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Acuerdo histórico de casi 200 países para salvar la biodiversidad y proteger el 30% del planeta de aquí a 2030

  • El pacto se ha alcanzado en Montreal tras años de negociaciones y una agónica recta final de la cumbre, la COP15
  • Expertos han presentado el resultado de esta cumbre como el equivalente del Acuerdo de París para la biodiversidad

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Selva amazónica
El pacto se ha celebrado como el equivalente al Acuerdo de París para la biodiversidad

Tras cuatro años de difíciles negociaciones, casi 200 países de todo el mundo han llegado a un acuerdo histórico para detener la destrucción de la biodiversidad a nivel global y evitar la sexta extinción masiva de especies. Los países presentes en la COP15, la cumbre sobre biodiversidad celebrada en Montreal, Canadá, han acordado una hoja de ruta para proteger el 30% del planeta de aquí a 2030 y aportar 30.000 millones de dólares anuales en ayudas a la conservación a los países en desarrollo, entre otras medidas.

Este "pacto de paz con la naturaleza", conocido como "acuerdo de Kunming-Montreal", pretende proteger la tierra, los océanos y las especies de la contaminación, la degradación y la crisis climática. El acuerdo se ha logrado tras diez días de cumbre y una noche de maratón diplomática que ha culminado de madrugada, y a pesar de la oposición de la República Democrática del Congo.

Entre los objetivos marcados por el texto se incluye "detener la extinción de las especies a causa de la acción humana" en 2050, y a partir de ahí, reducir diez veces el ritmo y el riesgo de extinción. Ese año, además, no solo debe haberse detenido la destrucción de biodiversidad, que en la actualidad avanza a un ritmo sin precedentes, sino que las áreas ocupadas por ecosistemas naturales tienen que haberse incrementado "sustancialmente".

"Esta noche hemos hecho historia", ha celebrado el representante de la Unión Europea en la cumbre, el comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius. "Llegan buenas noticias de Montreal", ha señalado por su parte la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que también ha participado en la cumbre. "Juntos hemos dado un paso histórico", ha declarado Steven Guilbeault, Ministro de Medio Ambiente de Canadá, país anfitrión de la cumbre.

El equivalente al Acuerdo de París sobre cambio climático

La creación de zonas protegidas en el 30% del planeta, la más conocida de la veintena de medidas adoptadas, se ha presentado por negociadores y expertos como el equivalente en biodiversidad del objetivo de París. Hasta la fecha, el 17% de la tierra y el 8% del mar están protegidos.

Propone también restaurar el 30% de las tierras degradadas, reducir a prácticamente cero la pérdida de zonas de alto valor ecológico y recortar a la mitad el riesgo a la naturaleza que provocan los pesticidas, otros químicos y el exceso de nutrientes. Además, acuerda prevenir la introducción de especies invasoras prioritarias (aquellas con más riesgo para la biodiversidad autóctona) y reducir a la mitad el ritmo de otras especies invasoras potenciales hasta 2030.

En cuanto a la cuestión financiera, uno de los asuntos que ha obstaculizado la recta final de la negociación, el texto propone alcanzar "al menos 20.000 millones de dólares" anuales de ayuda internacional a la biodiversidad para 2025 y "al menos 30.000 millones para 2030".

Este es el resultado de la COP15, la decimoquinta reunión de los países firmantes del Convenio sobre la Diversidad Biológica de Naciones Unidas, en vigor desde hace casi 30 años. A día de hoy, prácticamente todos los países de la Tierra han ratificado el texto y por lo tanto están sujetos a sus directrices. Todos, menos dos: el Vaticano y Estados Unidos. La ausencia de Washington, que bajo la presidencia de Joe Biden ha reivindicado su vuelta a la primera línea de la lucha climática, ha despertado las críticas de ecologistas y de otros países. En Montreal sí que ha estado presente -y activo en las negociaciones- el país norteamericano, aunque como observador.

El hito del reconocimiento del papel de los medios indígenas

El texto también reconoce el papel crucial de los pueblos indígenas, custodios del 80% de la biodiversidad mundial, en la protección de la naturaleza, y también sus derechos sobre estas tierras. Para grupos indígenas presentes en la cumbre, esto supone un "cambio de paradigma" y aleja los miedos de sufrir expulsiones de las zonas en las que viven si estas se declaran protegidas.

"Temíamos que si no se nos incluía podríamos sufrir violaciones de los derechos humanos en

en nombre de la conservación", ha asegurado Viviana Figueroa, del Foro Indígena Internacional sobre Biodiversidad (FIIB) y miembro del pueblo Omaguaca-Kolla del norte de Argentina.

Greenpeace también ha celebrado la mención a los pueblos indígenas, lo que ha considerado como la "protección de la biodiversidad más efectiva" que ha salido de estas negociaciones. Sin embargo, "la COP15 no ha conseguido la ambición, las herramientas o la financiación necesarias para detener la extinción masiva", ha criticado la jefa de delegación de la organización en la cumbre, An Lambrechts.

"El objetivo 30×30, de proteger al menos el 30% de la tierra y el mar para 2030, ha logrado introducirse con éxito", ha reconocido, pero está "vaciado de contenido", ya que en estas zonas no se excluyen legalmente actividades perjudiciales para la biodiversidad. "No es más que una cifra vacía, con protecciones sobre el papel pero en ninguna otra parte", ha denunciado.

El 75% de los ecosistemas del planeta están siendo alterados

Los científicos han advertido que el tiempo para evitar una sexta extinción masiva se acaba. El 75% de los ecosistemas del planeta están siendo alterados por la actividad humana, más de un millón de especies están amenazadas de extinción y la prosperidad del mundo está en juego: más de la mitad del PIB mundial depende de la naturaleza y sus servicios. La extinción avanza a un ritmo entre 100 y 1.000 veces más rápido que en tiempos anteriores a la intervención humana, y en los últimos 50 años se ha perdido un 50% de la abundancia de vertebrados.

A pesar de celebrar los avances del texto acordado, muchos grupos ecologistas han reclamado mecanismos reales para controlar su aplicación. El anterior plan, firmado en Japón en 2010, no logró casi ninguno de sus objetivos, en parte debido a la falta de estos mecanismos.

También han pedido aumentar al 50% el porcentaje de la Tierra que debería ser protegido. Este texto es "un avance significativo en la lucha para proteger la vida en la Tierra, pero no será suficiente", ha declarado a AFP Bert Wander, de la ONG Avaaz. "Los gobiernos deberían escuchar a la ciencia y aumentar rápidamente sus ambiciones de proteger la mitad de la Tierra para 2030", añadió.

Al inicio de la cumbre, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió un "pacto de paz con la naturaleza", afirmando que la humanidad se ha convertido en un "arma de extinción masiva".

Críticas de países africanos

El acuerdo se ha logrado a pesar de la oposición de algunos países y con cierta polémica en los últimos momentos. La República Democrática del Congo, hogar de un cuarto de la biodiversidad terrestre, ha presentado su objeción al texto en las últimas horas de la cumbre, ya que ha considerado insuficiente la financiación por parte de los países ricos y ha reclamado 100.000 millones anuales, la misma cantidad que la ayuda para luchar contra el cambio climático.

A pesar de ello, y de que los acuerdos en el seno de la ONU tienen que acordarse por consenso, el presidente chino de la cumbre, Huang Runqiu, ha bajado el martillo que sella el final de la negociación y la adopción de un acuerdo.

El delegado de Camerún ha criticado que el presidente no reconociera la objeción de Congo y hubiera impuesto el acuerdo sin unanimidad, y ha llegado a señalar que reportará su decisión a las autoridades. Uganda, por su parte, ha pedido clarificar a la presidencia lo ocurrido y ha advertido de que se puede haber cometido un "fraude".