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La OMS se propone prevenir al menos el 50% de las muertes y traumatismos por accidente de tráfico hasta 2030

  • Más de 3.500 personas mueren todos los días en las carreteras, lo que equivale a casi 1,3 millones de muertes evitables
  • Para la OMS, estos números son "inaceptables" e incide en el hecho de que todas esas muertes "se pueden prevenir"

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Colisión frontal entre un turismo y una furgoneta en Lillo (Toledo)
Colisión frontal entre un turismo y una furgoneta en Lillo (Toledo)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado en Ginebra su programa de Seguridad en Carretera 2021-2030 con el objetivo de reducir a la mitad el número de muertos y heridos que causan los accidentes de tráfico mediante acciones como la promoción de transportes alternativos o una mejor atención a las víctimas.

Para ello, la OMS y las comisiones regionales de las Naciones Unidas, en cooperación con otros socios en la Colaboración de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, han desarrollado un Plan Global para la Década de Acción, que se ha publicado este jueves.

A nivel mundial, más de 3.500 personas mueren todos los días en las carreteras, lo que equivale a casi 1,3 millones de muertes evitables y un estimado de 50 millones de lesiones cada año, lo que la convierte en la principal causa de muerte de niños y jóvenes en todo el mundo.

En este sentido, se estima que causarán otros 13 millones de muertes y 500 millones de lesiones durante la próxima década, particularmente en los países de ingresos bajos y medianos.

Un número de víctimas "inaceptable"

Para la OMS, estos números son "inaceptables", tanto en términos absolutos como relativos, incidiendo en el hecho de que los accidentes de tráfico siguen siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo, "aunque todas esas muertes y lesiones se pueden prevenir".

"La pérdida de vidas y medios de subsistencia, las discapacidades causadas, el dolor y los costos financieros causados por los accidentes de tráfico se suman a un costo intolerable para las familias, las comunidades, las sociedades y los sistemas de salud", ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El coste económico y social que generan estos accidentes "puede evitarse haciendo que las carreteras sean más seguras, o promoviendo el transporte público, en bicicleta o a pie", ha destacado, para añadir que "el Plan Mundial para el Decenio de Acción para la Seguridad Vial establece los pasos prácticos y basados en evidencias que todos los países y comunidades pueden tomar para salvar vidas".

"Más de 50 millones de personas han muerto en las carreteras del mundo desde la invención del automóvil. Esto es más que el número de muertes en la Primera Guerra Mundial o algunas de las peores epidemias", sentencia el doctor Etienne Krug, director del departamento de Determinantes Sociales de la Salud.

"Es hora de poner en acción lo que sabemos que funciona y cambiar a un modo de transporte mucho más seguro y saludable. Este nuevo plan llevará a los países por un camino más sostenible", añade.

Mejorar la seguridad en la calle para promover otros transportes

"Una de las mejores formas de salvar y mejorar vidas es hacer que nuestras calles sean más seguras, pero ese trabajo a menudo no recibe la atención que merece", ha señalado el embajador de la OMS para Enfermedades No Transmisibles y Lesiones, Michael R. Bloomberg.

Este plan global de la OMS incluye una acción acelerada para hacer que caminar, ir en bicicleta y utilizar el transporte público sea seguro, ya que también son modos de transporte más saludables y ecológicos; para garantizar carreteras, vehículos y comportamientos seguros; así como asegurar una atención de emergencia oportuna y eficaz.

Según la organización, el plan global describe las acciones recomendadas extraídas de intervenciones comprobadas y efectivas, así como las mejores prácticas para prevenir los traumatismos causados por la los accidentes en carretera. Debe utilizarse como un modelo para informar e inspirar planes nacionales y locales que se adapten a los contextos locales, los recursos disponibles y la capacidad.

Así, está dirigido no solo a los responsables políticos de alto nivel, sino también a otras partes interesadas que pueden influir en la seguridad vial, como la sociedad civil, el mundo académico, el sector privado y los líderes comunitarios y juveniles.