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El comisario García Castaño pide la nulidad de las grabaciones de Villarejo

  • Asegura no hay garantía de autenticidad porque se rompió la cadena de custodia y se obtuvo de manera "subrepticia"
  • Deposita 37.000 euros para cubrir las eventuales responsabilidades civiles en 'Iron'

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El comisario Enrique García Castaño
El comisario Enrique García Castaño, en el juicio en la Audiencia Nacional.

El excomisario Enrique García Castaño, uno de los principales acusados en el triple juicio por el caso Tándem que se celebra en la Audiencia Nacional, ha cargado este lunes contra las grabaciones de José Manuel Villarejo, prueba clave de la vista, porque, alega, no existe garantía de que no estén manipuladas, ya que se rompió la cadena de custodia, pues estuvieron 17 días en poder de la Policía sin control judicial.

Son algunos de los principales argumentos que ha esgrimido la defensa del exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo de la Policía en la tercera jornada del primer juicio del caso Tándem por las piezas separadas 'Iron', 'Land' y 'Pintor', y que gira en torno a tres presuntos encargos de espionaje efectuados al comisario Villarejo, si bien este solo está acusado por las dos primeras.

Precisamente Villarejo, antes del inicio de la sesión, ha lamentado ante los medios ser un "cacahuete andante" por atraer la atención mediática mientras existen otros casos más importantes, y ha manifestado no tener "ningún inconveniente" en que Podemos -partido al que su mujer pidió expulsar de la causa- esté personado en el juicio.

En ese punto, ha señalado que trabajó con la vicepresidenta tercera el Congreso y diputada morada, Gloria Elizo, y que utilizó su despacho de abogados como "buzón". Una afirmación a la que se ha referido la portavoz de Podemos, Isa Serra, al asegurar que la "credibilidad del señor Villajero es la que es" como "sicario mayor de las cloacas".

Durante la jornada, el abogado de García Castaño, conocido como 'El Gordo' y quien se enfrenta a una petición fiscal de 52 años de prisión, ha centrado sus cuestiones previas en reclamar la nulidad de las grabaciones incautadas a Villarejo en noviembre de 2017 y que han nutrido buena parte de las 30 piezas en las que se ha dividido el caso Tándem.

Se consiguieron de forma "subrepticia"

Para el letrado, las grabaciones que Villarejo hacía de las conversaciones que mantenía con terceras personas, incluido García Castaño, al que apodaba 'Big', se consiguieron de forma "subrepticia", esto es, sin las necesarias "garantías legales", "sin orden judicial".

Unos archivos de los que, ha subrayado el letrado Aitor Martínez, no hay "garantía de autenticidad" al no existir los originales y haber trasladado la Policía al juez únicamente transcripciones "estratégicas", de manera que se desconoce si en ellas podría haber elementos de descargo que beneficien a los acusados. El letrado ha insistido en que el contenido intervenido es "altamente mutable" por tratarse de material digital.

Además de eso, ha hecho hincapié en los 17 días que la unidad de Asuntos Internos tuvo en su poder los efectos incautados, una unidad que, ha subrayado, tiene una "evidente animadversión" hacia Villarejo, y que ha aparecido en la investigación del caso Kitchen, una de las ramas de este procedimiento en la que, además, su exjefe Marcelino Martín Blas, está procesado.

Grabaciones sin orden judicial

También ha señalado que se trata de charlas donde uno de los intervinientes es Villarejo, policía en activo, que las mantuvo sin que mediara orden judicial, de modo que la defensa entiende que discurren "en un marco de una clara provocación delictiva" que empujaría a los otros implicados en estas conversaciones a cometer o reconocer delitos, por lo que vulnera el derecho a no declarar contra sí mismo.

El letrado de García Castaño se ha adelantado a la posible respuesta del Ministerio Público, aduciendo que Villarejo no puede ser considerado como un particular en lo tocante a estas conversaciones, un estatus que sí las haría válidas.

Así ha recordado que el excomisario se presentaba ante sus interlocutores bien como comisario, bien como abogado -condición que también obstenta-, y, en este último supuesto, el diálogo está protegido por el secreto profesional entre letrado y cliente.

Además, al igual que ya hicieran las demás defensas en las sesiones iniciales, el abogado de García Castaño ha esgrimido que las grabaciones incautadas en las entradas y registros de 2017 tampoco pueden admitirse como pruebas porque vulneraron la orden judicial que dio lugar a esta acción policial.

Advierte de que acudirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos

Por todo ello, ha calificado las grabaciones de "anomalía" y ha pedido a la Sala que las expulse del procedimiento. De lo contrario, ha advertido, llegará hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

La defensa de García Castaño ha cargado también contra la falta de competencia de la Audiencia Nacional para juzgar estos hechos, fundamentada en la existencia de una supuesta organización criminal, un delito por el que, ha subrayado, ninguno de los acusados se sienta en el banquillo en este juicio: "Estaríamos ante un obsoleto desastre procesal si finalmente no se prueba esa organización criminal".

Al margen de la docena de cuestiones previas que ha planteado, y que han acaparado las primeras dos horas del juicio, Martínez ha querido poner de relieve que García Castaño ha hecho un depósito de 37.000 euros en la cuenta bancaria del juzgado para cubrir las eventuales responsabilidades civiles a las que pueda ser condenado en 'Iron'.