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Festival de San Sebastián

Jordi Évole: "Muchas víctimas se han acercado para decirnos que está muy bien lo que hemos hecho"

  • El codirector de No me llame Ternera defiende con orgullo su documental de las críticas de aquellos que no lo han visto
  • "Nos decepcionó que Josu Ternera no tuviese un lenguaje más conciliador", afirma el periodista

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Jordi Évole sobre su entrevista a Josu Ternera: "Me hubiesen gustado palabras mucho más conciliadoras"

Resuelta la primera incógnita, es decir, que No me llame Ternera no tiene nada de blanqueamiento del terrorismo, sino que es un interrogatorio a un criminal no arrepentido, quedaba por escuchar con detalle a sus directores, Jordi Évole y Márius Sánchez, envueltos involuntariamente en una tormenta mediática desde que una carta de 500 personalidades (entre ellas víctimas de ETA) pidiesen hace dos semanas su retirada de la programación del festival.

“En un festival que en el que se estrena película de gente que admiramos tanto como Fernando Trueba, J.A. Bayona o Isabel Coixet, nos hubiese gustado hacer menos ruido. Nunca pensamos que la cosa creciera como ha crecido", lamenta Évole. Que su documental se ha llevado por delante el festival acaparando focos se percibe en el rostro algo cansado de Évole, que de todos modos defiende con orgullo "la primera entrevista televisiva realizada a un líder de la banda".

Junto al codirector Márius Sánchez, Évole ha desgranado su explicación sobre la bola de nieve. “El tema que trata es espinoso siempre, lo cojas por donde lo cojas te pinchas. Y es verdad que los señores que hicieron el comunicado marcaron la agenda de los comentarios. Hubiésemos preferido que hiciesen los comentarios después de ver la película”.

Sobre si la mera existencia de un documental con el testimonio de un líder de ETA puede dañar a las víctimas (la AVT fue una de las firmantes de la carta pidiendo la retirada del documental), Évole ha precisado la dificultad de usar el sustantivo de manera general. “El dolor es imposible de evitar cuando repasas la historia de un país. Hay víctimas con muchas opiniones, no son un grupo homogéneo. Ayer estuve en Vitoria con Sara Buesa y admiro su discurso conciliador. Ni se ha sentido ofendida ni piensa que el documental no tenga que verse. Muchas víctimas se han acercado, de manera individual y colectiva, para decirnos que está muy bien lo que hemos hecho”.

Los autores añaden que el expolicía municipal Francisco Ruiz, tiroteado en las piernas en un atentado en el que participó Josu Ternera y cuyo testimonio abre y cierra el documental, quiso inmediatamente ver el testimonio del dirigente terrorista.

“Se equivocan el utilizar el verbo blanquear. Entrevistar no lo es”, dice Évole. “Y si alguien nos coloca en el entorno de la izquierda, en un lugar de cierta simpatía o que nos habría dado la entrevista como periodistas afines, no nos conoce de nada. No es así”.

"Nos decepcionó que no tuviese un lenguaje más conciliador"

¿Se ha formado Évole una opinión personal de Josu Ternera tras la entrevista? “Por encima de todo me parece un militante fanático que pone la organización por encima de todo. Nos decepcionó, porque hubiésemos querido un lenguaje más conciliador. Creo que Josu habló más para los de dentro, los presos y la militancia, que para los de fuera. No quiero hacer una enmienda a la totalidad, pero en la izquierda abertzale siempre ha habido una cierta cobardía para decir lo que se piensa para no acabar siendo un disidente”.

Polémica en el Festival de San Sebastián por el documental de Josu Ternera

La entrevista, que tardó dos años de contactos para cerrarse y uno para editarla, no tenía líneas rojas. “Si las hubiera habido, no la habríamos hecho”, dice con rotundidad. Y Márius Sánchez añade: “Fuimos bastante claros sobre cómo sería la entrevista y cuán separados ideológicamente estábamos desde el primer día”. Ternera crítico en Berria el documental tras verlo. "Menos mal que no le ha gustado", dice Évole.

El periodista y director clausura con un dato la relevancia de su documental. "Hay encuestas que dicen que hay chavales que no saben quién fue Miguel Ángel Blanco. Eso es una anomalía en este país, que tiene que mirar a su pasado sin miedo. Tenemos que decidir si estamos con esa parte de la sociedad que cantaba 'qué te vote Txapote' sin saber quien es o conocer que era el asesino de Miguel Ángel Blanco. Yo sé en qué parte quiero estar". ¿Y entrevistaría a Txapote? "Me pillas en un momento... Vamos a pasar esta experiencia de la mejor manera posible", bromea fatigado.