
De cara a su regreso a los escenarios, como buen profesional se fue a probar en el estudio con parte de los músicos: "Un miniconcierto, no tan mini, dos horas y pico. Necesitaba probarme. Una cosa es lo que yo piense y otra es la realidad y con mis hijos presentes para anotar todo".
Al futuro le pide "que le enseñe a cantar con un poquito menos de entrega, usar un poco más la voz y menos los nervios y menos sustos, por favor". No se plantea retirarse mientras cuente con el favor del público: "Esto no se tiene que terminar feo. Se tiene que terminar cuando ellos quieran y mientras la garganta esté en su sitio".
Su próximo concierto es el 15 de junio en Mérida, pero aún no ha decidido con qué canción abrirá el espectáculo: ahora está seleccionando el repertorio.
Rememora que la primera vez que apareció en TVE le presentó Raúl Matas y cantó Te voy a contar mi vida. Bromea con que "no contó nada", además afirma que no estaba nervioso pese a ser su debut en la pequeña pantalla. Luego dice que su historia está unida a la de la televisión pública por la que se ha asomado "miles" de veces y esperamos que sean muchas más.