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Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2018

Messner y Wielicki, esencia del alpinismo

  • Son los primeros alpinistas en recibir el premio Princesa de Asturias
  • Messner fue el primer hombre en subir los 14 'ochomiles' del planeta
  • Wielicki hizo las primeras ascensiones en invierno a tres 'ochomiles'

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Reinhold Messner en el Nanga Parbat
Reinhold Messner en el Nanga Parbat

Reinhold Messner y Krzysztof Wielicki, premio Princesa de Asturias de los Deportes 2018, encarnan, a través de sus trayectorias deportivas, la esencia del alpinismo, un deporte en el que ambos, a través de sus numerosas expediciones al Himalaya, han protagonizado grandes gestas y han marcado nuevos hitos, convirtiéndose en ejemplo e inspiración para nuevas generaciones de escaladores.

Ambos han sido pioneros en un mundo donde las gestas son rutina y forma de vida. Reinhold Messner (Funes, Bolzano, Italia, 1944) se convirtió, en 1986, con su ascensión al Lhotse, en el primer hombre que conquistaba las 14 cimas de más de ocho mil metros que hay en el planeta.

Su primer ochomil fue el Nanga Parbat (1970). A este le siguieron el Manaslu (1972), el Hidden Peak (1975 y 1978), el Gasherbrum II (1978), el Nanga Parbat (1978), el Everest (sin oxígeno, 1978), el K-2 (sin oxígeno, 1979), de nuevo el Everest (1980, en solitario) y el Sisha Pagma, Kangchenjunga, Annapurna, Broad Peak, Cho Oyu, Dhaulagiri, los dos Gasherbrum en los primeros años de la década de los 80, hasta que en 1986 coronó el Lhotse, hollando el decimocuarto ochomil.

Fue el encargado de realizar unas de las primeras fotografías a la momia conocida como “el hombre de los hielos”, encontrada en el ventisquero de Similaun, en la zona fronteriza entre Italia y Austria en 1991. Messner ha atravesado también la Antártida (1991-1992), el desierto del Bhután del Takla Makán y Groenlandia (1993) y el desierto del Gobi (2004).

Además de su actividad deportiva, Messner fue diputado en el Parlamento Europeo por Los Verdes entre 1999 y 2004, ha escrito medio centenar de libros, traducidos a una docena de idiomas, y participa en la realización de documentales.

Fue fundador de la organización no gubernamental Mountain Wilderners, dedicada a la conservación de los espacios naturales, y a través de la Messner Mountain Foundation ayuda a los habitantes de las zonas montañosas de todo el mundo. También ha puesto en marcha el Messner Mountain Museum, proyecto al que ha denominado su “decimoquinto ochomil”, dedicado a la historia del montañismo. Con sede central en Bozen, en el Tirol italiano, cuenta con otras cinco sedes en la región.

Krzysztof Wielicki, pionero del alpinismo invernal

Nacido en Szklarka Przygodzicka en 1950, comenzó con su afición a la montaña con 14 años en los montes de Tatra, en su Polonia natal. Reconocido como uno de los más destacados alpinistas del mundo y símbolo del alpinismo polaco, el nombre de Wielicki está asociado en el mundo del montañismo a hitos históricos como haber sido el quinto hombre en el mundo que ha conquistado los 14 ochomiles del planeta o haber realizado las primeras ascensiones en invierno a tres cumbres de más de ocho mil metros de altura: en 1980 ascendió al Monte Everest (8848 m) junto a Leszek Cichy, en 1986 junto a Jerzy Kukuczka al Kangchenjunga (8586 m) y en 1988 en solitario al Lhotse (8516 m).

En 2018 organizó y dirigió la expedición al K2 (8611 m), único ochomil sin conquistar en invierno, que se tuvo que suspender por mal tiempo. Durante este intento, la expedición de Wielicki protagonizó una de las denominadas gestas del himalayismo en las que la solidaridad y el compañerismo surgen como puntales de este deporte: la operación para rescatar en el Nanga Parbat a Elisabeth Revol, a la que lograron poner a salvo, y a Tomek Mackiewicz, por el que no pudieron hacer nada.

Wielicki realizó en 1984 la primera ascensión en un solo día a un ochomil, al coronar el Broad Peak, y ese mismo año abrió una nueva vía para subir al Manaslu. En 1993 ascendió al Shisha Pangma en solitario por una nueva ruta.

Además de sus logros como alpinista, sus colegas deportistas destacan de él sus valores como ser humano, su compañerismo y su capacidad de liderazgo para afrontar retos en la montaña. A sus casi 70 años, Wielicki dedica gran parte de su tiempo a divulgar los valores del alpinismo y a orientar a aficionados a este deporte sobre técnicas y estrategias a seguir en la montaña. Es autor o coautor de varios libros. Es miembro de The Explorers Club, sociedad internacional con sede en Nueva York y fundada en 1904 con el objetivo de promover la exploración