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Los karabajíes resisten el impacto de la guerra

  • Además de las víctimas civiles y de causar pánico, el conflicto amenaza con destruir el potencial económico
  • En diez días de intensos enfrentamientos armados, las fuerzas karabajíes han perdido 240 soldados, según las autoridades

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Una mujer en un refugio antibombardeo.
Una mujer en un refugio antibombardeo.

Alexandr mira con tristeza la maquinaria destrozada por un proyectil que explotó sobre una fábrica de piedra natural cerca de la capital karabají. No sabe cuándo podrá reanudar la producción. La guerra no solo se cobra vidas, sino también se ceba con la economía local.

"Buscaban provocar muchas víctimas civiles, causar pánico y destruir el potencial económico" de la zona, ha señalado este martes a Efe el jefe de producción de la cantera, aprovechando un descanso de varias horas en los bombardeos de las Fuerzas Armadas azerbaiyanas.

La guerra se ceba con la economía local

Alexandr pasea por el pequeño cráter que dejó el proyectil ayer en el suelo. Inspecciona los daños: una impresora 3D que trabaja la piedra ha quedado inutilizada. Una placa eléctrica también. 10.000 dólares perdidos, lamenta.

La cantera hacía piedras únicas, tallaba piedra local orientada al mercado de la Unión Europea (UE) sobre todo. ¿Ahora qué pasará? La fábrica tardará meses en volver a producir. "Intentaremos arreglar todo lo que se pueda", dice. "Lo único que pido es que dejen de disparar", afirma dirigiéndose a las fuerzas azerbaiyanas.

Los habitantes de Stepanakert pasaron este martes por primera vez en días una noche y mañana relativamente tranquila tras los intensos bombardeos que tuvieron lugar el domingo y lunes sobre la ciudad.

Un proyectil no explotado en la capital de Nagorno Karabaj.

Un proyectil no explotado en la capital de Nagorno Karabaj. EFE/ Pablo González

El descanso de los ataques en Stepanakert duró poco

Según el presidente de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, Araik Arutiunián, las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán habrían disparado el lunes contra Stepanakert más de 100 cohetes Smerch.

El descanso este martes de los bombardeos duró, sin embargo, poco. Por la tarde el Ejército azerbaiyano reanudó los ataques sobre la capital y las afueras. Volvían a sonar las sirenas y los ciudadanos regresaron a los refugios.

Varios proyectiles Smerch cayeron cerca de la oficina del Comité Internacional de la Cruz Roja, según las autoridades karabajíes.

El Ministerio de Defensa de Armenia ha afirmado que Bakú lanzó ataques a gran escala en dirección sur de la línea de contacto entre Artsaj (nombre armenio del enclave) y Azerbaiyán.

Cavusoglu viaja a Bakú para demostrar el apoyo turco

Resaltó que esta ofensiva se produce "durante la visita del ministro turco de Exteriores", Mevlüt Çavusoglu, a Bakú, donde dijo que "Azerbaiyán debe, de una vez por todas, recuperar sus territorios".

"Este es su derecho y nosotros intentamos explicar por todos los medios la postura y la verdad de Azerbaiyán a la opinión pública mundial.

Turquía está dispuesta a apoyar a Azerbaiyán en dicho asunto, tanto en la mesa de negociaciones como en el campo de batalla", subrayó tras reunirse con el presidente Ilham Alíev.

Al mismo tiempo, Bakú se ofreció este martes a abrir corredores humanitarios para la población armenia y los soldados que se entreguen voluntariamente.

Mientras Bakú recibía la visita de Çavusoglu, Armenia anunciaba que el próximo viaje -el jueves y viernes- a Ereván del primer ministro de Rusia, Mijaíl Mishustin, aunque quiso aclarar que "no está relacionado en absoluto con la situación en la zona de conflicto".

Rusia se lleva bien con ambas naciones y suministra armas a los dos países, pero tiene una base militar en Armenia y es aliado de Ereván en la alianza político-militar postsoviética Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).

El nuevo ataque sobre Stepanakert tiene lugar solo horas después de que los jefes de las diplomacias de Rusia, Francia y EEUU, copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE para el arreglo del conflicto, pidieran un cese al fuego ante el aumento de operaciones contra civiles fuera de la línea de contacto, recuerda Ereván.

Contraofensiva karabají y voluntarios que cosen para militares

El Ejército karabají ha asegurado inmediatamente de que está preparando una contraofensiva. "Es cuestión de minutos", ha advertido el portavoz del presidente karabají, Vahram Poghosián.

Violeta, jefa de producción de una fábrica textil en el enclave separatista, sabe bien lo que significa esta advertencia. Está muy ocupada estos días. La planta ha sido habilitada para coser ya no solo para civiles, sino sobre todo para las Fuerzas Armadas karabajíes.

De más de 20 personas que trabajan en el taller, hoy solo dos son de la propia fábrica. El resto son voluntarios, porque las mujeres con niños pequeños han sido evacuados y los hombres están en el frente.

Hacen turnos y la mayoría duerme y come allí. Tiene un refugio antibombas, un comedor, duchas e incluso agua caliente, explica Violeta a Efe, que recalca que los voluntarios trabajan con el ánimo de "aportar todo lo que puedan" a las fuerzas karabajíes.

En diez días de enfrentamientos armados, más dura en intensidad que la guerra de los Cuatro Días en 2016, las fuerzas karabajíes han perdido 240 soldados, según dijeron las autoridades.

Una voluntaria cosiendo en una fábrica de Nagorno Karabajj.

Una voluntaria cosiendo en una fábrica de Nagorno Karabajj. EFE/ Pablo González