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La oposición se impone en Jamaica en unas elecciones ajustadas

  • El Partido Laborista liderado por Andrew Holness gana por un estrecho margen
  • Los laboristas vencen al gobernante Partido Nacional Popular de Portia Simson Miller
  • En las elecciones de 2012 el PNP arrebató el poder al partido de Holness

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El líder del Partido Laborista Jamaica, Andrew Holness
El líder del Partido Laborista Jamaica, Andrew Holness

Andrew Holness, del hasta ahora opositor Partido Laborista de Jamaica, ha logrado este jueves la victoria electoral que hace cinco años se le escapó frente a la ya saliente socialdemócrata Portia Simpson Miller.

"Este no es el final de un viaje, sino el comienzo del cambio en Jamaica", ha dicho Holness a los seguidores que se reunieron ante la sede de su partido, a los que ha prometido "un Gobierno diferente a lo habitual" que demostrará que "una mejor Jamaica es posible" y que "arreglará" los principales problemas sociales y económicos que afronta la isla, para hacer de ella "un país próspero".

En unas elecciones marcadas por la escasa participación, el JLP se ha hecho con 33 de los 63 escaños en juegofrente a los 30 que ha logrado el Partido Nacional Popular (PNP), liderado por Simpson Miller, la política más veterana de Jamaica a sus 70 años.

En estos comicios supervisados por observadores de la Comunidad del Caribe (Caricom) y la Organización de Estados Americanos (OEA), el JLP ha arrebatado al PNP 11 escaños respecto a los resultados de las elecciones de 2011.

Holness recupera el poder que perdió en 2012

Con su victoria Holness, un político conservador y de centroderecha, volverá a ser primer ministro, un cargo que ocupó brevemente cuando tenía 39 años, lo que le convirtió entonces en el primer ministro más joven de la historia de esta nación caribeña.

Holness ya accedió al poder en octubre de 2011, después de la dimisión de su predecesor, Bruce Golding, quien alegó que con su retirada quería abrir el camino a las nuevas generaciones.

El joven político, que hasta entonces era ministro de Educación, decidió adelantar las elecciones casi un año respecto al calendario previsto con el ánimo de legitimar su presencia en el cargo y ante el empeoramiento de la economía.

Tan sólo ocupó ese cargo hasta enero de 2012, cuando el Ejecutivo de Simpson Miller tomó las riendas, lo que le convirtió en el mandatario que menos tiempo ha estado en el poder en la historia de Jamaica, sólo superado por Donald Sangster, quien murió por una enfermedad en 1967 menos de dos meses después de haber sido proclamado primer ministro.

De igual forma, Simpson Miller, la única mujer que hasta el momento ha dirigido Jamaica, ha reconocido su derrota poco después de difundirse los resultados. Le toca ahora dejar un cargo que ostentaba desde los comicios de 2011 y que también había ocupado previamente entre marzo de 2006 y septiembre de 2007.

En estos comicios, a los que estaban llamados a participar cerca de 1,8 millones de jamaicanos, estaban en juego 63 escaños y concurrían 152 candidatos, de los que 26 eran independientes o de partidos minoritarios.

Ninguno de ellos ha logrado hacerse con un solo escaño, algo habitual en un país en el que, desde su independencia en 1962, el poder siempre ha estado ejercido por uno de los dos partidos mayoritarios.

Esta es la segunda vez en la historia de Jamaica que un partido ha perdido el poder sin encadenar dos mandatos consecutivos.

Holness tiene ante sí el reto de mantener en crecimiento la economía de un país que se teme que sea la siguiente isla del Caribe en sufrir una crisis de deuda como la que atraviesa Puerto Rico y que depende enormemente del turismo, una fuente de ingresos que se ve mermada también por su índice de violencia, uno de los más altos del mundo.

Durante la campaña electoral, la primera ministra saliente se había comprometido a continuar con la expansión de la Zona Económica Especial para aumentar las inversiones extranjeras y acelerar el programa económico centrado en el sector de la logística.

Tras conocerse su victoria, el próximo primer ministro de Jamaica ha prometido también atajar el problema de suministro de agua potable que padece la isla, y las deficiencias de su sistema sanitario y educativo, al tiempo que se comprometió a ejercer el poder con sentido de la responsabilidad.