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El acoso escolar, la asignatura pendiente de la vuelta al cole: "Tengo miedo a que mi hija sufra más ataques de ansiedad"

  • Padres y profesores denuncian el fracaso de los protocolos antibullying y la culpabilización de las víctimas en algunos centros
  • Cualquiera que sufra bullying o sea testigo puede dirigirse al teléfono de ayuda 900 018 018 (operativo las 24 horas)

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Un niño se sienta asustado en el pasillo de un instituto en una imagen de archivo
Un niño se sienta asustado en el pasillo de un instituto en una imagen de archivo

La hija de Laura tenía 12 años cuando el acoso escolar comenzó, poco a poco. El miedo, la desinformación y aquella famosa frase de “son cosas de niños” lo mantuvieron en silencio durante tres cursos. Pero todo cobró un tinte más oscuro hace un año: publicaron su número en una aplicación de contactos y decenas de hombres comenzaron a llamarla buscando mantener relaciones sexuales. Una herida más a la que se sumaron las amenazas y los robos y que, hoy, cuando ha cumplido 16 y va a otro instituto, aún no se han curado. Volver al colegio sigue pareciéndole terrorífico.

"Cree que la primera semana la va a pasar llorando", comparte su madre. También ella tiene miedo, pero "no por lo que puedan hacerle", pues ya está lejos del centro. "Tengo miedo a que mi hija vuelva a sufrir ataques de ansiedad", explica. El constante bullying ha llevado a su cerebro a un modo alerta permanente que termina agotándola, le impide relacionarse y dificulta su aprendizaje.

Es un acoso mucho más sibilino, retorcido y peligroso

Son solo algunas de las consecuencias que puede dejar el acoso escolar, advierte la profesora y presidenta de la asociación No al Acoso Escolar (Nace), Carmen Cabestany. En sus más de 25 años como docente ha visto como cada vez parecen ser más y más graves los casos. "Lo realmente preocupante es que es un acoso mucho más sibilino, retorcido y peligroso", opina.

Entre otras circunstancias que han contribuido a esta situación, tanto las familias como los docentes consultados por RTVE.es señalan la poca formación que se ofrece a los profesores y al fracaso de algunos protocolos de acoso escolar. En algunos centros, dicen, no se siguen correctamente por miedo a perder el "prestigio" del colegio y se llega incluso a culpabilizar a la víctima.

Uno de cada tres menores sufre un acoso escolar cada vez más duro

La violencia en el ámbito escolar es una realidad para 246 millones de niños y adolescentes, apunta la Unesco. De hecho, y según datos de la última Encuesta Mundial de Salud a Escolares de la OMS (2018), uno de cada tres jóvenes sufre acoso en la escuela. Cifras que no sorprenden a los docentes, quienes, aunque reconocen que "ha existido toda la vida", también observan que se ha vuelto más duro en los últimos años.

24 horas - El 80% de las jóvenes ha sufrido acoso a través de redes sociales - Escuchar ahora

"Internet y las redes sociales lo han masificado", sugiere la profesora y coordinadora de la Asociación Anti Bullying Sanlúcar (Absa), Menchu Sales. "Ahora el acoso llega también fuera del colegio y se convierte en una auténtica pesadilla", insiste. Los insultos, el aislamiento y los bulos son algunas de las formas de maltrato más habituales. Un bullying psicológico que "no deja huella" y es más difícil de descubrir.

Uno de esos casos de acoso salió a la luz la pasada semana. Se trataba de un niño de Mallorca, Izan, que sufrió insultos en el día de su 11 cumpleaños por parte de sus compañeros. La denuncia del hermano de la víctima con un vídeo en redes sociales atrajo incluso el interés de personajes públicos que se solidarizaron con el niño.

Hay niños de 9 años que están siendo violados por sus compañeros

El auge de las pantallas ha hecho que los menores accedan más temprana y frecuentemente a la violencia o a contenidos pornográficos, opina la docente Carmen Cabestany. Esto podría haber recrudecido el maltrato físico en los colegios, donde han llegado incluso a registrarse casos de agresiones sexuales. "Hay niños de 9 años que están siendo violados por sus compañeros", asegura al recordar una de las llamadas de socorro que recibió este verano.

La ineficacia de los protocolos: casi la mitad de los casos no se solucionan

Aunque no existe uno a nivel nacional, cada comunidad autónoma cuenta en España con un protocolo de actuación ante el acoso escolar que deben seguir las escuelas. Sin embargo, tanto las familias como los estudiantes y los profesores alertan de que, en demasiadas ocasiones, no son lo suficientemente eficaces. Según el III Informe de la Fundación ANAR, los alumnos perciben que casi la mitad de los casos permanecen sin solución (47,8%).

Entre los motivos de este fracaso podría encontrarse el miedo de los centros a perder prestigio -y alumnos-, sobre todo si se trata de colegios concertados, aporta Sales. También podría influir la precaria formación que se ofrece a los pedagogos en esta área, lo que les impide detectar los abusos, darle la importancia que merecen y actuar adecuadamente. "Solo en mis últimos 10 años como profesora he sabido reconocer el acoso", reconoce por su parte Cabestany. Pero cuando los docentes son capaces de percibirlo y lo denuncian, además, algunos se encuentran con múltiples trabas por parte del centro, lamenta.

En esta línea, las profesoras albergan pocas esperanzas respecto a la figura del coordinador de bienestar, que entra este curso en vigor y busca alertar de conductas abusivas en el aula. "Es un profesor más que está a las órdenes del director", por lo que se da un conflicto de intereses. "Si el trabajador necesita luego un buen horario, algún permiso o un traslado, tiene las manos atadas", aporta la presidenta de Nace.

No obstante, es cierto que hay colegios que siguen adecuadamente el protocolo, son más conscientes de la gravedad del problema y luchan contra el acoso escolar. "Lo que pasa es que a veces se encuentran también con problemas de movilidad", concretamente si son escuelas públicas. "A lo mejor al año siguiente tienes un 20% menos de los profesores con los que has trabajado el maltrato", por lo que los programas iniciados se quedan a medidas.

Cuando al miedo hablar se le suma la culpabilización

El acoso escolar es muy difícil de verbalizar. Lo sabe bien el docente y presidente de la Asociación Anti Bullying Sanlúcar (Absa) José Manuel Parada, pero no únicamente por la experiencia de su profesión. Su hijo sufrió abuso en el colegio durante siete años y no lo supo hasta después de los primeros cuatro. A veces los menores ni siquiera son conscientes de que están siendo maltratados, como en el caso de Alba. "Parecía una broma, no me di cuenta hasta que mis padres no me lo dijeron", recuerda de su vivencia a los 12 años.

Aunque también suele suceder algo más sencillo, tienen miedo a hablar. "El niño no lo cuenta porque sabe que va a ser excluido y eso, a sus edades, es muy duro", sugiere Parada. Por ello, los jóvenes empiezan a somatizar el constante terror y sufrimiento psicológico en dolores de cabeza, desmayos u otros síntomas físicos. Es lo que el profesor llama "el síndrome del domingo", una señal importante para los padres: "Cuando todos los domingos por la noche empiezan a ponerse malos y no quieren ir al colegio, ahí es cuando nos solemos dar cuenta".

A este terror que mantiene el acoso en silencio se suma, además, la culpabilización de las víctimas. Ya sea por falta de formación del equipo docente o por otros motivos, es una problemática que ven habitualmente los profesores consultados por RTVE.es. También lo vivieron en primera persona Laura y su hija, cuando el colegio se reunió con la menor tras poner la denuncia oficial. "Solo la llamaron una vez y fue para preguntarle que había hecho ella para que le acosasen"

Cambiamos a la víctima de centro haciéndola responsable del maltrato

Sin embargo, esta culpabilización a veces se hace de forma casi inconsciente y con los propios protocolos, que suelen centrar sus intervenciones en los acosados. "Normalmente dejamos que los agresores sigan a sus anchas y cambiamos a la víctima de centro haciéndola sentir responsable del maltrato", señala Sales. Otra traba tanto para la recuperación como para que los menores se animen a denunciar.

Baja autoestima, estrés postraumático y suicidios: las consecuencias del acoso

Las secuelas del acoso escolar pueden ser tan graves que se arrastren hasta la vida adulta. "Creo que es una herida que nunca se cura del todo", opina Alba. Ella sufrió abuso en la escuela hace ya más de seis años y ahora, que está a las puertas de la universidad, reconoce que su autoestima aún no se ha recuperado. Los insultos que parecían un juego de patio de recreo han dejado una huella casi imborrable.

Más intenso y reiterativo fue el maltrato que padeció la hija de Laura, a quien la Fiscalía de Menores ha visto necesario facilitarle un psicólogo especializado en trastorno de estrés postraumático. Las crisis de ansiedad que terminó provocándole el constante bullying llevó incluso a su madre a temer por su vida: "Tuve que esconder los medicamentos", narra a RTVE.es, "temía por su seguridad". Y es que los intentos de suicidio y las muertes autoinfligidas no son extremadamente raros en los casos de acoso escolar, como aportan los expertos.

Pero las consecuencias no se limitan a las víctimas y pueden llegar también a sus familiares. "Los padres somatizan el sufrimiento de sus hijos y llegan a tener la misma sintomatología y a caer en la depresión y la ansiedad", comparte la docente Carmen Cabestany. Sin embargo, quizás el futuro más preocupante sea el de los propios acosadores. "Su conducta tiene más probabilidad de hacerse hábito y en el futuro serán posibles violadores, agresores y abusadores", concluye. Una razón más para abordar la gran asignatura pendiente de la vuelta al cole: el acoso escolar.

Si necesitas ayuda 

Cualquiera que sufra acoso escolar o sea testigo de él puede dirigirse al teléfono de ayuda 900 018 018. El servicio es gratuito, anónimo, confidencial, está operativo las 24 horas, todos los días del año, para toda España y es atendido por psicólogos apoyados por trabajadores sociales y abogados. Existe también un chat con las mismas características. Ambos son gestionados por la Fundación ANAR. Además, puedes contactar con asociaciones como No al Acoso Escolar (Nace): 622326237 o info@noalacoso.org.