Enlaces accesibilidad
8M

Favores sexuales a cambio de buenas notas: el escándalo en las aulas universitarias de Marruecos

  • Un profesor de Economía de la Universidad de Settat ha sido condenado a dos años por violación
  • Las estudiantes han decidido romper su silencio y acabar con un viejo tabú: no denunciar por miedo a ser estigmatizadas

Por
El #MeToo llega a las universidades de Marruecos: las alumnas denuncian el acoso sexual de sus profesores

Una ola del movimiento #MetooUniv recorre las aulas universitarias de Marruecos. Las estudiantes han decidido romper su silencio y acabar con un viejo tabú: no denunciar el acoso sexual. Hartas del chantaje, y de mensajes y WhatsApp obscenos de algunos profesores, un grupo de compañeras decidió publicarlos en las redes sociales. El escándalo estalló en septiembre del año pasado y, gota a gota, fue calando a otros campus y a otras jóvenes que también lo denunciaron. Por primera vez, la Universidad, la Justicia y la sociedad civil no han mirado para otro lado y han actuado.

"Todo empezó durante los exámenes de recuperación del año pasado. Conocíamos su mala reputación y sabíamos que nos haría chantaje". Fátima, de 22 años, estudia el último año de Derecho en la facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas de la Universidad Hassan I de Settat, a unas dos horas de Rabat. Tiene una larga y ondulada melena, sonríe con cierta timidez y parece tranquila. Pero cuando recuerda lo que le pasó con su profesor de Historia de pensamiento político, le sudan las manos. Nos pide que no demos su nombre verdadero ni mostremos su imagen para preservar su anonimato. Ha venido a la entrevista con otra compañera que también ha sufrido acoso del mismo profesor pero no quiere contarnos su testimonio. Está casada y tiene miedo.

Una mañana cuando realizaban un examen de recuperación, ese profesor las echó del aula con el pretexto de que no las conocía y no estaba seguro de que fueran alumnas suyas. Las retiró la documentación para averiguar sus identidades. Las dos sabían que si entraban a su despacho para reclamar sus carnés, estaban perdidas.

El escándalo "sexo por buenas notas" salpica a varias universidades

"Mi amiga y yo entramos, él cogió una silla para sentarse muy cerca de nosotras. Le dijo a mi compañera: 'no tengas miedo hija mía', mientras le pasaba la mano por su hombro. Olvídate de lo que ha pasado. Si quieres que se resuelva, acuéstate conmigo", nos cuenta Fátima.

La amiga se negó a sus pretensiones y además le contó que estaba casada. "No me importa mientras no conozca a tu marido", contestó el profesor.

Otro docente, ajeno a lo que estaba pasando en ese despacho, abrió la puerta y las dos jóvenes aprovecharon para salir corriendo.

Ni Fátima ni su amiga se atrevieron a denunciar el chantaje sexual del profesor, no tenían pruebas y pensaron que nadie las creería, solo se lo contaron a otras amigas. Cuando fueron a reclamar a la Secretaría de la facultad, la repuesta fue: "Habla con tu profesor".

Pero Fátima tenía que recuperar su documentación, había encontrado un trabajo y le piden el DNI. La enseñanza pública marroquí es gratuita pero necesita ayudar a su familia porque no tiene muchos recursos.

"Volví a su despacho, unos días más tarde, estaba aterrorizada, temblando de miedo", recuerda Fátima mientras entrelaza sus dedos. "Me dijo si quieres recuperar tu carné, ya sabes acuéstate conmigo. Le dije que eso era imposible, le odié y deseé que la tierra se abriera y me tragara".

Fátima no quiso decirle a sus padres lo que estaba ocurriendo con su profesor, pero cuando otras compañeras denunciaron más casos en las redes y el escándalo "sexo por buenas notas" salpicó a esa y a otras universidades, se atrevió a contárselo. "Nos ayudó mucho que se difundiera, la opinión pública se enteró y además sirvió para que la Justicia investigara y que los autores de esos chantajes sexuales sean condenados", nos dice Fátima.

Un profesor de la Universidad de Settat condenado a dos años por violación

Cinco docentes fueron detenidos y el decano de la facultad, cesado. La Fiscalía abrió una investigación, y Fátima y su amiga han sido llamadas a declarar ante el Tribunal de Primera Instancia de Settat. Un profesor de Economía ya ha sido condenado a dos años por violación y acoso sexual. Los otros cuatro están siendo juzgados por acoso sexual.

A cientos de kilómetros de Settat, en la Escuela Nacional de Comercio y Gestión de Uchda ocurría algo parecido. Alguien, de manera anónima, colgó los WhatsApp entre un profesor y una alumna. Ella le pedía que le validara una prueba y la respuesta de él fue "validación por una sesión de felación".

Decenas de estudiantes se manifestaron para pedir su destitución.

El pasado 11 de febrero, un tribunal de Tánger condenó a un año a un profesor por acoso sexual contra una estudiante de la Escuela Superior de Traducción Rey Fahd de la ciudad marroquí.

#MetooUniv

Ante el aumento de las denuncias en las redes, la Asociación marroquí Moroccan Outlaws 490 creó una campaña contra el acoso de "sexo por buenas notas" para animar a otras estudiantes a que hicieran lo mismo.

Con el hashtag en Instagram #MetooUniv, decenas de jóvenes visibilizaron, a través de sus mensajes, un problema que venía de lejos en algunas universidades marroquíes.

Esta Asociación formada por abogados, periodistas, artistas y otros activistas, se creó en 2019 para pedir el fin del artículo 490 y otros del anticuado y desfasado Código Penal de Marruecos, aprobado en los 50, que condena con cárcel la homosexualidad, el aborto o las relaciones fuera del matrimonio.

Y en algunas universidades de las principales ciudades marroquíes han comenzado a funcionar líneas de teléfonos y direcciones de correos para que las estudiantes puedan denunciar, de manera anónima, si son sometidas a chantaje sexual a cambio de buenas notas.

En Marruecos, en 2018 se aprobó por primera vez una ley que criminaliza el acoso callejero y en espacios públicos contra las mujeres.

Se establecen penas de hasta seis meses de cárceles y una multa de hasta 10.000 dirhams, unos 900 euros, a quienes acosen a una mujer "en espacios públicos o mediante actos, dichos o gestos de carácter sexual o con fines sexuales". También se incluye el acoso mediante "mensajes escritos telefónicos, electrónicos, grabaciones o imágenes de carácter sexual".