Enlaces accesibilidad

Una placenta artificial para ultraprematuros logra 12 días de supervivencia en fetos animales

  • Tras la fase experimental, el equipo científico confía en que pueda probarse en humanos en "dos o tres años"
  • La meta es conseguir que los bebés que nacen antes de los seis meses de gestación puedan seguir desarrollándose como fetos

Por
Ecografía de un feto en la semana 22, en una imagen de archivo
Ecografía de un feto en la semana 22, en una imagen de archivo

Un equipo científico en Barcelona ha desarrollado un prototipo de placenta artificial que ha logrado hasta 12 días de supervivencia en fetos de ovejas. El proyecto, cuyo objetivo es mejorar el pronóstico de neonatos ultraprematuros, supera así la primera fase experimental y continuará con los siguientes estadios con la previsión de que pueda probarse en humanos en "dos o tres años", según ha apuntado este lunes el director del BCNatal y líder del proyecto, Eduard Gratacós, durante la presentación de los resultados de los primeros dos años y medio de trabajo. "Es un hito muy importante".

"Esperamos que en cinco o diez años esta placenta artificial sea una realidad clínica"

En Europa, nacen cada año unos 25.000 bebés ultraprematuros, es decir, antes de completar los seis meses de gestación. Cuando esto ocurre, los pulmones, los intestinos y el cerebro del feto están poco desarrollados y no están preparados para funcionar de forma correcta fuera del útero.

"Mover el punto teórico del nacimiento"

Para cambiar "radicalmente" el pronóstico de estos casos, Gratacós ha detallado que el objetivo del proyecto CaixaResearch Placenta Artificial es ir ampliando la supervivencia en buen estado de fetos hasta las cuatro semanas (28 días), para que luego los bebés puedan seguir viviendo fuera de esa placenta, en una incubadora.

"Se trata de mover el punto teórico del nacimiento y mantenerlo cuatro semanas en esta placenta, con lo que podríamos reducir la mortalidad y las secuelas a menos de la mitad, de una forma radical, así que el beneficio sería inmenso", ha explicado el científico en la rueda de prensa en el CosmoCaixa con la participación de los máximos responsables de la Fundación la Caixa, que financia la iniciativa, y los dos hospitales que conforman el BCNatal, el Clínic y Sant Joan de Déu.

Conseguir que el feto siga desarrollándose como tal, aun cuando ya no está en el útero de su madre, supone "engañar al máximo a la naturaleza", según ha expresado Gratacós. Para dicho "engaño" es fundamental que el prototipo garantice, entre otras cuestiones, que entre y salga el líquido amniótico, y que le lleguen al feto los nutrientes y medicamentos, así como la oxigenación, todo ello mediante la conexión del cordón umbilical.

"La placenta es como una ventosa de carne que se adhiere al útero y se comporta como un radiador, por el que circula la sangre y vuelve a salir (circulación extracorpórea) para oxigenar al feto, pues este no respira directamente, sino que le pasa el oxígeno su madre", ha continuado el director de BCNatal.

También es complejo el trasvase y conexión del cordón umbilical, que se conecta a unas cánulas que han sido diseñadas para que "no se note el cambio", porque, de no ser así, el cordón interpreta que el bebé ya ha nacido y se cierra, ha añadido.

Probado en más de 50 casos de fetos de oveja

Este prototipo de placenta artificial se ha probado en más de 50 casos de fetos de oveja, de los que tres han logrado la supervivencia en buen estado fetal a 12 días, mientas que otros han llegado a los 10 o a los 9 días.

El equipo de investigadores no cree que puedan plantearse estudios en humanos antes de "dos o tres" años y, en cualquier caso, se empezará por casos muy concretos y siempre en nacimientos ultraprematuros, nunca en embriones.

"En el futuro habrá una placenta artificial que cambiará de forma radical el futuro de estos prematuros", ha asegurado Gratacós, que ha pronosticado que su proyecto va a ser el primero, al menos en Europa.

Aparte del CaixaResearch Placenta Artificial, en estos momentos solo hay cuatro grupos en el mundo que han desarrollado modelos experimentales con avances significativos: uno en Filadelfia, otro en Michigan (ambos en Estados Unidos), un tercero que lidera un consorcio de Australia y Japón y, finalmente, un cuarto en Toronto (Canadá).

En la presentación ha intervenido el director del Hospital Clínic, Josep Maria Campistol, y el de Sant Joan de Déu, Manel del Castillo, quienes han destacado el "orgullo" de formar parte de un proyecto tan "atrevido" y con una amplia "visión de equipo", pues participan 35 investigadores y colaboran 30 profesionales más.

Por su parte, el director general de la Fundación la Caixa, Antonio Vila, ha resaltado que la organización está "comprometida, emocionada e ilusionada" con un proyecto que es "espectacular".

Tras esta primera fase, financiada con 3,35 millones de euros por la Fundación la Caixa, le proseguirá una segunda (2023-2025) con 4,3 millones de euros más que tratará de ampliar a cuatro semanas la supervivencia, llevar todo el sistema a un nivel de seguridad "extrema" y desarrollar el marco bioético.