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Ayuda Humanitaria

Siria autoriza a la ONU a seguir usando durante seis meses el cruce de Bab al Hawa, fronterizo con Turquía

  • Lo hace días después de que Rusia vetara la prórroga del mecanismo de ayuda humanitaria transfronteriza
  • El paso es vital para acceder a más de cuatro millones de personas que viven en zonas bajo control de grupos rebeldes

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Imagen de archivo del cruce de Bab al Hawa, fronterizo con Turquía.
Imagen de archivo del cruce de Bab al Hawa, fronterizo con Turquía.

Siria ha decidido dar permiso a la ONU para que siga usando durante seis meses el cruce de Bab al Hawa, fronterizo con Turquía, para entregar ayuda a la población de zonas bajo control opositor en el noroeste del país.

El representante permanente de Siria ante la ONU, Bassam Sabbagh, ha comunicado esta noche que ha informado al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y al presidente del Consejo de Seguridad, Vassili Nebenzia, de la decisión de las autoridades sirias.

"Acabo de informar a Guterres y al presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de que el Gobierno sirio ha tomado la decisión soberana de otorgar permiso a la ONU para usar el cruce de Bab al Hawa para entregar ayuda humanitaria al pueblo sirio en el noroeste de Siria por un período de 6 meses a partir de hoy, 13 de julio", ha indicado a través de su perfil en la red social Twitter.

La noticia se produce días después de que el Consejo de Seguridad no lograra un acuerdo para prorrogar ese permiso, en vigor desde 2014 y que no contaba con el beneplácito del Gobierno de ese país.

Tras los terremotos del pasado febrero, permitió usar también otros dos cruces

Rusia, que llevaba años forzando a reducir poco a poco este mecanismo humanitario, vetó el pasado martes una resolución para extenderlo por otros nueve meses y presentó una propuesta alternativa para prorrogarlo por seis, pero no recibió el mínimo de apoyos necesarios por la cantidad de condiciones que incluía.

Según los servicios humanitarios de la ONU, el uso del paso fronterizo de Bab al Hawa -que había quedado detenido tras la falta de acuerdo en el Consejo esta semana- es vital para llevar ayuda humanitaria a más de cuatro millones de personas que viven en el noroeste sirio, en zonas fuera del control del Gobierno.

Tras los terremotos del pasado febrero, Siria autorizó a usar también otros dos cruces para llevar asistencia a estas áreas, unos pasos que estarán operativos al menos hasta el próximo 13 de agosto, pero por los que entra mucha menos ayuda.