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We Love Flamenco

Lorca, eterna inspiración para la moda

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Desfile de Sánchez Murube con Lorca como fuente de inspiración.
Desfile de Sánchez Murube con Lorca como fuente de inspiración.

Bernarda Alba y sus hijas, Angustias, Magdalena, Amelia, Martirio y Adela, abrieron la pasarela en el desfile de Sanchez Murube. Todas en negro pero cada una con un vestido distinto y, por supuesto, una intención diferente.

Bernarda lleva manga larga, cuello a la caja, recios adornos y una falda con bolsillos, “un guiño a la masculinidad pero también al poder de la mujer”, dice el diseñador Diego Sánchez, que rinde así homenaje a Lorca en el 80 aniversario de su muerte.

El vestido de Angustias lleva una ventana de encaje en la espalda, “como un confesionario”, y Adela se rebela, se quita la capa negra y enseña una sugerente bata verde, muy sensual, escotada y abierta “para que muestre las piernas y se libere”, comenta Murube”.

El imaginario de Lorca trasladado a la moda flamenca. @Aníbal Gonzalez Pinto

Este concepto, ‘la liberación de la mujer’, se repite en los vestidos de corte lencero y en otros que realmente son un mantón cruzado, “este va muy abierto, es un poco peligroso”, dice Diego orgulloso. Pero hay más, como los guiños al Romancero Gitano en detalles con forma de nudo “como el de los gitanos al atarse la camisa iguales".

Las simetrías se repiten a lo largo de la colección, especialmente en el diseño estampado llamado Granada. Todas las espaldas van muy trabajadas, con escotes geométricos, algunos de corte rectangular.

Los vestidos tienen prestancia, son pesados, y presumen de volumen, "algunos van con enaguas que llevan casi más tela que el propio traje", dice David, que se trabaja codo con codo con David desde hace cuatro años.

Sánchez Murube reinventa el traje de flamenca. @Aníbal Gonzalez Pinto

Murube, como Lorca, hace versos con satenes, algodones, organzas de seda y encajes. Y hace rimar negros con negros, pero también azules con rosa, marrones y rojos. Destaca una enorme falda de 25 metros de tela, estampada con un motivo figurativo que se sale de lo típico.

Nada es lo típico. Hasta las flores presumen de estilo arty. “Nunca hago lo habitual, no lo hago tan gitano. Uso mucho blanco y negro pero en lugar de poner rojo, que es lo que parece que le pega, le meto golpes de amarillo o morado”, revela.

Hay un vestido en verde con volantes y decorado con cascabeles, “como el de La Tarara”. Y no falta Yerma, representada en un vestido blanco, como de novia, que habla de la fertilidad.

Diego lleva cosiendo desde 1998. Lanzó su primera colección en 2013 y el año pasado se estrenaron en We Love Flamenco. “Hubo mucha expectación, no parecíamos noveles, parecíamos veteranos, y desde el principio hemos notado con el apoyo de los compañeros y, por supuesto, de las clientas”.

Desfiles de Sánchez Murube, Justo Salao y José María Hidalgo. @Alberto Sualís @Chema Soler @Alberto Sualís @Chema Soler

Atrás quedan seis días de moda y flamenco, de arte. “Hago un balance muy positivo”, comenta Laura Sánchez, la organizadora de esta pasarela, “pero me quedo con lo aprendido porque las necesidades de la pasarela nos han hecho crecer como empresa”.

Comenzaron con 12 diseñadores y dos días, y ahora han contado con el trabajo de 44 creadores. Entre ellos consagrados como Justo Salao y Aurora Gaviño. El primero hizo una retrospectiva de su trabajo, es un maestro de la bata de cola, y ha vestido a las más grandes, como Lola Flores y Rocío Jurado.

Desfile de Aurora Gaviño @Aníbal González Pinto @Aníbal González Pinto

“Yo le dediqué mi primera colección”, decía el diseñador José María Cañavate, uno de los invitados a los desfiles. Otro nombre importante es Aura Gaviño. Su colección, con algún toque étnico, arriesga con los tejidos, mima los detalles, con aplicaciones de ganchillo y crochet, y apuesta por una rica gama de color.

Todos los desfiles son especiales, casi siempre con música en vivo: cantaoras, bailaores, guitarristas, cajones… “Queríamos hacer como si fuera el París de los años cuarente, la alta costura clásica, con esa cercanía con la gente, que el público pudiera ver de cerca la ropa, casi tocarla”, dice Laura Sánchez.

Desfile de Eloy Enamorado. @Aníbal González Pinto @Aníbal González Pinto

El desfile de Eloy enamorado contó con 10.000 rosas, “repartidas entre las invitadas, decorando la pasarela y en los vestidos”, contaba emocionado el diseñador tras el desfile. Eloy Enamorado

Su desfile habla de la muerte y la vida, con una primera parte oscura, con estampados de calaveras, rosas y espinas, y vestidos en negro petróleo. La segunda es optimista, en celestes alegres y aplicaciones de lentejuelas.

“He querido hacerlo diferente, por eso he mezclado texturas naturales con otras tecnológicas y el cuero”. Eloy fue el ganador del concurso de jóvenes diseñadores hace dos años y hace un balance muy positivo. “Abrimos ahora dos puntos de taller en Sevilla y pronto tendremos tienda”.

Desfile de Javier Jiménez. @Aníbal González Pinto @Aníbal González Pinto

Quizá le ocurra lo mismo a la ganadora del año pasado, Inma Linares, que hace faldas con patrones complejos, juegos de lunares y vestidos con capa, a veces realizada con cascadas de volantes y otras con flecos.

Vemos topos e insectos bordados, siempre con un toque costura, y detalles de pasamanería, como los cinturones trenzados y las borlas.

El hecho de haber tantos desfiles hace que los diseñadores propongan cosas nuevas continuamente, provoca que el sector se revitalice y hace que el vestido de flamenca esté más vivo que nunca.

“Esto es un gran escaparate y por eso se venden más vestidos”, dice Laura Sánchez. “Yo ahora voy a la feria y lo que veo no es la mismo que hace diez años”.

Desfiles de Pol Nuñez, Consolación Ayala, Inma Linares y Luisa Pérez. @Aníbal González Pinto @Aníbal González Pinto

Este año el concurso de jóvenes talentos lo ganó Jonathan Sánchez y volverá el próximo año con desfile propio. Y esperemos que vuelva Rocío Peralta, que ha firmado uno de los desfiles más espectaculares, tanto por la colección, inspirada en el lejano Oeste, como la puesta en escena o los invitados.

“Quiero destacar que esta pasarela no sería lo mismo sin el equipo que tenemos”, concluye Sánchez mirando con cariño a Javier Villa, su socio en esta y otras lides.” El primer día, cuando se abren las puertas, cada uno sabe lo que tiene que hacer y todo funciona perfectamente”. Este un reloj que tiene un buen engranaje. Un reloj que ha comenzado la cuenta atrás hacia la próxima edición.