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La bailarina que cambió la historia de la danza sin saber bailar

  • Se estrena La bailarina, el biopic sobre Loïe Fuller, precursora de la danza moderna
  • Protagonizado por Soko y Lily-Rose Depp
  • RTVE.es entrevista a su directora: Stéphanie Di Giusto

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Entrevista con Stéphanie Di Giusto (directora de 'La bailarina')

Loïe Fuller (1862-1928) no tenía nada a su favor. No era delgada ni especialmente grácil, pero deseaba por encima de todo protagonizar espectáculos de baile. Así que tuvo que inventar la danza moderna. Es un resumen esquemático pero también la base de la película La bailarina: un biopic sobre Fuller dirigido por Stéphanie Di Giusto. Protagonizado por Soko, Lily-Rose Depp, Mélanie Thierry y Gaspard Ulliel, se estrena el 4 de noviembre en España.

En una entrevista para RTVE.es, Di Guisto repasa cómo su obsesión personal por Fuller se convirtió en un debut cinematográfico nada convencional (por la costosa recreación de época) tras seis años de lucha. “Por casualidad encontré una foto en blanco y negro de una mujer con un velo y quise saber quién era”, recuerda Di Guisto. “Quise contar la historia de esta mujer que todo el mundo había olvidado. Esta mujer no tenía nada para conseguir ser bailarina. No había nacido en el contexto ideal, no tenía un cuerpo adecuado. Y a base de trabajo y obstinación consiguió llegar a la Ópera de París. Esa extraña mezcla de fragilidad y fuerza me emocionó mucho”.

Fuller fue una visionaria que elaboró novedosas escenografías en las que la iluminación y el color resaltaban su cuerpo, envuelto en una gigantesca túnica que hacía girar con unas maderas que prolongaban sus brazos. Sencillamente, nunca se había visto algo igual.

“Lo que era superexcitante es que nunca fue filmada en sus espectáculos: todo lo que se ve en internet son imitadoras. Por lo tanto, la recreación fue un desafío a partir de los documentos, esquemas y diseños de Fuller”, afirma la directora y añade que evitó todo efecto especial para apoyarse en el trabajo con el director de fotografía y la coreógrafa Jody Sperling, experta en Fuller.

Estadounidense triunfadora en París, musa del art nouveu, Fuller fue una llamarada de fama que se apagó pronto. La bailarina describe el encuentro de Fuller con la gran bailarina de la primera mitad del siglo XX,  Isadora Duncan, a quién acogió en Europa como mentora y valedora.

“Era también muy contemporánea pero era su límite, era todo lo contrario: el talento innato, la gracia natural, la juventud. Me parecía hermoso que Fuller se hiciera famosa escondiéndose e Isadora Duncan desnudándose. Es la historia de dos vanguardistas”, explica.

La cantante y actriz Soko interpreta a Fuller. “Creo que solo ella podía hacerlo porque necesitaba un físico que no fuera liso, como las mujeres que vemos en las revistas. Soko tiene su propia feminidad e incluso tiene esta parte banal, de fuerza física y sigue siendo sensual. Es al mismo tiempo común y espectacular”.

Y para el reto de encarnar a Duncan, Di Giusto fue seducida por Lily-Rose Depp,  la hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis, modelo e it girl que solo había participado en una película. “En el casting con ella tuve una impresión parecida a la de cuando apareció Duncan: la gracia, la fuerza, alguien que no tiene miedo y se lo lleva todo por delante”, dice la directora.

Di Guisto reconoce las similitudes entre el trabajo de Fuller y el de una directora de cine. “La creación es un auténtico sacrificio, pero la pasión hace que te olvides de todo. Lo hermoso es emocionar al público: es cuando todo toma sentido”.