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Nazario: "Me considero un superviviente"

  • El dibujante publica el primer tomo de sus memorias
  • Un apasionante retrato del ambiente cultural y social de la Barcelona de los 70 y 80

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Entrevista a Nazario en La Hora Cultural del Canal 24h de RTVE

Artista, dibujante, guionista, fotógrafo, pintor, homosexual y provocador nato, Nazario (Castilleja del Capo, Sevilla, 1944) es uno de los mitos de la transición española, de la lucha por las libertades sociales y de la contracultura de los últimos cuarenta años. Ahora publica el primer tomo de sus memorias: Nazario: La vida del dibujante underground (Anagrama), toda una declaración de intenciones de un artista que ha vivido, y sigue viviendo, como le da la gana.

En una entrevista con RTVE.es, el artista comenta: “He dedicado tres años y medio a escribir una autobiografía de más de mil páginas que he dividido en cinco volúmenes y hemos decidido empezar por este en el que narro desde mi llegada a Barcelona, en 1972 con un trabajo de maestro, hasta las Olimpiadas de 1992, que es la época por la que la gente más me recuerda”.

Portada del libro 'Nazario: La vida del dibujante underground'

Portada del libro 'Nazario: La vida del dibujante underground'

Nazario vivió la Barcelona libertaria, contracultural y canalla de los últimos años del franquismo y los primeros de la transición. “Barcelona siempre me llamó la atención porque era muy cosmopolita, una ciudad de paso para la gente que viajaba a Europa, a Ibiza, había mucho hippie, la Plaza Real estaba llena de gente fumando porros y tenía el encanto de una ciudad marítima”.

“Poco antes de mi llegada a Barcelona –comenta Nazario- tuve la suerte de conocer a un chico valenciano en el ferry que iba de Francia a Londres, a donde iba a ver a un novio noruego que trabajaba en Glasgow y donde conseguí publicar una página en una revista que se llamaba It. Y cuando llegué a la Ciudad Condal, este chico me presentó a Mariscal y decidimos hacer cosas juntos. Fue llegar y pegar”.

“El movimiento cultural que había era muy interesante pero todavía estaba soterrado -continúa el dibujante-, conocimos a muchos cantantes que no podían interpretar sus canciones, gente que hacía teatro, como Els Joglars, Els Comediants, que ya habían tenido problemas con la censura y bvolverían a tenerlos. Y en cuanto se murió Franco todos salimos a la calle, cada uno con lo que hacíamos, y el Movimiento Libertario empezó a adquirir una gran importancia en la ciudad”.

Fue una fiesta impresionante hasta el 78 –continúa Nazario-. En esa época nacieron los primeros movimientos de liberación de la mujer, de homosexuales, el movimiento ecologista… Una especie de movimiento contracultural que luego se trasladaría a Madrid con la Movida Madrileña. De hecho en Barcelona, en esa época, había madrileños viviendo como Ceesepe, Hortelano, Ouika Leele, que luego serían claves en la Movida”.

Fotomatón en Glasgow, 1971
Fotomatón en Glasgow, 1971

Fotomatón en Glasgow, 1971

¿El padre del cómic underground?

“Nosotros – continúa Nazario- publicamos El Rrollo enmascarado (una revista autopublicada por Farry, Javier Mariscal, Nazario y Pepichek, a la que habitualmente se considera el primer ejemplo consistente de cómic underground en España). Nos agrupamos en un piso compartido para poder trabajar juntos porque era más fácil para trabajar e intercambiar ideas”.

“El Rrollo tuvo bastante éxito y los medios empezaron a hablar de nosotros como una comuna de artistas undreground, aunque no nos considerábamos underground en absoluto. Prefiero palabras como contracultural, marginal… porque iniciamos una cultura que no tenía nada que ver con lo que había. Si hubiera habido revistas que publicasen cosas como las nuestras no habríamos tenido que autopublicarnos. Pero en esa época nadie publicaba ese dibujo realista, costumbrista , que retrataba a la gente joven, los porros, la libertad sexual… que era el que yo hacía. Gracias al éxito aparecieron editores que nos sacaron álbumes, hasta que ya apareció la revista Star y luego El Víbora, en los 80, que nos aglutino a todos y que fue una bomba en aquella época”.

'El Víbora', 25 años de cómic

Incluso Nazario llegó a autopublicarse una revista clandestina que, con el tiempo, se convertiría en mítica: Piraña Divina. “Cuando hablo de tebeo underground, para mí tiene que reunir una serie de condiciones, como ser una obra hecha con total libertad, aunque luego te permitan publicarla o no. Editarla por tu cuenta, sin tener que pasar el filtro de un editor ni de un censor, porque por aquel entonces todavía había censura previa. Y para La Piraña Divina yo reuní una serie de historias que había publicado en la revista francesa Zinc y las edite en una revista en blanco y negro y las vendimos en canales paralelos, otra de las condiciones del underground”.

“El problema –continúa Nazario- fue cuando la vendimos en un festival de rock. Se empezó a comentar que la había comprado un policía y que la secreta estaba detrás de nosotros. Nos entró miedo. Yo me fui a Sevilla y luego a Marruecos y los demás montaron una comuna en Ibiza. Una comuna rural que no me apetecía porque bastante ruralismo tuve en mi infancia en el pueblo. Fue el final de la comuna”.

Pepinek, Nazario, Montesol, Enric Segura y Miguel Farriol preparando los collages

Pepinek, Nazario, Montesol, Enric Segura y Miguel Farriol preparando los collages noticias

“Un pacto con el placer”

Nazario también es un icono del movimiento gay y de la lucha por la libertad sexual. Y en sus memorias no escatima las descripciones de sus encuentros sexuales, incluso con mujeres, a las que dedica un capítulo. “Pensaba -asegura Nazario- llamar a mis memorias, Un pacto con el placer, un título que me gustaba mucho, casi faústico. Pienso que soy muy hedonista, me gusta el contacto con la piel humana hasta tal punto que hace poco he pensado que igual soy adicto al sexo y no lo sabía".

“Pero que con 72 años mantenga encuentros con cuatro o cinco personas distintas a la semana me parece una hazaña –confiesa-. Cuando algunas personas con 60 o 70 años ya no lo practican. Yo empecé con siete años con los chicos del pueblo y sigo disfrutando del sexo”.

Nazario también confiesa que le gusta ser provocador porque de esa forma puede haber ayudado a otros a salir del armario: “Me gusta transgredir, tomar el pulso a la sociedad para ver hasta dónde llega. Y si eso sirve para ayudar a la normalización del sexo, para que se vea como algo natural. Sin Tabús. Mejor”.

Ocaña, Camilo, Nazario y Maite en la primera manifestación gay, 1977. Foto de Marta Sentís

Ocaña, Camilo, Nazario y Maite en la primera manifestación gay, 1977. Foto de Marta Sentís

“Acabo de inaugurar una exposición en Córdoba, el día del Orgullo Gay, que se basa en otra que publiqué en los años 90 y que fue un auténtico escándalo porque quisieron prohibirla. Ahora, sin embargo, he incluido fotos mías, de mi intimidad, con mis novios y con sexo más o menos explicito y por ahora la gente se ha mostrado bastante civilizada. Eso indica que la gente está más educada de lo que pensamos”.

En el libro también comenta cuando al artista José Pérez Ocaña y a él los detuvieron por ir vestidos de mujer por las Ramblas: “Cuando nos vestíamos de mujer, nadie decía nada e incluso la gente se divertía porque Ocaña era un gran showman que bailaba, cantaba… la gente podía ir detrás nuestra durante horas. Pero un día que había dos guardias urbanas recién llegados que nos detuvieron. Ocaña se resistió, ante la indignación de todos los homosexuales que había en el Café de la Ópera, que empezaron a tirar sillas y mesas al furgón. Al final nos llevaron al cuartelillo, nos dieron patadas, puñetazos y luego nos ficharon y nos llevaron a la Modelo, donde estuvimos tres días por un delito de faltas. Y es que, a pesar de la democracia todavía había estos ramalazos de fascismo”.

Ficha policial tomada en la comisaría de Vía Layetana, con el vestido que perteneció a Salomé

Ficha policial tomada en la comisaría de Vía Layetana, con el vestido que perteneció a Salomé

Alejandro, su pareja durante 36 años

Una de las partes más interesantes del libro es en la que describe su relación con Alejandro, su pareja durante 36 años: “Era una persona que tenía hecha su vida en Sevilla con su familia, sus estudios, una novia con la que iba a casarse y de repente aparecí yo y casi me lo llevé como en El rapto de las Sabinas. Fue el inicio de una historia fantástica”.

“Alejandro –continúa Nazario- no se parecía en nada a mí, algo que creo que es fundamental para que una pareja funcione. Era una persona alegre, vitalista, y no podía vivir sin él, de forma que si se iba a Sevilla a ver a la familia, a los cuatro días me iba corriendo para allá porque no podía estar más tiempo sin él. Y a él le pasaba igual”.

Nazario con Pepe Márquez y Alejandro travestidos en las Ramblas, 1985

Nazario con Pepe Márquez y Alejandro travestidos en las Ramblas, 1985

“Teníamos una relación de pareja abierta –continúa- porque él siempre decía que la infidelidad alargaba la pareja y la hacía más firme. Por eso nuestra cama era un nido de relaciones extramaritales, con forma de tríos, con amantes que por la mañana tenían relaciones con él y por la tarde conmigo… Y aparte llevábamos nuestra relación sexual normal. Al principio reconozco que tuve celos, pero cómo yo era capaz de mantener dos o tres relaciones diarias con él y el hasta una cuarta con otra pareja, por qué le iba a privar de esa relación de más. Fuimos limando asperezas hasta llega a esta satisfactoria situación de vida en común”.

El libro también tiene un recuerdo para los muchos amigos que se quedaron en el camino debido a las drogas o el Sida: “Yo me considero un superviviente a muchos niveles –asegura Nazario- porque también con la edad mucha gente se está muriendo de cáncer. Yo nunca sentí miedo por contagiarme de Sida porque nosotros éramos promiscuos pero dentro de unos límites. No íbamos de saunas y las parejas que teníamos se convertían en parejas estables de muchos años, a veces de 15 o 18 años. Hasta cierto punto también son mis parejas”.

Anarcoma, el personaje más popular de Nazario
Anarcoma, el personaje más popular de Nazario

Anarcoma, el personaje más popular de Nazario

“Quiero retomar Anarcoma”

Tras tantos años alejado de la historieta a Nazario se le sigue recordando por Anarcoma (un travesti, que era una mezcla de Lauren Bacall y Humphrey Bogart, y que se prostituía en Las Ramblas). Un personaje que creó en 1980 y que fue traducido a varios idiomas.

Anarcoma fue un intento de hacer una historia de continuará –asegura Nazario- porque ese tipo de historias te da más fama que las historias cortas como Salomé o Vírgenes y mártires que no trascendieron. Mi intención era retratar el mundo en el que yo vivía. Y no podía haber encontrado un personaje mejor. Tiene mucho de autobiográfico porque yo interactúo con mis personajes de cómics, que están muy presentes en mi vida”.

“De hecho, voy a publicar un nuevo libro de Anarcoma, el tercero, que acabo de terminar y que Laertes publicará después del verano. Me he divertido mucho jugando con mi vida privada y la de mis personajes”.

Nazario y Pepichek en el dormitorio de los padres de Farriol. Foto del mismo Pepicheck

Nazario y Pepichek en el dormitorio de los padres de Farriol. Foto del mismo Pepicheck

“Además -asegura Nazario- me gustaría montar una exposición en Barcelona. Con videos fotomontajes y fotografías alrededor de la Plaza Real, que ha sido el escenario de mis cómics y de mis pinturas… También tengo fotografías antiguas, una gran colección con 300 postales (casi todas las que hay sobre la plaza), fotografías de otros fotógrafos. Un material muy interesante que he ofertado en Barcelona aunque todavía no he conseguido que nadie se interese por ello. Al final no me extrañaría que lo ofertase un día al Reina Sofía de Madrid y mostrasen más interés que en Barcelona”.

Un libro que describe una época irrepetible y que tiene anécdotas tan interesantes como la ilustración de Nazario que acabo en la carátula del disco Take no Prisioners de Lou Reed sin que el artista recibiese ni un duro. Esperamos impacientes los siguientes volúmenes.

Para completar esta información os recomendamos este capítulo de la serie Humoristas gráficos y dibujantes de historietas que no llegó a emitirse en Televisión.