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La dura realidad de las mujeres víctimas de trata

  • El caso de la joven Florina, cuyo cuerpo fue hallado sin vida hace unos días, pone rostro a la situación de muchas mujeres prostituidas
  • La mayoría son jóvenes, víctimas de redes de explotación y llegan a España engañadas, bajo la promesa de un futuro mejor

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La dura realidad de las mujeres victimas de trata

Unas flores recuerdan a Florina en el último lugar donde fue vista antes de desaparecer. Tenía 19 años y era prostituida en esa zona, como otras mujeres que no son consideradas víctimas de la violencia de género, aunque el pacto de estado propone su inclusión y la la ley autonómica lo contempla.

La prostitución no se reconoce como violencia de género

"La prostitución como violencia de género no se tiene reconocida", aclara Beatriz Beseller, de Metges del Món. "Pero realmente estas mujeres están sometidas a agresiones físicas, psicológicas, robos, vejaciones... Lo que hacemos es recoger todas estas vulneraciones para dar a conocer a la sociedad la situación en la que se encuentran".

Un atentado contra los derechos humanos

Muchas de las mujeres son víctimas de trata, muy jóvenes y habitualmente llegan a España engañadas. Así lo afirma la fiscal Susana Gisbert: "No conocen el idioma, la cultura, los sitios... De esa situacion es prácticamente imposible escapar". María Such, directora general del Institut Valencià de les Dones, aporta cifras: "El 95% de las mujeres que ejercen la prostitución son víctimas de trata, y por tanto estamos ante una explotación sexual que vulnera derechos humanos". "Habría que darle una vuelta a cómo nos comportamos con respecto a la prostitución", afirma Gisbert. "No es una profesión, es una esclavitud y un atentado contra los derechos humanos y los derechos de la mujer, con lo cual no debe ser consentida".

El 95% de las prostitutas son víctimas de trata

"El problema no es qué lleva a las mujeres a prostituirse sino quién las lleva a hacerlo", añade María Such. "Son mafias, organizaciones criminales que trafican con ellas, que las traen de otros países para explotarlas aquí. La mayoría de ellas lo hace en contra de su voluntad, los explotadores se aprovechan su necesidad y su situación de pobreza".

Minuto de silencio por el asesinato de Florina

Ansiedad, fobias, depresión, trastornos alimenticios

En la Fundación Salud y Comunidad de Castellón trabajan para ayudar a mujeres prostituidas como Florina.  Les ofrecen asistencia social médica psicológica y laboral. La mayoría son víctimas de las redes de trata y las consecuencias son muy evidentes. "Mujeres con fobias, con cuadros de ansiedad muy fuertes, con trastornos depresivos muy graves, trastornos de alimentación, trastornos adictivos", ennumera Belén Sánchez, de la Fundación. "Es una clara consecuencia de esta situación traumática constante y el terror en el que viven muchas de ellas".

Los puteros ejercen un control absoluto sobre estas personas

Una situación, afirman, que se ha visto agravada por la pandemia. Muchas permanecen encerradas con sus explotadoreas durante el confinamiento, sin acceso a ayudas y con miedo al contagio.  "Los puteros se ven legitimados a pedir prácticas sexuales sin protección, consumo de drogas, agresiones físicas si se niegan... ejercen un control absoluto sobre estas personas", denuncia Beatriz Beseller.

"Tenemos que dejar de mirar hacia otro lado: el proxenetismo está penado pero la prostitución de las mujeres no lo está", asegura Susana Gisbert. "Además, si no hay clientes no hay prostitución y son precisamente ellos los que fomentan que siga existiendo". Y añade: "Es violencia sobre la mujer, porque es una esclavitud que se une a redes de trata. El Convenio de Estambul, suscrito por España, contempla la prostitución como una forma de violencia sobre la mujer y el pacto de Estado de 2016 tenía entre sus puntos ampliar el concepto de violencia de género para contemplar este tipo de atentados de violencia sobre las mujeres. No solo la prostitución, también los matrimonios forzados, la mutilación genital femenina que va más allá de las relaciones de pareja". Desde el Institut Valencià de les Dones se expresan en términos similares: "Reclamamos una ley estatal abolicionaista contra la prostitución. Es una explotación sexual que no entendemos cómo se permite en nuestra sociedad".