Celia Rico: "'La buena letra' es un homenaje a las madres y abuelas que nos han cuidado"
- Una adaptación de la novela de Chirbes, con Loreto Mauleón, Roger Casamajor, Enric Auquer y Ana Rujas
- La película cuenta con la participación de RTVE y se estrena en cines este 30 de abril
La buena letra, dirigida por Celia Rico Clavelino (Sevilla, 1982) adapta la exitosa novela de Rafael Chirbes y está protagonizada por Loreto Mauleón, Roger Casamajor, Enric Auquer Sardà y Ana Rujas. Una historia apasionante sobre los sacrificios que tuvieron que hacer las mujeres en la posguerra, que consiguió una mención especial del jurado del último Festival de Málaga (por la dirección de Celia), que cuenta con la participación de RTVE y que llega a los cines este 30 de abril. Hemos podido hablar con Celia, Loreto y Roger.
La película esta ambientada en un pueblo valenciano, durante la posguerra, donde Ana (Loreto Mauleón), trata de salir adelante con su familia, lo que no es fácil, ya que tanto a su marido Tomás (Roger Casamajor), como su cuñado Antonio (Enric Auquer) les cuesta encontrar trabajo por haber estado en el bando de la II República durante la guerra. Ella intenta curar las heridas familiares a base de guisos, secretos y silencios pero cuando aparece Isabel (Ana Rujas), la mujer de Antonio llegada de París, esas atenciones de Ana no serán suficientes para sanar esas heridas.
"Para mí es un homenaje a las madres y abuelas que nos han cuidado -asegura Celia Rico-, porque dar de comer y vestirte es lo más básico que necesitas para poder enfrentarte al mundo. Y quería poner ahí el foco. Y también quería reflejar que durante la posguerra la mujer solo podía coser y cocinar. Por eso cuando en la película aparece Isabel, esta chica que se cuestiona el rol de la mujer, que quiere ir al fútbol con los hombres... nadie la entiende. También quería reflejar que las personas que más se sacrificaron fueron las mujeres de la clase obrera, de la clase trabajadora".
"La fragilidad de los hombres que se sentían inútiles"
"Me gusta mucho la película -nos cuenta Loreto-, porque creo que cuenta cosas que no se han visto hasta ahora en el cine. Y porque la historia está contada desde el punto de vista de la mujer que se queda en casa, de la cuidadora. También porque muestra esa debilidad y vulnerabilidad de los personajes masculinos, algo que no solemos ver en el cine y menos en las películas sobre esa época".
"En la película -añade Celia Rico-, también he intentado mostrar la fragilidad de esos hombres a los que no dejaban trabajar y que se sentían inútiles porque no podían traer el dinero a casa. No tenían fuerzas ni para levantarse de la cama, como le pasa al cuñado. Son hombres rotos. Y me pareció muy interesante mostrar su parte más masculina, más ruda, pero a la vez su parte más frágil y más vulnerable. Esos hombres deprimidos en una época en la que no podían mostrar sus sentimientos. Eso es algo que yo tampoco había visto en películas de esa época y creo que también tenemos que hablar sobre ello".
"Aparte de esos temas tan interesantes -nos comenta Roger-, yo destacaría la manera que tiene de filmar Celia (que le valió esa mención especial del jurado en Málaga). Para mí, lo más importante de la película, es esa habilidad suya de poner la mirada en las cosas pequeñas y magnificarlas para que se entienda todo a través de esos silencios, de las cosas que no se dicen. Para mí eso es lo más novedoso y especial de la película".
"La novela me dejó con una tristeza profunda y honda"
Preguntamos a Celia por qué le interesó la novela de Chirbes: "Hay una parte del libro con el que me conecto de forma más racional y otra de una forma más irracional. Esa parte más irracional tiene que ver con la tristeza. La novela me dejó con muchísima tristeza, con una tristeza profunda y honda que me hizo pensar en esos primeros años de la posguerra, porque hay algo que tiene que ver con los sentimientos de las personas que vivieron aquel capítulo de la historia que no se nos ha contado. Y quise hacer una película donde se pudieran trabajar esos sentimientos".
"Y lo que me hizo querer desarrollar la historia (ella también ha escrito el guion de la película), fueron dos preguntas que me hice leyendo la novela: La primera es una pregunta sobre el sacrificio, si el sacrificio tiene su recompensa o no, si alguien se puede aprovechar del sacrificio o no, si merece la pena... y sobre todo en nuestra en nuestra cultura, que nos han inculcado tanto el sacrificio. Y más cuando ese sacrificio viene de una época de miseria, de dolor y de control tan dura. Y la otra cuestión fue el silencio, porque además, como mujeres, nos han educado en el silencio. ¿De dónde viene esa educación en el silencio? Viene de un de un rol de la mujer que durante la dictadura, durante muchísimos años, era esa mujer, el ángel del hogar que, como decía antes, solo podía cocinar, coser y callar".
Fotograma de 'La buena letra'
Una carta esperanzadora
La película comienza con la desaparición, tras la guerra, del personaje de Enric Auquer. Para tranquilizar a su madre, Tomás y Loreto deciden escribir una carta como si Tomás hubiera huido a Sudamérica. ""Eso es algo que no sucede en la novela -asegura Celia-. En la novela había una frase en la que decían: "No te preocupes, seguro que un día nos llega una carta en la que nos dice que se ha ido en un barco y ha conseguido". Y me gustó mucho. He intentado adaptar la novela a partir de esas pequeñas frases. Me pareció muy bonito escenificarlo y ver a esa mujer intentando esforzarse por tener una letra bonita. Y lo que también significaba respecto a quién podía tener acceso en aquella época a la lectura y a la escritura".
"Ana -nos explica Loreto-, lo hace porque es ella la que sabe escribir. Pero la idea no parte de ella, porque básicamente es mentir, algo que para ella no está bien. Al final esa carta también refleja esa búsqueda de la felicidad que no existe en sus vidas. Ese es de los únicos momentos en los que se imaginan siendo felices. Hay otro momento, entre Ana y Tomás, en una conversación que tienen en la cama, donde también sueñan un poquito con lo que podía haber sido. Pero ninguno de los dos se permite nunca esa felicidad. Y esa carta es un poco ese reflejo".
"Ana -añade Loreto-, lleva más peso del que le corresponde. Pero creo que tampoco puede comportarse de otra manera. Es un personaje cuyos silencios son más elocuentes que su palabras. Esos silencios están llenos de significado pero se lo guarda todo dentro y solo hay un par de momentos en los que deja escapar sus sentimientos, esa rabia o esa incomprensión que siente. Pero es un personaje muy contenido que vale más por lo que calla que por lo que dice".
Fotograma de 'La buena letra'
Es un personaje, además, al que recurren todos cuando necesitan algo, pero la ignoran cuando no. "Refleja muy bien esa figura de la madre a la que, efectivamente, acudes cuando la necesitas y luego hasta se te olvida que está ahí, porque das por hecho que siempre va a estar", añade Loreto.
"Además -concluye la actriz-, ese cuidado que pone en todo, como en los guisos, en los que solo tiene dos ingredientes pero gracias al amor consigue algo sabroso, lo que también es una forma de cuidar. Y la costura es como un símbolo, ella cose todo el tiempo igual que está intentado reparar el dolor de los demás. Para la película he tenido que aprender a coser, lo que me ha encantado porque también reparo cosas ahora en mi casa. Y también está esa idea de aprovecharlo todo, en la cocina, en la costura... ".
Celia Rico dando instrucciones a Loreto en un momento del rodaje de 'La buena letra'
"Mi personaje ha dejado de luchar"
En cuanto al personaje de Tomás, esposo de Ana y hermano de Antonio, Roger Casamajor lo define como: "Una sombra de lo que fue. Cuando empieza la película ya está en un estado vital muy bajo, ha perdido la esperanza y ha dejado casi de luchar para salir del pozo en el que está. Se ha roto algo en su interior y no sabe cómo juntar las piezas. Y es en ese preciso momento cuando entra en juego su hermano Antonio, al que creía desaparecido. Entonces ahí sí que parece que hay como un poco de explosión en su interior. Pero vamos a ver qué pasa".
Ambos hermanos están en ese grupo que sufrió represalias por haber luchado en el bando republicano. "Sí -asegura Roger-, aunque en un momento dado cada uno decide cómo quiere continuar, cómo quiere salir de ese pozo. Y yo me aferro a unos ideales y a un pasado que, aunque moralmente son válidos, no son suficientes como para para seguir adelante. Además, también confía en su hermano y luego se siente muy traicionado. Y esa es como la gota que colma el vaso".
"Me gusta que la película reivindique ese papel que tuvieron las mujeres en la posguerra porque en muchísimas familias de nuestro país la figura masculina no existía porque los hombres estaban desaparecidos, exiliados o muertos en las cunetas. Por desgracia aún no sabemos dónde están muchos de esos hombres. Imagínate si tenemos cosas que arreglar. O sea que me parece muy interesante que se ponga el foco en los personajes femeninos que, en la mayoría de los casos fueron las que sacaron adelante a las familias", concluye Roger.
Fotograma de 'La buena letra'
"No podían ni imaginar que podían ser felices"
Hay una escena de la película en la que Antonio e Isabel traen una radio a casa y se ponen a bailar, lo que hace que Ana y Tomás se enfaden. "Es porque desconfían de la alegría. Digamos que una gran parte de la sociedad vivió su vida como un castigo: estaban castigados a ser infelices. No podían ni imaginar que podían ser felices. Y eso es durísimo. Cuando un sistema de control te lleva a pensar que no te mereces ni siquiera escuchar una canción y bailar, es terrible".
"Esto hace que ellos, en vida, vayan renunciando a una serie de cosas con las que podrían ser más felices. No quería que fuera una película, como otras que ya hemos visto, en las que los personajes representan a los dos bandos, los que oprimen y los que son oprimidos. Lo que quería era mostrar que estos personajes han abrazado ese lado oscuro de la vida porque hay un contexto que los ha llevado a ese lugar. Hay una frase muy bonita de Chirbes en la novela, que creo que ilustra muy bien esto que estoy contando: 'La lucha desesperada por la supervivencia es la única forma de amor que nos habían dejado'. Cuando el amor se entiende en ese contexto de lucha, de supervivencia... ¿Qué difícil, no?"
Una película tan interesante como necesaria y que llegará a los cines el 30 de abril.
Cartel de 'La buena letra'