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Federico X se convierte en rey de Dinamarca tras la abdicación de Margarita II

  • Margarita II ha firmado su abdicación durante un Consejo de Estado en el castillo de Christiansborg, sede del Parlamento
  • Margarita II conserva el título de reina y la función de regenta interina

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Relevo en el trono de Dinamarca: Margarita II abdica en favor de su hijo Federico

Federico X de Dinamarca, que este domingo ha subido al trono tras la abdicación de su madre Margarita II, ha mostrado al ser proclamado rey desde el balcón del castillo de Christiansborg en Copenhague su deseo de ejercer como aglutinador de todo el país.

"Mi madre ha sido, como pocos, una con su reino. Espero ser un rey unificador", ha dicho en un breve discurso ante miles de daneses el nuevo rey, que se ha visto acompañado después por su esposa, la reina Mary, y sus cuatro hijos, encabezados por el nuevo príncipe heredero Christian.

La subida al trono de Federico X, de 55 años, se había hecho efectiva minutos antes en un Consejo de Estado al firmar la declaración de abdicación Margarita II, que a los 83 años anunció por sorpresa su retirada tras 52 años de reinado en su discurso de Fin de Año.

Margarita II de Dinamarca pone fin al reinado más largo de una monarca viva

Margarita II, que conserva el título de reina y la función de regenta interina, ha abandonado el castillo en coche una vez formalizada la abdicación, mientras los nuevos reyes celebraban una pequeña recepción. Entre los invitados están la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, y los presidentes de los territorios autónomos de Groenlandia y las Islas Feroe.

La proclamación, que ha durado apenas unos minutos, se ha realizado siguiendo la tradición desde que Dinamarca se convirtió en monarquía constitucional en 1849: fue la primera ministra, Mette Frederiksen, la encargada de hacerlo, después de haberle dado las gracias a la monarca saliente. "Su majestad Margarita II ha abdicado. Larga vida a su majestad el rey Federico X", ha repetido tres veces Frederiksen.

No ha habido invitados de la realeza de otros países a los actos, ni tampoco ninguna coronación, pero sí han acompañado a Federico su hermano menor, el príncipe Joaquín; y, a Mary, su hermana mayor.

Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, han felicitado por carta con "el mayor afecto personal" y "los mejores deseos" a Federico X. La Casa Real ha informado a través de la red social X del envío de esta carta, de la que ha desvelado parte del contenido.

Federico, quien se ha referido a su madre como "una regente fuera de lo usual", ha dicho que necesitará el apoyo de "mi amada esposa, mi familia y eso que es más grande que todos nosotros". El discurso ha terminado con la elección del lema de su reinado, una tradición danesa, que será "Unidos, comprometidos por el reino de Dinamarca", que sucederá al "La ayuda de Dios, el amor de la gente, la fuerza de Dinamarca" de su madre.

A continuación, la reina Mary ha salido al balcón y, luego, se han unido sus cuatro hijos: Christian, de 18 años, Isabella, de 16, y los mellizos Vicente y Josefina, de 12 años. Hasta dos veces han salido los seis al balcón, entre los aplausos de los miles daneses que llenaban la plaza de Christiansborg, mientras agitaban banderas danesas y lanzaban los habituales "hurra".

Los nuevos reyes han abandonado luego el castillo en carroza, la misma que había ocupado horas antes su madre para dirigirse a Christiansborg.

Christian, de 18 años, es el nuevo príncipe heredero

En Amalienborg se ha realizado la denominada transferencia de los estandartes reales: del palacete de Christian IX, residencia de Margarita II, al de Federico VIII, donde viven los nuevos reyes con sus cuatro hijos, ambos separados apenas por unos cientos de metros.

El mayor de los vástagos de Federico X y Mary, Christian, de 18 años, es desde hoy nuevo príncipe heredero en lugar de su padre.

Margarita II, de 83 años, anunció por sorpresa su abdicación en su discurso de Fin de Año, aduciendo problemas de salud por una complicada operación de espalda y la necesidad de dar paso a la nueva generación.

Al igual que el resto de monarquías escandinavas, en Dinamarca no hay tradición de abdicar -el anterior precedente se remonta a casi 900 años atrás-, y la propia reina había asegurado en varias ocasiones que su puesto era "un deber de por vida".

Tanto la monarquía como Margarita II y los nuevos reyes gozan de un amplio respaldo popular, con cifras superiores al 70% para la institución y, del 80%, para sus miembros más destacados, según los últimos sondeos.