Enlaces accesibilidad
Objetivo Igualdad

Techo de cristal: No siempre que se quiere se puede

Abordamos las causas de la escasa presencia de mujeres en puestos directivos en los ámbitos público y privado

Una directiva europea recientemente aprobada obliga a las grandes empresas a la paridad en Consejos de Administración

  • Puedes ver Objetivo igualdad este domingo a las 14:30h en el Canal 24 horas

Por
Ana Bujaldón, presidenta de FEDEPE, tras la entrevista con Objetivo igualdad
Ana Bujaldón, presidenta de FEDEPE, tras la entrevista con Objetivo igualdad

Más que un techo de cristal es un muro de hormigón armado. Lo vienen diciendo en los últimos años muchas mujeres: Ocupar un puesto de poder en las empresas todavía es cosa de hombres.

“Es que no solo es el techo. Son las paredes, el suelo... Hay un montón de barreras invisibles que impiden que la mujer pueda escalar en la empresa y eso explica que aún estemos tan lejos de las esferas de poder”, nos dice la presidenta de FEDEPE nada más comenzar la entrevista.

Ana Bujaldón lleva más de 35 años al frente de esta federación de mujeres empresarias y directivas y desde el primer día –asegura– lucha por que haya igualdad en el mundo laboral.

“Hay un suelo pegajoso que, ya sea por barreras internas o externas, nos va alejando del entorno profesional. Las mujeres nos vamos yendo poco a poco porque el sistema no está preparado para compaginar los dos trabajos, el de los cuidados y el de la esfera pública. Muchas mujeres no pueden ni aspirar a romper el techo de cristal”, explica Maite Egoscozabal, socióloga y cofundadora de la asociación Yo no renuncio.

El sistema no está preparado para que compaginemos los cuidados y el trabajo

Como cobramos menos, lo dejamos

Desde 'Yo no renuncio', Maite intenta poner sobre la mesa los problemas que nos encontramos las mujeres, sobre todo cuando somos madres. “El hecho de que las mujeres tengamos salarios menores que los hombres hace que, cuando nos quedamos embarazas, nos planteemos sacrificar nuestro propio trabajo cogiendo una reducción de jornada o directamente dejándolo”, se lamenta.

Maite Egoscozabal coincide con Ana Bujaldón en que, aunque esté habiendo avances, no son ni mucho menos suficientes. De esos avances hemos querido hablar también con una empresaria que ha implantado una manera de dirigir distinta. Su nombre es María Trinidad Navarro y es la directora general de Soto Solar, una empresa de energías renovables que vio la luz –nunca mejor dicho– en 2008. La mitad de su plantilla son mujeres.

“Para nosotros, la búsqueda de la igualdad es algo central. Va en el ADN de las renovables. Es muy importante que todo el mundo tenga su opinión y sus oportunidades de crecimiento. Para ello, hemos impuesto un sistema de conciliación que se basa en el teletrabajo. Cada uno puede trabajar como quiera sin preocuparse de dónde está la otra persona”, nos cuenta.

Modelos masculinos de liderazgo

Hablando de teletrabajo, Maite nos recuerda a lo largo de su entrevista que “estamos acostumbradas a un modelo masculino de liderazgo que premia la presencialidad, la autoridad, la “no escucha”. “Nosotras escuchamos más. Y eso hace que la manera de liderar sea distinta”, añade.

Y ahora llega la pregunta del millón: ¿Si queremos, podemos?

¿Si queremos, podemos? Pues no

“Me levanto cada mañana pensando en esto. Y me digo que sí. Pero luego pienso que la realidad dice todo lo contrario. Que no puedes si no tienes las mismas oportunidades. Si nos imaginamos una carrera atlética, nosotras salimos siempre con una mochila cargada de piedras. Y eso hace que ya no sea lo mismo”, confiesa Ana Bujaldón.

PAEM, ayudas europeas a mujeres

Para que las mujeres empresarias lo tengan un poquito más fácil a la hora de montar un negocio y llegar adonde quieran, la UE –a través de su Fondo Social Europeo– puso en marcha en 2001 un programa de apoyo. Se llama PAEM y se puede solicitar a través de la Cámara de Comercio de España.

“El asesoramiento que damos es desde el principio, desde el momento en que una persona tiene una idea que quiere transformar en una realidad. La Cámara de Comercio coge a esa mujer de la mano y la va ayudando para crear una empresa o en el crecimiento de los primeros años de una empresa ya constituida. No se pide ningún requisito. Solo hay que tener esa idea”, aclara David Navarro, subdirector de Empleo de la Cámara de Comercio.

David nos cuenta, además, que se ponen a su disposición microcréditos en condiciones mucho más ventajosas que las que ofrece el mercado, que pueden llegar hasta los 25.000 euros.

2026: El año de la paridad obligatoria

Y ya que estamos pensando en ayudas europeas, que no se nos olvide algo importante: A finales de noviembre del año pasado el Parlamento Europeo aprobó una directiva que obliga a la paridad en los consejos de administración de las empresas a partir de junio de 2026. Algo aplaudido por FEDEPE.

“Creo que se ha dado un paso al frente con esta directiva. ¡Ha costado 10 años que se apruebe! Hay talento suficiente. Necesitamos ver este tipo de avances para animar a nuestras hijas a que lleguen a lo más alto”, celebra Ana Bujaldón

“Es como una ortodoncia que corrige un sesgo. Y el sesgo consiste en que hay menos contratación de mujeres directivas porque casi todos son hombres que solo se relacionan entre ellos. Necesitamos medidas correctoras temporales hasta que acabe ese sesgo. Entonces ya no harán falta estas medidas”, apunta Maite Egoscozabal. Pero, para eso, hace falta todavía mucho tiempo.