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La expedición Trineo de Viento en Groenlandia culmina con éxito

  • Durante 28 días, ha recorrido 1.200 km. en un vehículo propulsado con cometas
  • Ha recogido datos para cinco proyectos científicos sobre cambio climático

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El vehículo, diseñado por Ramón Larramendi, se propulsa por grandes cometas.
El vehículo, diseñado por Ramón Larramendi, se propulsa por grandes cometas.

La expedición Trineo de Viento,  dirigida por el explorador Ramón Larramendi, ha concluido después de 28 días en los que ha recorrido 1.200 kilómetros en los que se han recogido múltiples muestras científicas a bordo de un eco-vehículo propulsado con viento que ha transportado 2.300 kilos de carga.

Según ha informado la organización, la expedición ha llegado a Kangerlussuaq,  el punto de partida después de recoger datos para cinco proyectos científicos internacionales sobre cambio climático, que demuestran su capacidad como plataforma científica para investigar el Ártico y la Antártida.

El vehículo diseñado por Ramón Larramendi se propulsa por grandes cometas que han permitido al trineo desplazarse miles de kilómetros por territorios polares con cero emisiones contaminantes.

La expedición llegó el pasado día 20 a la EastGRIP, una instalación situada sobre la misma corriente de hielo en la que los tripulantes habían pasado la última semana realizando diversos trabajos. Desde allí, un avión Hércules de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos les trasladó hasta Kangerlussuaq, el mismo punto del que partieron el pasado día 25 de mayo en un helicóptero.

Ningún problema técnico

"Ha sido una expedición en la que el Trineo de Viento no ha tenido ningún problema técnico y hemos cumplido todos nuestros planes. El tiempo nos ha acompañado,  pero además ha quedado claro que este vehículo sirve para hacer ciencia limpia y eficiente en los territorios polares, algo que el científico australiano, Ross Edwards, que venía con nosotros, ha comprobado sobre el terreno", ha manifestado Larramendi a su llegada a Kangerlussuaq.

Los datos recogidos en la expedición, patrocinada por la agencia de viajes Tierras Polares, servirán para analizar los impactos del deshielo en el Ártico, su origen y sus consecuencias.

El viaje ha permitido también definir nuevas mejoras para el convoy, sobre todo respecto al suministro energético de los dispositivos, mediante placas solares y sobre el diseño de los mandos de la cometa.

Los cinco tripulantes han sido el científico australiano Ross Edwards, el guía polar Hilo Moreno, el productor audiovisual Nacho García (The Beagle Productions) y el groenlandés Jens Jacob Simonsen, además de Ramón Larramendi.

Ahora el trineo de viento está totalmente desmontado dentro de la base científica a la espera de futuras expediciones en el futuro para nuevos proyectos de investigación.

En los primeros 10 días de travesía, los expedicionarios se dirigieron hacia el norte de Groenlandia y ascendieron de 2.000 a 3.012 metros de altitud con una carga de 2.000 kilos que fue aumentando con las muestras de nieve que recogía Edwards.

Recogida de datos científicos

En ese recorrido,  en cada parada aprovechaban para hacer agujeros de entre dos y 2,5 metros en los que obtener información,  fundamentalmente para los proyectos Dark Snow y Ice2Ice.

Una vez en la parte más alta de Groenlandia, se encontraron con la corriente de hielo que comienza en la otra vertiente, la Northeast Greenland Ice Stream (NEGIS), que se estima que avanza unos 100 metros al año arrastrando grandes masas de hielo al océano y que se estudia en EastGRIP, que junto con la Sociedad Geográfica Española apoya la expedición.

Durante otros nueve días, pararon cada 20 kilómetros, hasta completar un total de 12 agujeros. Asimismo, fueron recogiendo muestras del aire polar y datos con un georradar capaz de obtener datos a 25 metros de profundidad.

Pese a que la meteorología ha sido propicia durante toda la expedición, las temperaturas han llegado a -28ºC por la noche y máximas de -2,5ºC.

Tras su llegada a la instalación EastGRIP, en la que se encuentran ahora 36 científicos de 12 nacionalidades, han tenido ocasión de informarles del potencial del Trineo de Viento. Allí, Larramendi explicó el origen y desarrollo del proyecto y ha observado "un gran interés en sus posibilidades".