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Congreso PP Comunidad de Madrid

Ayuso toma el control total del PP de Madrid en un congreso que la encumbra como presidenta y zanja la crisis

  • La presidenta madrileña es candidata única al congreso regional y será nombrada líder del PP regional este viernes
  • La lucha de poder entre Ayuso y Casado con motivo de este cónclave inició la crisis que acabó con el ya exlíder 'popular'

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Ayuso se proclama presidenta del PP de Madrid en un congreso que motivó la peor crisis interna del partido

Llega el momento que Isabel Díaz Ayuso llevaba tanto tiempo esperando: convertirse en presidenta del PP de Madrid y hacerse con el control total del partido en la región, además de ser presidenta de esta Comunidad. Será encumbrada como tal este viernes en un congreso regional que el antiguo PP de Pablo Casado había pospuesto en medio de su batalla con la ‘lideresa’ autonómica y al que el nuevo líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, puso finalmente fecha. El nuevo nombramiento de Ayuso pondrá punto y final a una crisis que abrió al partido en canal como nunca en su historia y que se zanjó con el nuevo liderazgo de Feijóo y el fin político de Casado.

Ayuso llega por fin al congreso regional del PP con todo el apoyo de Feijóo y de su partido y sin dudas entre los ‘populares’ sobre su “honorabilidad” tras las explicaciones que dio por el contrato de compra de mascarillas vinculado a su hermano, que está siendo investigado. Un contrato que terminó de hacer explotar al PP hace tan solo tres meses entre acusaciones mutuas de corrupción (de Casado a la presidenta) y de espionaje (de Ayuso a la dirección del PP).

Ayuso entrará formalmente este viernes en el club de los ‘barones’ territoriales del PP y tomará el relevo de Pío García-Escudero, que se hizo cargo del partido en la región hace casi cuatro años, cuando dimitió Cristina Cifuentes (también como presidenta de la Comunidad) ante la presión por el ‘caso Máster’ y la grabación de un supuesto hurto en un centro comercial. Este movimiento dará por fin a Ayuso el control total del PP de Madrid, con un equipo a su medida y sin posibilidad de injerencias desde Génova.

El primero en intervenir en este Congreso será el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, a quien la dirección de Casado trató de postular como candidato para evitar que Ayuso se hiciera con el control del PP en la región y que, sin embargo, nunca llegó a dar el paso. También participará en el cónclave la secretaria general y portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, junto con los presidentes autonómicos ‘populares’: Alfonso Rueda (Galicia), Fernando López Miras (murcia), Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) y Juanma Moreno (Andalucía).

Ya proclamada presidenta, el sábado continuará el congreso regional del PP, en el que se celebrará el primer Comité Ejecutivo de Ayuso y que culminará con una intervención de ella junto con Feijóo, antes de que el líder del partido viaje a Galicia para asistir al congreso gallego en el que cederá el control del partido en la región a su sucesor en un fin de semana que cierra un ciclo en el PP.

Una “renovación” en el PP de Madrid

Se prevé que Ayuso dé a conocer los nombres de quienes estarán al frente del partido en Madrid en este proceso de “renovación”. Por ahora, ha confirmado que el secretario general será el actual portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Alfonso Serrano, quien pasará a ser la persona de la máxima confianza de Ayuso en Génova y sustituirá en el cargo a Ana Camins, cercana a Pablo Casado. Y se espera que se marchen de la dirección cargos “casadistas”, como el vicesecretario de Organización, Carlos Izquierdo, o el vicesecretario territorial, David Pérez.

Ayuso también anunció una remodelación en su Gobierno autonómico, aunque solo “de cargos intermedios” sin tocar a sus consejeros para afrontar el último año de legislatura antes de los comicios autonómicos de 2023. Sin embargo, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique López, es uno de los que está en tela de juicio por su postura ‘pro’ Casado en la guerra interna en el PP.

La presidencia ya dijo a principios de mes en un encuentro con Europa Press que, si bien entendía que todos en el partido habían sido “casadistas” en algún momento, como ella misma lo había sido, “cosa distinta” es quien haya puesto "en tela de juicio la honorabilidad" de su Gobierno, que ha gestionado el dinero “con transparencia y honradez”: "No voy a olvidar que se haya intentado trasladar algo distinto (...). Eso es algo que sí que voy a tener en cuenta".

La presidenta madrileña no prevé contar con ninguno de sus consejeros en la Ejecutiva del partido regional, ya que pretende mantener a su Gobierno al margen de la formación y que "lo que ocurra en un organismo" no tenga por qué afectar al otro, por lo que estarán "centrados en su responsabilidad".

Almeida, por su parte, ha rechazado reclamar cualquier puesto, aunque aportará su “granito de arena”. Ayuso ha asegurado que el alcalde tendrá el papel que él quiera porque son un mismo equipo. Pese a que Génova trató de hacer que Ayuso y Almeida rivalizaran por la dirección del PP regional, la sintonía entre ambos se mantiene y Ayuso ya dejó claro que pondría “la mano en el fuego” por el regidor ante el caso de la estafa de mascarillas al Ayuntamiento de Madrid.

Aparte de los cambios de nombres, una de las intenciones de la presidenta es reducir la estructura del partido y hacerla más "ágil". Una de sus prioridades es enfocar el proyecto al municipalismo y a los distritos, por lo que ya avanzó que le gustaría crear una oficina de Atención al Ciudadano. Uno de los retos que se ha propuesto Ayuso es, además, conquistar el sur de la región de cara a las próximas elecciones de 2023, apelando a que quiere sumar a su proyecto a personas "de todos los colores y de toda condición".

Una batalla por el poder que costó la cabeza de Casado

Tras una victoria arrolladora en las elecciones autonómicas del 4 de mayo de 2021 en Madrid, Ayuso se postuló como candidata para presidir el PP madrileño el 31 de agosto del año pasado, pese a que la dirección había evitado darle su respaldo públicamente (lo había hecho el entonces secretario general, Teodoro García Egea, aunque a título personal).

Se encontró de lleno con el rechazo de Génova, que no solo se opuso a su candidatura (nunca públicamente) sino que intentó introducir en la batalla por el poder regional a Almeida, que nunca se mostró cómodo con esta situación, si bien no confirmó ni descartó que concurriría por el puesto.

Y es que el liderazgo y la popularidad de Ayuso hacían sombra a Casado en un PP que, según criticaron algunos líderes territoriales, pretendía manejar los hilos de las baronías desde Madrid, algo que el entorno de Ayuso no aceptaba.

La ‘lideresa’ presionó durante meses a Casado para convocar el congreso regional en tiempo y forma el pasado mes de marzo, si bien la dirección nacional de entonces lo pospuso y nunca llegó a poner fecha.

La tensión fue aumentando casi semana a semana y los choques entre Ayuso y Casado eran cada vez más sonados, mientras algunas voces a favor de Ayuso como la de la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre o la diputada Cayetana Álvarez de Toledo no calmaban la situación. Aguirre llegó a hablar de “niñatos” que no habían “ganado una elección en su vida” a los máximos dirigentes del PP. Casado advirtió a Ayuso que en el PP no cabían los “solistas” y la presidenta le respondió que “tener criterio propio no es ser desleal”. Y cada evento en el que ambos coincidían se percibía más tensión.

Ayuso llegó a dejar claro en la Convención Nacional del PP de noviembre, diseñada para reforzar el liderazgo de Casado, que no aspiraba a dirigir el partido nacional y ofreció su total lealtad al presidente ‘popular’, pero todo acabó estallando en febrero ante la filtración del contrato vinculado al hermano de Ayuso.

Si bien la presidenta madrileña ha seguido exigiendo desde entonces que se depuren responsabilidades por el supuesto espionaje y vertir acusaciones sobre ella, las aguas se han calmado desde que Feijóo se hizo con la presidencia del PP nacional. La sintonía entre ambos es buena y se prevé que la relación de Génova con el PP de Madrid y con la Comunidad de Madrid siga por el mismo camino.