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Silenciados

Detrás de la guerra en Yemen

  • Los yemeníes cada vez tienen menos servicios médicos accesibles y asequibles, y muchas familias han huido de sus hogares
  • Recogemos voces de pacientes y personal médico en el país más pobre de la península arábiga

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Detrás de la guerra en Yemen

Los seis años de conflicto en Yemen han tenido un efecto devastador en el acceso de la población a la atención médica. En la gobernación de Taiz, en el suroeste del país, los frentes de guerra activos, los continuos combates y las restricciones de movimientos han exacerbado la vulnerabilidad de los yemeníes, que cada vez tienen menos servicios médicos accesibles y asequibles. Muchas familias yemeníes han huido de sus hogares o se han visto obligadas a separarse para buscar lugares más seguros y alguna oportunidad para ganarse la vida. Las historias de los pacientes y el personal del hospital materno-infantil de Houban, en Taiz, muestran el profundo efecto que esta terrible situación está teniendo en sus vidas.

Sin acceso a la atención médica

Hana, médico de familia y pediatra en el hospital materno-infantil de Houban, en Taiz

Hana, médico de familia y pediatra en el hospital materno-infantil de Houban, en Taiz Maya Abu Ata/MSF

“Antes de ser pediatra, era médico de urgencias. Un día, nos llegó una mujer con complicaciones graves derivadas de su embarazo. Llegó en situación crítica. Cuando preguntamos el motivo de las complicaciones, nos dijeron que se debía sobre todo por la larga distancia que había recorrido la paciente. Su madre nos explicó que la habían transportado en un ataúd por un camino montañoso lleno de baches. El viaje duró tres horas. Habían oído hablar del hospital de MSF y estaban felices de haber conseguido llegar finalmente. Gracias a Dios, la paciente mejoró. Nunca podré olvidar esta historia”, Dra. Hana.

Taha es el tercer hijo de Balqees y solo tiene 48 días. Necesitó atención especializada a los pocos días de nacer

Taha es el tercer hijo de Balqees y solo tiene 48 días. Necesitó atención especializada a los pocos días de nacer Maya Abu Ata/MSF

“Las cosas eran mucho mejor antes de la guerra. Vivíamos cómodos y tranquilos. Había seguridad y estabilidad. Ahora todos vivimos con miedo. Cuando me pongo enferma, trato de no ir al centro de salud porque está muy lejos. Antes, si querías ir a visitar a tus padres o a un familiar, podía llevarte una hora; hoy en día, sales de tu casa por la mañana y llegas a tu destino al anochecer.

Di a luz en un centro de salud del pueblo. Me dijeron que mi hijo necesitaba atención médica, apoyo nutricional. En nuestra zona no hay hospitales, solo clínicas privadas, así que condujimos durante dos horas para llegar a este hospital. Llevo cuatro días aquí. Incluso una simple caminata me cansa. Todavía me estoy recuperando del viaje, fue agotador”, Balqees, paciente

BALQEES: “Solo deseo que tengamos felicidad de ahora en adelante, espero un buen futuro. Añoro los días sin guerra, redescubrir a qué sabe la estabilidad, qué significa la seguridad”

El cuarto hijo de Shayma acaba de nacer en el hospital materno-infantil de Houban

El cuarto hijo de Shayma acaba de nacer en el hospital materno-infantil de Houban Maya Abu Ata/MSF

“He dado a luz a mis cuatro hijos aquí en este hospital, todos fueron partos normales. Decidí dar a luz a mis bebés aquí porque no hay buenos hospitales ni centros de salud cerca de mi casa en la aldea. Si tuviera más cerca el hospital, hubiera podido seguir mejor el embarazo. En mis partos anteriores, eran seis horas en coche cada dos meses, para hacer el seguimiento en este hospital.

Deseo para mis hijos un futuro diferente al mío, sin la guerra ni las dificultades que hemos vivido. Manteneros a salvo y que nuestros hijos crezcan sanos y seguros”, Shayma, paciente

"Veo a muchas madres en el hospital donde trabajo, pero hay dos casos en particular que no he podido olvidar", Taghreed, enfermera de quirófano en el hospital materno-infantil de Houban.

La familia, inaccesible

En Taiz, los frentes de guerra activos y los combates no solo afectan el acceso a la atención médica y hacen los desplazamientos hasta los centros sanitarios más pesados, largos y peligrosos, sino que además convierten las una vez animadas rutas en callejones sin salida. Las barreras físicas han separado a muchas familias yemeníes. El personal de Médicos Sin Fronteras (MSF) que trabaja en el hospital materno-infantil de Houban no es una excepción.

Mahmoud sueña con un país donde la educación y el acceso a la salud sean gratuitos

Mahmoud sueña con un país donde la educación y el acceso a la salud sean gratuitos Maya Abu Ata/MSF

"La guerra nos afecta a todos. Tengo una hermana que antes de la guerra vivía cerca, pero cuando empezaron los enfrentamientos, bloquearon las carreteras y ahora, si nos quiere visitar debe tomar una ruta alternativa mucho más larga. Sus hijos ahorran su paga para poder costear el viaje para visitar a la familia. Esta situación afecta sobre todo a mi madre que no puede visitar a sus hijos, la hija que vive en Saná y el hijo que vive en Marib. Ve a la guerra como su enemigo, la razón de la separación de su familia”, Mahmoud, responsable de Promoción de la Salud.

"La guerra ha puesto patas a arriba nuestra vida. De la estabilidad al desplazamiento, y de la tranquilidad a una estado de alerta constante", Rasheed, traumatólogo en el hospital materno-infantil de Houban.
Muchas noches Walid no ha podido regresar a su casa después del trabajo por los combates

Muchas noches Walid no ha podido regresar a su casa después del trabajo por los combates Maya Abu Ata/MSF

“He pasado por momentos muy duros, sobre todo al tratar de venir a trabajar. A veces no volvía a casa después del trabajo, me quedaba a dormir en el coche, y así estaba cerca del hospital y podía llegar temprano, tan pronto como mi compañero acababa su turno.

Antes de la guerra, vivíamos bien. Ahora al menos tengo un trabajo, gracias a Dios. Otros no pueden ganarse la vida. Algunos de mis colegas en el hospital mantienen a varias familias. Era ingeniero, ahora trabajo de guardia de seguridad, pero respeto este trabajo porque es puramente humanitario”, Walid, guardia de seguridad.

El hospital materno-infantil de Houban en Taiz es uno de los 12 hospitales y centros de salud que Médicos Sin Fronteras gestiona en Yemen. Además, la organización da apoyo a otros 20 centros de salud en 13 gobernaciones.

Se dice que Taiz, en el suroeste de Yemen, es el campo de batalla más antiguo de la guerra. Desde la escalada del conflicto en 2015, la ciudad vive en medio de combates recurrentes y la gobernación está dividida por innumerables puntos de control, bloqueos de carreteras y líneas de frente cambiantes. Hoy, la situación permanece sin cambios. Para muchas personas en Taiz, sus recuerdos de los últimos años son los de una guerra interminable sin fin a la vista.

El hospital materno-infantil de Houban en Taiz es uno de los 12 hospitales y centros de salud que MSF gestiona en todo el país. Además, la organización da apoyo a otros 20 centros de salud en 13 gobernaciones.