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China

El camino práctico de China

  • Con las fronteras cerradas al turismo extranjero, China ha activado todos los mecanismos del consumo interno
  • Este objetivo marcó la quinta sesión plenaria del Partido Comunista chino celebrado la semana pasada en Pekín

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Multitudinaria fiesta de Halloween en la ciudad china de Wuhan, donde se originó el coronavirus
Multitudinaria fiesta de Halloween en la ciudad china de Wuhan, donde se originó el coronavirus

En la Mansión del Príncipe Gong en Pekín, medio centenar de chinos escucha a una mujer que les guía por los amplios patios, pabellones y bello jardín del Palacio. Todos llevan su mascarilla, una gorra azul, y hablan con un acento de la provincia de la que han salido para disfrutar de un fin de semana en la capital.

Similares escenas se pueden ver en la Ciudad Prohibida, en el Palacio de Verano, o en la Gran Muralla. En Wuhan, el Templo del Grulla Amarilla, ha sido el sitio turístico más visitado este mes de octubre después de Disney Shanghai.

Informe Semanal - ¿El milagro de Wuhan? - ver ahora

Durante los últimos cinco años, el Gobierno chino ha fomentado el turismo "en casa", pero ahora después de la Covid, mucho más.

Promociones, entradas gratuitas, paquetes más económicos de avión y hotel..., estrategias para activar un sector que antes de la crisis epidémica suponía el diez por ciento de la riqueza del país.

Con las fronteras cerradas todavía al turismo extranjero y sin fecha aproximada para la reapertura, China ha activado todos los mecanismos del consumo interno para sostener los datos macroeconómicos y, con ello, el bienestar social.

Y esta es uno de las metas, por no decir la principal, que se ha vuelto a marcar en la quinta sesión plenaria del Partido Comunista chino celebrado la semana pasada en Pekín.

Más de 300 líderes del Partido que, a puerta cerrada, han trazado las rutas para los próximos cinco años conscientes de la posible nueva realidad que va a dejar la Covid no solo en el país asiático sino en el mundo entero.

Un nuevo escenario

China ha celebrado su quinto Pleno en unas coordenadas de fechas clave para ellos. Por un lado este año concluye el objetivo de erradicar la pobreza rural para afianzar una sociedad próspera. Y por otro, el plan quinquenal diseñado ahora se debatirá en la Asamblea Nacional Popular de marzo de 2021 cuando el PCCh cumplirá cien años.

Además, en el ideario nacionalista de China quedan menos de tres décadas para el gran Aniversario, el del siglo del nacimiento de la República Popular China. Alcanzar 2050 como una primera potencia económica, militar, tecnológica y cultural es la base de lo que llaman el "Sueño Chino" o el "Rejuvenecimiento de la nación" que forma parte del discurso del propio presidente Xi Jinping.

El camino, con sus puntos de partida y destino, estaba ya trazado, pero han surgido obstáculos tanto dentro como fuera que obligan a China a subir una cuesta nueva con la que quizá no contaban.

Además de empeorar su imagen en muchos países desarrollados por su gestión inicial de la Covid, parte de la Comunidad Internacional cuestiona su política territorial para Hong Kong y Taiwán, y de Derechos Humanos para las regiones de Xingjiang y Tíbet.

La Guerra Fría con Estados Unidos que empezó por los aranceles comerciales es ya tecnológica con víctimas hasta en los ámbitos diplomáticos (cierres de Consulados de ambos países) y en los Medios de Comunicación (Mutuas expulsiones de periodistas nacionales).

La realidad geoestratégica en el último año ha dado tal vuelco, empujada además por la pandemia, que muchos observadores de la Política asiática, definen este Pleno como el del Punto de Inflexión en la Historia de la China actual.

Más autosuficientes tecnológicamente

El nuevo recorrido lo resumió el presidente Chino Xi Jinping al término del Pleno. "En la encrucijada histórica de los objetivos de los dos centenarios debemos implementar la estrategia básica del PCCh, y enfocarnos en el nuevo patrón de desarrollo", dijo, que en la práctica se resume en el mantenimiento del fuerte nacionalismo interno y en ser menos dependiente económicamente del exterior.

Sobre lo primero, en clave interna, es seguir con la política personalista de Xi Jinping como núcleo del Partido, y líder que conducirá a China a recuperar su lugar en el mundo como se repite desde el Aparato de propaganda del Partido. Seguirán activos los mecanismos de control ciudadano, la censura, la falta de libertad de expresión y la persecución de los que consideren disidentes.

Sobre ser más autosuficientes es quizá una respuesta necesaria ante el discurso de buena parte de la Comunidad Internacional que apuesta por no ser tan dependientes de China.

Además, en Pekín tampoco creen que habrá un gran cambio en este sentido si repite en la Casa Blanca Donald Trump, o la estrena el demócrata Joe Biden.

Así que en esta línea han fijado otra fecha, 2035, para haber conseguido una mayor autonomía tecnológica, con grandes inversiones en investigación y lograr un equilibrio entre la reactivación internamente de la riqueza y de las exportaciones.

Nuevos objetivos más a corto plazo para enfrentarse a lo que perciben como dificultades en tiempos de confrontación con el mundo desarrollado, más que de colaboración, aunque, por ejemplo, hayan llevado al debate mundial su aparente efectividad y éxito en el control de la Covid, o la próxima comercialización de su vacuna.