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La población crece, pero la España vaciada seguirá perdiendo habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística

  • Según el INE, la inmigración compensará el envejecimiento de la población y mantendrá el crecimiento económico
  • España ganará 4.236.335 habitantes hasta superar los 51 millones en 2037, según datos del organismo

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La población crece, pero la España vaciada seguirá perdiendo habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística
Una mujer pasea por Albarracín, Teruel.

La población española está creciendo, algo que siguen confirmando los datos del INE tras superarse el pasado mes de mayo los 48 millones de habitantes. Este dato reciente va en línea con la última proyección de población publicada por este organismo (de octubre de 2022), que ha apuntado un crecimiento poblacional para el año 2037 de un 25% para Baleares, o de más de un millón de nuevos habitantes para Madrid y Cataluña.

Además, habrá descensos de población en zonas que ya padecen este problema, especialmente en Asturias, Extremadura y Castilla y León, comunidades que se encuadran en lo que ya es la España vaciada. Y mientras, aunque en Ceuta, Melilla y Murcia o, en menor medida, en Baleares o Madrid, habrá más nacimientos que muertes, en general en todo el país no habrá crecimiento vegetativo, sino envejecimiento de la edad media.

La explicación de todos estos datos se halla en la inmigración exterior, que compensará el envejecimiento de la población y ofrecerá la fuerza de trabajo necesaria para que se mantenga el crecimiento económico. Pero, salvo que haya políticas que modifiquen la tendencia, lo hará acudiendo a donde, precisamente, hay una mayor oferta de empleo. Esto es lo que lleva a Alberto Del Rey, catedrático de Sociología y Comunicación de la Universidad de Salamanca, a señalar la conveniencia de políticas que ordenen la inmigración desde una estrategia planificada que la oriente hacia las comunidades donde hace falta más población. “España no hay tenido nunca ninguna política migratoria. Nunca hemos planeado el facilitar la llegada de gente que se quiera instalar en determinadas zonas, seleccionar gente en función de las necesidades laborales y, por supuesto, ofrecer trabajo a inmigrantes en esas zonas, mediante una cierta descentralización”, ha explicado a EFE.

Del Rey comenta cómo en Castilla y León muchos puestos de trabajo no se cubren. "Si no ofrecemos trabajos de acuerdo a la formación de determinados trabajadores, con el tiempo se van a ir a donde les ofrezcan un puesto acorde con esa formación. Para la despoblación, la única solución es la inmigración”, ha añadido. Señala dos aspectos importantes en esta política, una actitud más abierta por parte de las comunidades de acogida y fomentar el empleo de calidad en las áreas despobladas.

El problema de la vivienda

Otro posible problema que parece emerger, ante un saldo migratorio de cientos de miles de personas cada año en zonas de vivienda muy cara, como Baleares, Madrid o Cataluña, es precisamente el de la vivienda. Sin embargo, para Julio Vinuesa, catedrático emérito de Geografía Humana en la Universidad Autónoma de Madrid, se debe de desterrar la equivalencia fácil que asocia más población inmigrante con nuevos planes de construcción de viviendas.

“La llegada de inmigración no necesariamente supone que hagan falta muchas viviendas. En realidad, el aumento de la demanda de vivienda es función más de cambios en la dinámica de los hogares, por ejemplo el gran número de separaciones, entre otros factores”, ha recalcado a la Agencia. Al mismo tiempo, Vinuesa ha destacado que el precio de la vivienda puede tener un efecto de rechazo, ya que la población inmigrante no solo viene por el trabajo, y más si se tiene en cuenta, en sus propias palabras, "que en quince años, puede haber cambios que permitan un mayor deslinde entre el trabajo y el lugar de residencia”.

Este experto ha demandado una mayor cantidad de vivienda protegida, sin embargo, no mediante la construcción, "sino consiguiendo mediante la colaboración público-privada que parte del parque que se está alquilando tenga precios mejores, y también adecuando las viviendas antiguas a las necesidades actuales” ha concluido.

Inmigración necesaria para mantener la economía

El INE ha señalado que España ganará 4.236.335 habitantes (un 8,9%), hasta superar los 51 millones, en 2037. La población de Baleares aumentará en 306.142 personas, que representan un 25% más de las que actualmente habitan las islas. En la Comunidad de Madrid aumentará la población en 1.039.391 nuevos ciudadanos. Mientras, el crecimiento poblacional previsto para Cataluña será similar (1.067.598 de nuevos habitantes). También habrá incrementos relativos de población en la Región de Murcia (16,0%) y Canarias (15,5%).

El organismo ha señalado que dicho aumento se debería exclusivamente a la migración internacional, la cual será necesaria para mantener la economía, como refleja, por ejemplo, un reciente informe del Defensor del Pueblo, titulado “La contribución de la inmigración a la economía española". Además de enfatizar la contribución directa a la oferta laboral, el documento describe cómo la inmigración ha colaborado a sostener el progresivo incremento de la tasa de actividad femenina de las españolas de forma muy notable, contribuyendo a resolver la llamada 'crisis de los cuidados'.

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